martes, 26 de marzo de 2013

La historia de la copa Malbec

Ante la reciente noticia del lanzamiento, en Nueva York, de la copa malbec, la autora intenta rescatar un antecedente en la materia: la copa propuesta en los 90 por el INTA, Ricardo Santos y Riedel, cuando el malbec aún no era mundialmente conocido.

Los vinos mendocinos son un regalo para los sentidos. Conocerlos por su lugar de origen es una experiencia que nos lleva a entender por qué la calidad de un vino está íntimamente relacionada con su región de procedencia. Y cuando hablamos de la región de origen Mendoza, el espacio de mayor significancia está ocupado por el vino malbec, que ha llegado a ser reconocido como el vino típicamente argentino, encontrando un excelente hábitat en esta provincia, donde se implantaron las primeras cepas. Una copa específicamente diseñada para la variedad colabora a que los atributos mencionados permanezcan vivos al momento de la degustación.

Apreciar el malbec

En las zonas de Vistalba o Las Compuertas, en Luján de Cuyo, a 1.000-1.100 metros de altura sobre el nivel del mar, se puede degustar lo que el lenguaje lugareño llama "el malbec de los abuelos", porque aún hoy, con nuevas tecnologías, se elabora el malbec de ayer, caracterizado por mucho cuerpo y color, taninos suaves, aromas a pimienta, violeta y ciruelas maduras, con una tonalidad violácea muy intensa que lo hace reconocible desde el momento en que es servido en la copa. Pero si el rumbo es hacia regiones de menor altitud, entre los 700 y 900 metros, como Lunlunta, Cruz de Piedra o Barrancas, en Maipú; Drummond o Carrodilla, en Luján de Cuyo, donde hay diferencias en la amplitud térmica, se tendrá el placer de degustar otro estilo de malbec, de estructura media a alta y con una menor acidez.

En el norte y este de Mendoza el malbec invita a ser apreciado de manera más relajada ya que se trata de un vino de menor estructura y color, pero con muy buen nivel aromático, para ser bebido joven. En el Valle de Uco se encuentran nuevamente aquellos malbec de mayor intensidad en color y taninos, aptos para guarda y el sur de la provincia, San Rafael, brinda asimismo un malbec de cuerpo e intensidad colorante medios, que si está acompañado de un toque de roble tostado suave, lo hace muy interesante. Cada uno en su estilo, estos vinos son para apreciarlos con todos los sentidos.

El taller por la copa

Dadas nuestras excelentes condiciones de cultivo para este cepaje y el impacto que comenzaba a provocar el vino en el mundo, en el año 1997 Ricardo Santos  -empresario, primer exportador de vino malbec a EEUU en 1972 desde bodega Norton y primer importador de las copas Riedel en la Argentina-  conjuntamente con el Centro de Estudios de Enología del INTA y con el máximo representante de la cristalería Riedel de Austria en ese momento, Georg Riedel, convocaron a profesionales de reconocido prestigio y trayectoria en nuestro medio vitivinícola, para participar de un taller académico donde se seleccionaría la copa destinada al vino malbec.

Estos degustadores, de gran vocación y conocimiento, se abocaron a la tarea de degustar vinos malbec de diferentes estilos y procedencias, en distintas copas correspondientes a siete diseños propuestos por el equipo, quedando al final la seleccionada. Los degustadores invitados eran Carlos Vázquez, Carlos Tizio, Pedro Santos, Pedro Rosell, Juan Carlos Rodríguez Villa, Jorge Riccitelli, Cristina Pandolfi, Rodolfo Montenegro, Ángel Mendoza, Adriana Martínez, Pedro Marchevsky, José Galante, Mariano Di Paola, Raúl de la Mota, Carlos Catania, Susana Balbo, Walter Bressia, Hervé Birnie-Scott y Silvia Avagnina, entre otros.

El taller fue realizado con todo el rigor y las medidas técnicas necesarias que requiere un panel entrenado para el análisis sensorial. A efectos de asegurar la objetividad y repetibilidad fue necesario utilizar un verdadero instrumento de medición como es el análisis sensorial, que se apoya en una serie de normas, condiciones y métodos que deben ser aplicados a la interpretación de los resultados.

Cabe agregar acá, asimismo, que el INTA, a través de la capacitación brindada en el Curso Superior de Degustación de Vinos desde el año 1988, ya tenía experiencia en la apreciación de diferentes vinos en las copas Riedel, tal como lo concibiera su mentor, Claus Riedel, quien fue el primero en determinar en 1958 que el tamaño, la forma y la ausencia de color de la copa son de vital importancia al momento de apreciar un vino.

Sobre la base de una evaluación seria, quien lo desee tiene la posibilidad de crear una copa que considere apropiada para destacar las cualidades de una determinada cepa. Y reconocer los antecedentes existentes sobre el tema seguramente representa un aporte para los desarrollos presentes. La copa malbec creada en 1997 (no distribuida comercialmente por escasa demanda en un mercado anterior al boom de los vinos varietales) fue un evento trascendente, que tuvo repercusión posteriormente durante las jornadas "encuentro con el malbec", realizadas por el INTA en el año 2000.

Fuente: Area del Vino

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