El Romero (Rosmary en inglés), cuyo nombre botánico es Rosmarinus officinalis es una planta aromática ampliamente distribuida en el mediterráneo donde se utiliza como ornamental, como condimento en cocina y como planta medicinal.
La parte activa de la planta es la hoja, de forma acicular, con el haz verdiazul y el envés plateado. Las hojas poseen unas glándulas que contienen aceites esenciales que le confieren un fragante y fuerte olor, al tocar las hojas comprimimos las glándulas y se vierte el aceite esencial, que se impregna en la mano quedando un olor agradable y característico.
Composición química. El romero contiene aceite esencial, lactonas sesquiterpénicas, ácidos fenilpropanoicos como rosmarínico y cafeico, flavonoides y triterpenos.
Actividad farmacológica. La hoja de romero tiene propiedades coleréticas, colagogas, antiinflamatorias y antioxidantes. El aceite esencial es revulsivo, estimulante circulatorio, antiespasmódico y antiséptico.
Indicaciones terapéuticas.
-La hoja de romero se debe emplear cuando existan trastornos debidos a insuficiencia digestiva.
-En uso externo el aceite esencial se puede aplicar en forma de pomada o alcohol de romero como antirreumático, cicatrizante y antiséptico.
-También se emplea como conservante, aromatizante, antioxidante, en la industria alimentaria y en la fabricación de licores.
-La esencia se ha utilizado popularmente como estimulante capilar sin ninguna justificación.
Efectos indeseables y contraindicaciones. La hoja de romero no se debe utilizar cuando exista obstrucción de vías biliares. El aceite esencial es potencialmente tóxico en uso interno, por lo que se debe utilizar con precaución en heridas abiertas o problemas inflamatorios extensos.
Formas de administración y posología. Las hojas se administran en forma de polvo, en infusión, como tintura o extracto. Las dosis recomendada es de 4 a 6 g de droga al día en uso interno, y para uso externo 50 g de hojas para un baño. Del aceite esencial se utilizarán de 10 a 20 gotas en uso interno y formas semisólidas con 6-10% de esencia para uso externo.
Fuente: laherbloguisteria.blogspot.com
La parte activa de la planta es la hoja, de forma acicular, con el haz verdiazul y el envés plateado. Las hojas poseen unas glándulas que contienen aceites esenciales que le confieren un fragante y fuerte olor, al tocar las hojas comprimimos las glándulas y se vierte el aceite esencial, que se impregna en la mano quedando un olor agradable y característico.
Composición química. El romero contiene aceite esencial, lactonas sesquiterpénicas, ácidos fenilpropanoicos como rosmarínico y cafeico, flavonoides y triterpenos.
Actividad farmacológica. La hoja de romero tiene propiedades coleréticas, colagogas, antiinflamatorias y antioxidantes. El aceite esencial es revulsivo, estimulante circulatorio, antiespasmódico y antiséptico.
Indicaciones terapéuticas.
-La hoja de romero se debe emplear cuando existan trastornos debidos a insuficiencia digestiva.
-En uso externo el aceite esencial se puede aplicar en forma de pomada o alcohol de romero como antirreumático, cicatrizante y antiséptico.
-También se emplea como conservante, aromatizante, antioxidante, en la industria alimentaria y en la fabricación de licores.
-La esencia se ha utilizado popularmente como estimulante capilar sin ninguna justificación.
Efectos indeseables y contraindicaciones. La hoja de romero no se debe utilizar cuando exista obstrucción de vías biliares. El aceite esencial es potencialmente tóxico en uso interno, por lo que se debe utilizar con precaución en heridas abiertas o problemas inflamatorios extensos.
Formas de administración y posología. Las hojas se administran en forma de polvo, en infusión, como tintura o extracto. Las dosis recomendada es de 4 a 6 g de droga al día en uso interno, y para uso externo 50 g de hojas para un baño. Del aceite esencial se utilizarán de 10 a 20 gotas en uso interno y formas semisólidas con 6-10% de esencia para uso externo.
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