«Hemos visto a personas obligadas a buscar grano en hormigueros para sobrevivir», explica Steve Cockburn, de la ONG Oxfam.
Quizás al lector le parezca un tanto amarillista abrir esta noticia
con una cita recuperada de una nota de prensa de varias páginas. Son
recursos a los que hay que recurrir cuando el goteo habitual de información se pierde en medio de la sobrecarga de desgracias más o menos cercanas.
La hambruna en el Sahel sigue siendo una guadaña que de forma pendular sesga sin piedad las vidas de decenas de miles de personas. Y más ahora que la crisis económica hace
mirar para otro lado a muchos de los responsables de dotar de fondos a
los proyectos que tratan de impedir que las muertes tantas veces
anunciadas se consumen.
Así
lo ponen de manifiesto un grupo de cuatro ONG que trabajan en esta
región del norte de África y que aseguran estar desbordados porque solo
tienen acceso, en el mejor de los casos, a un tercio del dinero que necesitan (entre un 15 y un 34 por ciento) para atender a cerca de seis millones de personas.
Además de la citada Oxfam, el grito lo lanzan Acción contra el Hambre (ACH), Save the Children y World Vision,
que han hecho público un comunicado para tratar de llamar la atención
ante la necesidad de hecer frente a la crisis alimentaria en países como Mauritania, Níger, Chad, Malí, Senegal o Burkina Faso.
Hacen falta «más de 15 millones de personas en África del Oeste y Central que necesitan ayuda urgente no sean olvidadas»,
reconoce Cockburn, de Oxfam. En este sentido reclaman la celebración
de una conferencia de donantes para que los países desarrollados
financien los esfuerzos necesarios para hacer frente a los cada vez más
elevados niveles de desnutrición en el Sahel.
El latigazo que supone la falta de fondos lo representa el hecho de que la ONU solo dispone de la mita de los 724 millones de dólares persupuestados para atajar la crisis,
según el comunicado. Y esta cantidad, alertan, podría tener que
aumentarse de seguir así las cosas. «La falta de fondos para hacer
frente a la deteriorada situación en África del Oeste debería ser
prioritaria en la agenda de los líderes del G8,
que se reunirán en Estados Unidos el mes próximo», explica Jereny
Stoner, director de Save the Children en el oeste de África.
«En la zona chadiana del Sahel los índices de desnutrición aguda global superan el 15 por ciento»,
explica en el comunicado Patricia Hoorelbeke, de ACH. «Vamos contra
reloj para poder implementar nuestros progrmas antes de que la crisis
alcance su fase álgida», reconoce Cockburn. Esta ONG dejará sin atender a
35.000 personas que necesitan alimentos y agua potable en Mauritania
si no recibe pronto 1,3 millones de dólares.
Conflictos como el de Malí,
donde rebeldes tuareg y grupos yihadistas y terroristas se han hecho
fuertes en el norte del país no hacen más que empeorar la situación. La
ONU estima que más de 268.000 personas han sido desplazadas desde el rebrote de los conflictos a mediados de febrero.
Fuente: abc.es
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