Con el regreso de los chicos a las aulas comienza
también el desafió de tratar de conciliar los requerimientos de la
rutina escolar, plagados de ajustados horarios y compromisos
impostergables, con la facilitación de una alimentación capaz de proveer
a los niños los nutrientes adecuados para optimizar su desarrollo
físico y mental, recargar las energías consumidas durante la jornada y
disminuir, a su vez, el riesgo a futuro de sufrir una serie de
trastornos relacionados con una nutrición desbalanceada.
La licenciada Romina Sayar, Vicepresidente de la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas
Dietistas (Aadynd), subrayó que la alimentación en la edad escolar
cumple un rol clave. "Por un lado, es una etapa en la que existe un alto
requerimiento de calcio y otros nutrientes para el correcto crecimiento
y desarrollo, y por el otro, al pasar muchas horas en la escuela, los
chicos realizan más comidas fuera del hogar. En esta etapa se adquieren y
afianzan patrones alimentarios, por lo que la instalación de hábitos
saludables será esencial para alcanzar un óptimo estado de salud y
desarrollo intelectual".
Pero si bien los niños deberían consumir lácteos al
menos tres veces al día para cubrir los requerimientos mínimos de calcio
en el organismo, lo que implica incluir lácteos en las colaciones, la
creciente difusión de la costumbre de saltear el desayuno y consumir
galletitas dulces, alfajores o papas fritas dentro del horario escolar
no hace más que contribuir al déficit de dicho mineral en la etapa
infantil. La salud de los niños cae así en riesgo: una dieta rica en
productos azucarados y altamente procesados, y pobre en frutas, lácteos y
cereales, aumenta las posibilidades de padecer sobrepeso y obesidad
infantil, hipertensión arterial y otras afecciones crónicas, como la
diabetes.
Es por eso que, a la hora de elegir los ingredientes de
las colaciones infantiles, debemos inclinarnos por aquellos que posean
una mayor calidad nutricional y una menor densidad calórica. Para
cumplir con estos requisitos, las frutas y los lácteos son la mejor
elección, ya que las frutas son fuente principal de vitaminas A y C, así
como de fibra y de minerales como el potasio y el magnesio, en tanto
que las leches, yogures y quesos ofrecen proteínas completas y son la
principal fuente de calcio. Por el contrario, los alfajores, las
galletitas dulces y los snacks se ubican en el extremo opuesto en cuanto
al aporte de dichas sustancias.
Bien desayunados
Para los chicos en edad escolar, un buen desayuno es
fundamental. Los chicos que no desayunan, o lo hacen en forma
incompleta, pierden la mejor oportunidad de incorporar energía en el
momento en que más la necesitan. Como explica la nutricionista, "es
importante estimular el hábito del desayuno, que aumenta el rendimiento
escolar y permite llegar al almuerzo sin un hambre voraz. Un desayuno
completo puede constar de té con leche, tostadas con queso y una fruta, o
yogur con cereales y jugo de naranja".
En caso de presentarse situaciones en que no haya
tiempo para desayunar adecuadamente, los chicos pueden tomar una parte
del desayuno al levantarse y completarlo luego en la escuela, durante la
mañana. Algunas estrategias para tomar el desayuno sin descuidar la
llegada a horario a la escuela consisten en dejar preparadas las tazas y
cubiertos del desayuno en la mesa desde la noche anterior o turnarse
entre los integrantes de la familia para prepararlo.
Otro momento fundamental dentro de la alimentación
escolar, además del desayuno, es el recreo. Para esta pausa en el
estudio es importante seleccionar los alimentos más saludables dentro de
los ofrecidos en los kioscos escolares y preparar algunas 'colaciones'
sencillas para que los chicos puedan llevar al colegio. "Se trata de una
ocasión ideal para incluir alimentos que contienen una moderada
cantidad de calorías y gran cantidad y variedad de nutrientes, como las
frutas y los productos lácteos", señaló la licenciada Sayar.
Prestar atención a las colaciones de los chicos no sólo
contribuye a la adquisición de un equilibrio nutricional clave para su
crecimiento, sino que también influye en el desarrollo de hábitos que
los ayudarán a protegerse de enfermedades en el futuro.
Alimentos recomendables para mantener una alimentación saludable en el colegio:
. Frutas frescas (manzanas, bananas, peras u otras frutas)
. Yogur solo, con frutas y /o con cereales
. Leche chocolatada
. Frutas secas y desecadas
. Barritas de cereal
. Copos de cereales (preferentemente sin azúcar)
Fuente: lanacion.com
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