Susaba Balbo, propietaria y enóloga de Dominio del Plata asegura que el
país está ubicado en una tormenta que va a ser difícil de sortear, sin
embargo destacó que "este es el momento de ser eficientes y saber
aprovechar las oportunidades".
En el último tiempo Argentina ha
perdido competitividad, dado por diversos factores internos que han
complicado el posicionamiento del vino argentino. Cada día ganamos menos y puede hacerse insostenible; no podemos vender a pérdida. Hoy, no sabemos si esta situación perdurará. A su vez, las líneas más altas no pueden seguir subsidiando las más bajas para
no perder mercado. Es por esto, que ante nuestro poco poder de
negociación, creemos que las exportaciones no tendrán el desempeño que
veníamos registrando hasta el 2010.
Actualmente, Argentina es más competitiva en la franja de precios más altas, aquella que va de los US$ 30 a los US$ 50 FOB. En este segmento, el país es más interesante, donde tenemos presencia, y la rentabilidad todavía es de la bodega.
Nos enfrentamos a competidores con ofertas más tentadoras,
como Chile que a pesar de la valorización de su peso ha podido mejorar
su oferta de vinos a precios menores, ocupando el espacio que estamos
dejando, debajo de los 30 dólares FOB.
En nuestro caso, desde
el año pasado hemos hecho fuertes ajustes para aumentar eficiencia en
todos los trabajos y hemos aumentado nuestra productividad un 40%.
Gracias a este cambio, durante el 2011 crecimos en nuestra participación
de las exportaciones, pasando de estar en el puesto 20 a estar en el
primer trimestre de 2012 en el puesto 9. Permanentemente estamos
trabajando en pensar cómo mejorar, ya que exportamos el 98% de nuestra
producción y no podemos darnos el lujo de perder share.
-Con un año de grado alcohólico alto, ¿cómo cree que impactará en las ventas la suba de aranceles por parte de Estados Unidos?
Nos
perjudica en los vinos de más de 14°. Luego de la decisión del
presidente Barack Obama de suspender a la Argentina como beneficiario
del Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) los vinos tranquilos de
más de 14 grados de alcohol, que hasta ahora no pagaban arancel gracias
al SGP, tendrán que hacerlo. De esta forma, tendremos que pensar en la
desalcoholización de algunos de nuestros vinos y evitar estar sujetos a
un impuesto más, que perjudica nuestra rentabilidad.
Antes de la decisión del gobierno estadounidense, este beneficio era una ventaja para nuestros vinos de menor precio.
Con esto, este año en la gama más baja nos encontramos comprometidos
para tratar de aumentar precios en la búsqueda de recuperar la
rentabilidad perdida.
Por ejemplo, si pensábamos este año
aumentar un 5% o 7% en una caja de hasta 50 dólares FOB, si ese vino
supera los 14°, sólo podremos hacerlo un 2.5% . Esto es una consecuencia
de la pérdida del SGP dado que alguien debe pagarlo, o el exportador o
el importador y en lugar de llegar a nuestro precio, quedará en la
recaudación del gobierno de USA
Esta quita perjudica directamente a la bodega,
que es la que deberá absorber este costo, ya que no se trata de palear
la revalorización del peso, ni el aumento de costos internos, sino que
estamos entre dos fuerzas que no podemos modificar, el tipo de cambio y
los costos internos, es decir una fuerte pérdida de competitividad. Este
año tendremos que ser muy eficientes y los aumentos (si fuera posible
aplicarlos) tendrán que ser muy escalonados para que las ventas no se
resientan.
- ¿La mala prensa del país está afectando a la industria del vino?
Hay
que discernir entre distintos escenarios. Uno de ellos es la reacción
de los importadores por las editoriales y notas que salen sobre
Argentina. Sin embargo, la respuesta de un importador a los artículos depende de la confianza que hay entre ambas partes. Yo
trabajo desde hace 12 años con los mismos importadores, por ende no
sólo han sido los años malos de Argentina; estuvimos juntos en momentos
difíciles de ellos, como el 11 de setiembre o la crisis financiera.
Siempre, ante situaciones extremas, optamos por el diálogo y nos
acompañamos para maniobrar de la mejor forma y salir ambos beneficiados.
De
esta manera, evaluamos a qué productos darle mayor fuerza, evaluar cuál
será el comportamiento que tendrá el consumidor, participando de la
preocupación. Obviamente, que nosotros tampoco le brindamos el mejor
panorama porque hay que ser sinceros. Antes le podíamos asegurar una
orden de una semana para el otro, hoy esto no lo podemos cumplir y los
tiempos van de los 30 a los 40 días y se lo comunicamos. Así como
nuestro esfuerzo de aumentar inmovilización de stock para poder
responder con suficiente antelación, principalmente a EEUU.
Con este panorama, en los últimos años invertimos más tiempo en predicción y planificación de lo que usábamos antes, en lugar de invertir tiempo en estrategias de crecimiento y posicionamiento.
-Por las medidas de restricción a las importaciones, ¿han tenido inconvenientes con los productos?
En
un primer momento tuvimos complicaciones, como le paso a todas las
empresas, tuvimos que reacomodarnos a la nueva situación. Pero
comenzamos a trabajar con declaraciones juradas anticipadas de
importaciones y con temporarias presentadas con mayor anticipación
previendo las posibles demoras; desde ese momento no hemos tenido
inconvenientes.
Sin embargo, uno de los problemas que surge es que nos enfrentamos a inversiones más grandes en insumos, mantenemos mayor stock para tener capacidad de respuesta, esto se refleja en necesidad de mayor capital de trabajo inmovilizado.
En mi caso no tengo alternativa, ya que el gran porcentaje de mi
producción se destina al mercado externo y no puedo darme el lujo de
faltarle a mis importadores o de no entregar a tiempo.
Evaluación de la cosecha 2012
"Este año la cosecha
comenzó diez días antes, y ante las altas temperaturas registradas en
los meses de verano y la merma, algunas parcelas han tenido que ser
cosechadas antes. En el caso de los viñedos más jóvenes, al crecer en
producción la merma fue sólo del 10%, mientras que los viñedos más
antiguos de rendimientos bajos, las mermas oscilaron entre el 20% y
25%.
En general, lo que observamos es que los granos cuentan con
una alta concentración de azúcar, mucho más de lo deseable, desde el
punto de vista de la madurez enológica, que significa el punto de
maduración de taninos y aromas según el estilo que queremos hacer.
Como consecuencia, los vinos tienen una graduación alcohólica alta. En el último informe, el INV informó que el grado promedio es de 13.5°. Evalúo que este año tendremos que recurrir a tecnologías alternativas como la desalcoholización para mantener el balance.
Esta cosecha es comparable con el 2009 a nivel de producción y en calidad está más cercana a la del 2010. En general, es muy prometedora; espero que la podamos coronar con las ventas".
Fuente: Area del Vino
Como consecuencia, los vinos tienen una graduación alcohólica alta. En el último informe, el INV informó que el grado promedio es de 13.5°. Evalúo que este año tendremos que recurrir a tecnologías alternativas como la desalcoholización para mantener el balance.
Esta cosecha es comparable con el 2009 a nivel de producción y en calidad está más cercana a la del 2010. En general, es muy prometedora; espero que la podamos coronar con las ventas".
Fuente: Area del Vino
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