En toda la temporada se suma más
de una semana que se debe pagar doble. Los referentes del sector están
preocupados. El número de días feriados y no laborables que coinciden
con la época de la cosecha de uva durante esta temporada ha subido los
costos de la mano de obra y está complicando a la industria
vitivinícola. Abril es el mes más problemático porque de un total de 30
días, casi la mitad del mes corresponde a días feriados o no laborables.
En total son 13, contra 17 días hábiles. Además si se tiene cuenta el
24, día de Acción por la Tolerancia y el Respeto entre los Pueblos
(declarado no laborable en conmemoración del genocidio del que fue
víctima el pueblo armenio, y que sólo rige para la comunidad armenia que
reside en el país) serían 14 los días en que no se trabaja normalmente.
En
realidad los contratiempos comenzaron con el feriado de Carnaval del 20
y 21 de febrero y se prolongarán hasta el Día del Trabajador el día 1
de mayo.
Durante esta semana, varios referentes
del sector, sobre todo enólogos, comentaron la incidencia y el
incremento de los costos, especialmente de la cosecha, como consecuencia
de tantos feriados.
Si bien todavía es difícil
hablar de porcentajes, Negocios & Economía consultó a diversos
sectores de la industria y todos coinciden en el impacto que genera la
situación descrita.
Testimonios
“Si
tomamos todos los feriados de este año durante la época de cosecha,
tenemos más de una semana completa de trabajo que se paga doble. Las
bodegas, tanto para la elaboración o cosecha, tienen que asumir un costo
doble por cada día no laborable. La influencia es importante”, sostuvo
Walter Pavón, desde Bodegas de Argentina.
“El
impacto en los costos depende de las decisiones que tomen las bodegas y
del personal permanente y temporario de cada una”, agregó.
Además
de los feriados, se suman los días no laborables. En abril hay dos, el
pasado Jueves Santo y el 24 el Día de Acción por la Tolerancia y el
Respeto entre los Pueblos . “En estos casos el empleador puede decidir
trabajar o no, tiene la posibilidad de elegir, pero puede sumar costos”,
remarcó el coordinador de Bodegas de Argentina.
Por
el lado de los enólogos, Gustavo Bauzá, de Bodegas Salentein, sostuvo
que “todo depende de la forma en que se organice la bodega para repartir
sus tareas. Nosotros trabajamos todos los días y en muchos casos las 24
horas, lógicamente esto incurrirá en un gasto mayor de mano de obra
para la empresa”.
Para Alejandro Vigil, jefe de
enología de Catena Zapata, “se complica mucho, no sólo por el aumento de
costos en sí, los cuales hoy nos asfixian por varios lados; sino por
los ritmos de ingreso. La logística se ve totalmente afectada y es muy
difícil salir de este tipo de esquemas, donde todo aumenta los costos
desmedidamente”.
En el caso de Federico Cassone,
que está al frente de la bodega familiar, señaló que en su caso “no
hemos cosechado los feriados, pero sí tenemos incidencia de costos para
el personal, que de un salario normal se ha pagado el doble”.
Por
su parte, Marcos Fernández, enólogo de Finca Decero, se mostró
preocupado: “En la bodega tenemos dos grupos de personas, uno de 10
operarios, en tareas de remontajes, y otro de 15, en la molienda. Las
horas son al 100% como si fuera un domingo, es el doble de costo”.
“Estos
feriados impactan más en las bodegas que hacen vinos de alta gama, como
nosotros, porque hace falta más mano de obra. Además se complica mucho
conseguir gente para cosechar”, agregó Fernández.
En
conclusión, como lo señaló Walter Pavón de Bodegas de Argentina: “Está
claro que si hay muchos feriados influyen negativamente en la época de
cosecha, sobre todo en una industria como la vitivinícola que ocupa gran
cantidad de mano de obra intensiva. Todo esto afecta a los costos”.
Fuente: Diario Uno
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