martes, 21 de septiembre de 2010

Algunos consejos para incluir las legumbres en nuestra dieta cotidiana

Las legumbres son uno de los platos más recomendados a la hora de conseguir una salud de hierro, y es que se trata de un alimento de origen vegetal y cien por cien natural que puede dar mucho juego en la cocina.

A pesar de contener infinidad de nutrientes fácilmente asimilables por el organismo, las legumbres están cada vez más desterradas de nuestra dieta, y es que las asociaciones para con estos alimentos suelen ser negativas, ya que muchas personas consideran que es una comida cargada de grasas y calorías, algo que dista mucho de la realidad, y por ello queremos mostrar las diferentes opciones que tenemos para preparar legumbres y comer de forma sana.

Entre los nutrientes que nos aportan las legumbres debemos destacar las altas cantidades de minerales y vitaminas que contienen, y que tan necesarios son para el buen funcionamiento del organismo a todos los niveles. Su ingesta representa toda una fuente de antioxidantes necesarios para proteger las diferentes partes de nuestro cuerpo. Pero a esto debemos sumarle el bajo aporte calórico de las legumbres, ya que son de procedencia vegetal. El problema está en cómo se preparan, por eso daremos algunos consejos para incluirlas en la dieta de la manera más sana.

Consumir las legumbres solas es la mejor manera de realizar una comida totalmente sana. Para ingerirlas así simplemente debemos cocinarlas en su propio jugo o añadirles alguna que otra verdura para dar más sabor a las legumbres. Esta manera de prepararlas será la que más posibilidades nos aporte, ya que podemos utilizarlas como ingrediente en platos como ensaladas, acompañamiento o guarnición de carnes, pescados, salsas… Es una forma de incluir de manera diaria las legumbres en la dieta, y para ello simplemente bastará con tener siempre a mano unas pocas cocidas y guardadas en un recipiente en la nevera.

Otra forma saludable de preparar las legumbres para que no dejemos de consumirlas es haciéndolas en puré. Simplemente debemos mezclarlas con verduras y cocinarlas todas juntas para luego triturarlas con la batidora. Esta forma de comerlas es muy buena si a la persona en cuestión no le gusta la textura de las legumbres, ya que el puré la disimulará. Pero si no tenemos ese problema también podemos comerlas sin batir, ya que al realizar esta acción se pierden muchas vitaminas. Al no batirlas las comeremos enteras acompañadas de verduras y de un suculento jugo propio que apenas contendrá grasas y calorías. De este modo podremos consumir a diario legumbres y tener un buen aporte nutricional.

Lo que no es nada recomendable es utilizar trozos de carne grasa como el chorizo, la panceta, e incluso trozos de manteca de cerdo que muchas personas utilizan a la hora de cocinar legumbres para darles sabor, algo que lo único que hace es aportar calorías vacías y convertir en este plato en la fama que tiene, en una bomba para nuestro organismo.

Fuente: vitonica.com

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