La causa del considerable crecimiento de Dubai es el comercio y no el petróleo, como se suele creer. La actividad comercial hizo que Dubai pase de ser una tranquila villa a ser el principal puerto del sur del Golfo.
El desarrollo comenzó con el gobierno de la familia Al Maktum. En el año 1833, el Jeque Maktum bin Buti inició la época del gobierno de los Al Maktum en Dubai. Al tomar conciencia del potencial de la bahía, estableció allì un puerto comercial.
Los elevados derechos de aduanas sobre las importaciones y las exportaciones que pasaban por la costa de Irán pesaron en el cambio de rumbo del transporte de mercancías a favor de Dubai. Este fue un golpe particularmente duro para Lingeh, el principal puerto persa. Para aprovecharse del influjo de comerciantes que se reinstalaba en la costa árabe, el Jeque Maktum bin Hasher Al Maktum estableció Dubai como un puerto de libre cambio, abolió las tasas sobre las importaciones y las exportaciones e inició un programa sistemático para animar a los más importantes mercaderes de Lingeh a trasladarse. Les ofreció tierras y garantías personales de protección en su tranquilo paraíso del comercio. Al favorecer el crecimiento de la economía, los artesanos y los pequeños comerciantes pronto siguieron el camino de los mercaderes más prósperos que habían emigrado a Dubai.
Dubai se convirtió entonces en el principal puerto de entrada del Golfo, además de ser el centro del comercio de perlas. Las perlas y la pesca fueron los primeros medios de subsistencia para los habitantes de Dubai y el impulso de su economía.
El comercio fue la semilla a partir de la cual se formó la perla de Dubai, pero el petróleo apareció, jugando un papel muy importante en la historia del emirato. Durante los primeros años de la década de los setenta, los EAU eran uno de los principales productores del Oriente Próximo y vivieron un periodo de auge sin precedentes.
Conocedores del riesgo que implica la dependencia de una sola fuente de ingresos, los gobernantes decidieron fomentar las industrias alternativas, desarrollando las infraestructuras y continuando con la política del Jeque Maktum bin Hasher de ofrecer condiciones de negocio favorables a las multinacionales.
La economía de Dubai floreció y una próspera ciudad emergió de las arenas del desierto en menos de cincuenta años. El minúsculo emirato de Dubai tiene un hotel exclusivo de siete estrellas, la primera estación artificial de esquí de Oriente Medio y en breve contará con el primer hotel acuático de lujo del mundo y la torre más alta jamás construida.
En poco más de una década, este reino, se ha reinventado a sí mismo como centro comercial y turístico de la zona.
Todos los proyectos e inversiones en infraestructura pueden parecer demasiado ambiciosos para una ciudad de solo un millón y medio de habitantes, de los que un 80% son extranjeros.
Los logros económicos del emirato se han realizado con tanta rapidez gracias a la estrategia de diversificación económica del Gobierno de Dubai, que también ha lanzado importantes inversiones inmobiliarias en el extranjero -incluso Londres y Nueva York- destinadas a acabar con la dependencia del petróleo, típico defecto de los países del Golfo.
Actualmente, el crudo y el gas sólo representan el 7% de la economía de Dubai, mientras que las re-exportaciones, el sector inmobiliario y el turismo se han convertido en las principales fuentes de ingresos.
Decenas de hoteles de lujo, centros comerciales, instalaciones deportivas de primera clase y ferias internacionales han realzado la imagen internacional del emirato, donde la mayoría de multinacionales tienen sus centrales para toda la zona de Oriente Medio e incluso el subcontinente indio.
Burj Dubai (la Torre de Dubai) lleva camino de convertirse en el edificio más alto del mundo cuando se complete en 2008, pero entonces competirá con otro proyecto urbanístico del emirato, llamado simplemente Al Burj (la Torre), que promete alcanzar al menos la misma altura. Y es que Dubai ha llegado a un punto en que no puede competir sino consigo misma.
Otro de los grandes proyectos del emirato, es el parque temático Dubailand, que costo mil millones de dólares. Dubailand promete ser "la atracción de turismo y ocio más grande, con más variedad y más entretenimiento del mundo", según el Gobierno de Dubai, que está tras el proyecto.
Dubai ha traído la nieve a la dunas del Desierto Arábigo con la creación de Ski Dubai, un complejo artificial de pistas de esquí que imita una estación de los Alpes suizos.
Y saliendo de la nieve, los visitantes que lleguen a Dubai podrán sumergirse en el agua y dormir en medio de los peces, a 20 metros bajo la superficie, en el hotel de lujo Hydropolis, que costará la friolera de 5.500 dólares por noche. A esto se añaden tres islas artificiales de lujo en forma de palmeras donde se están construyendo viviendas, hoteles y centros de ocio con capacidad para alojar a 400.000 personas.
Otro de los colmos de Dubai se va a llamar El Mundo: 300 islas artificiales que van a levantarse a 5 kilómetros de las costas de Dubai y van a reproducir la forma del mapa del mundo.
Fuente: finanzaspublicas.com.ar
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