La actividad física ayuda a prevenir la disfunción eréctil y actúa como un afrodisíaco natural para hombres y mujeres.
Los deportistas tienen mejor sexo que los sedentarios.
Concluyentes, los resultados de múltiples investigaciones científicas
instalan un nuevo estímulo para quienes no se deciden a practicar
deportes por sus efectos más convencionales: mejorar el estado físico y
psíquico, prevenir las enfermedades cardiovasculares y la diabetes y
adelgazar.
Días atrás, investigadores del Departamento de Urología de la Universidad de Emory de los Estados Unidos
, publicaron los resultados de un estudio que indagó la vida sexual de
hombres sanos menores de cuarenta años. "Distintos estudios ya habían
evaluado la relación entre la práctica de actividad física y la función
eréctil en hombres obesos o de edad, pero el nuestro determinó esta
conexión en hombres jóvenes y saludables", afirmó Chad Ritenour, coautor
del estudio y director del Centro de Salud Masculina de Emory en un
documento de la Universidad estadounidense.
Tras analizar la función eréctil, orgasmo y
satisfacción sexual de los participantes, los científicos concluyeron
que los mejores resultados correspondieron a quienes practicaban deporte
intensamente, con un gasto calórico superior a las 1400 kilocalorías
semanales (correr de ocho a diez kilómetros por hora implica gastar 500
calorías).
Sexo al laboratorio
Los beneficios de la actividad física no alimentan
discriminación sexual alguna: investigadores de la Universidad de
Ankara, Turquía, demostraron que el ejercicio regular incrementa el
flujo sanguíneo en el clítoris y mejora la función sexual femenina.
Sin prejuicios, 25 jugadoras de voley de 20 a 45 años,
sexualmente activas y que entrenaban un mínimo de cuatro horas diarias
respondieron a un cuestionario sobre su vida sexual y se sometieron a
una ecografía Doppler que midió su caudal sanguíneo clitorídeo.
Los científicos turcos compararon los resultados con
los obtenidos por mujeres sanas de la misma media de edad pero que
limitaban su vida deportiva a dos horas semanales.
Según los resultados publicados en el Journal of Sexual Medicine
, el ejercicio regular incrementa el flujo sanguíneo en el clítoris, un
órgano sexual eréctil que interviene activamente en la regulación del
placer femenino durante la excitación y orgasmo. Sumado a la
multiplicación de endorfinas -las hormonas del placer- que se liberan
durante la práctica de ejercicios, las deportistas evidenciaron mejor vida sexual que sus pares menos activas.
"Practicar deportes te llena de endorfinas y te da un
cuerpo flexible que favorece tu predisposición a enroscarte con
alguien", dice Mercedes Bernardez, profesora de educación física y
artista plástica. "Hay que cuidar el envase, porque si no estás conforme
con tu cuerpo te da cierta cosa meterte en la cama con alguien; en
cambio si estás contento con tu cuerpo te dan ganas de compartirlo. Es
un efecto dominó".
Dominó de placer
"La sexualidad humana es compleja y juegan en ella cuestiones emocionales, conductuales y creencias", aclara el doctor Hernán Delmonte, médico deportólogo y cardiólogo de la Fundación Universidad Dr. René Favaloro. Pero un condimento que no puede fallar, especialmente en hombres: una saludable circulación sanguínea. El daño arterial puede desarmar hasta al más cuidado escenario erótico.Delmonte resalta el poder preventivo de un mínimo de 30 minutos diarios de actividad física y enumera sus múltiples beneficios:
- Incrementa la producción de oxido nítrico, un potente vasodilatador, necesario para dilatar los lechos vasculares de los cuerpos cavernosos del pene y del clítoris
- Actúa sobre la estructura y función de las células endoteliales, protegiendo las paredes arteriales
- Mejora la composición corporal: reduce el porcentaje graso y aumenta el magro
- Ayuda a dormir mejor, elevar la autoestima y reducir la depresión, que es causa frecuente de la disminución de deseo y de la disfunción eréctil
- Libera endorfinas, que estimulan la sensación de placer
Receta natural
De acuerdo con los datos relevados por el equipo de la División Urología del Hospital de Clínicas de la UBA entre el 41 y el 49% de los hombres mayores de 50 años presentan algún tipo de disfunción sexual, que exige distintos abordajes e intervenciones terapéuticas. No obstante, el estilo de vida no es ajeno a su resoluciónInvestigadores de la Universidad de Catania, Italia, publicaron una revisión de la literatura médica que partió de un dato puntual: la disfunción eréctil -dificultad para alcanzar o mantener una erección- incrementa con los años y recibe el impacto negativo de la inactividad física, que también avanza con los años. Optimistas, encontraron la receta para revertir ambos problemas: una combinación de dieta mediterránea y actividad física. La fórmula -natural, económica y de fácil aplicación- ayuda a disminuir la grasa visceral, mejora la función vascular y controla la hipercolesterolemia, el sobrepeso y la hipertensión, factores que amenazan a la sexualidad masculina.
Todo en su medida
El licenciado Guillermo Ojea, psicólogo del Deporte, suma su voto a favor de la actividad física ya que es "esencial en la mejora de la calidad de vida de las personas y, realizada de forma correcta y adaptada a las circunstancias particulares de cada uno, podría tener efectos beneficiosos en la actividad sexual".Pero advierte el riesgo implícito en los excesos, especialmente en los mayores de 50 o con riesgo cardiovascular: "Diversos estudios realizados en corredores adictos a la actividad física, revelan que aquellos que están dominados por la necesidad de correr, desarrollan un conjunto de síntomas perjudiciales para la salud".
Concederle a la actividad física "una prioridad creciente por sobre todas las demás actividades personales o desarrollar síntomas de abstinencia cuando se deja de practicar ejercicio", como alerta el licenciado Ojea, desnuda el lado oscuro de la actividad física: deja de ser un estimulante sexual para convertirse en un simple sustituto.
Fuente: lanacion.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario