La bodega al mando del
prestigioso enólogo Walter Bressia compartió sus primeros diez años de
vida. Presentó su bodega terminada y dos nuevos vinos: Monteagrelo
Cabernet Franc 2009 y Piel Negra Pinot Noir 2010. También destaca los
reconocimientos internacionales obtenidos en los últimos tiempos y una
insignia familiar que se suma a la identificación de sus productos.
Hace
10 años Walter Bressia inició junto a su esposa e hijos, un
emprendimiento bajo el concepto de "Vinos de Familia", siendo éste el
resultado de una larga experiencia y trayectoria como enólogo hacedor de
vinos en el mercado nacional e internacional. Bressia Casa de Vinos es
un proyecto que tiene por objetivo principal la venta personalizada y
limitada de partidas de vinos y grappas de la más alta calidad. Cada
botella es única y por lo tanto se puede disfrutar del placer que ofrece
la exclusividad y particularidad de cada cosecha.
El
concepto de “Bodega de Familia” ha sido desarrollado desde siempre por
los emblemáticos hacedores de vino que lograron los grandes íconos de la
historia y que sorprendieron al mundo marcando estilos. Todos ellos
tuvieron su origen en pequeñas bodegas familiares que cuidaron con
extremado celo y orgullo cada una de las etapas de producción,
vinificación y comunicación con el convencimiento pleno de ofrecer lo
mejor que la familia produce. Éstas fueron las razones que motivaron a
los Bressia a desarrollar el proyecto con su pequeña bodega familiar,
porque su vocación por la elaboración de vinos emblemáticos se
identifica con este principio y la convicción total de lograr vinos
dedicados, exclusivos y trascendentes.
Después de
10 años del comienzo de la construcción de la bodega, que se fue
haciendo por etapas, felizmente se anuncia la finalización de la
totalidad de las obras.
En una primera etapa se
construyó el cuerpo central de la bodega, hoy destinado a tanques y
equipamiento de molienda para la elaboración de vinos. Luego se edificó
la primera cava para guarda de barricas, las oficinas administrativas y
los espacios para recibir al Turismo Enológico. Más tarde se fundó una
segunda cava, con el fin de guardar insumos y vinos embotellados en
procesos de estiba. Finalmente se ha terminado la última nave, en
concordancia con toda la arquitectura de la bodega: ubicada en la parte
superior de la segunda cava, está destinada a tanques y barricas.
También hay un sector para el fraccionamiento de vinos con una
maquinaria italiana de última generación que permite fraccionar vinos en
momentos y cantidades necesarias. “Esto nos simplificó mucho trabajo en
cuanto a la contratación de equipos de fraccionamiento externos ya que
muchas veces dependíamos de turnos y cantidades, y eso significaba una
complicación; hoy embotellamos la cantidad de botellas que necesitamos
en el tiempo que nos proponemos”, afirma Walter Bressia.
Fuente: Area del Vino
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