miércoles, 25 de mayo de 2011

Locro criollo




Pareciera que la mayoría de las fiestas patrias se han programado en las épocas más frías del año para poder disfrutar de un buen locro casero.


El 25 de Mayo, el 20 de Junio y el 9 de Julio, plantean la excusa perfecta para poner a cocinar a la abuela o madre este delicioso guiso argentino.


El locro es una mezcla de ingredientes y de culturas.

Tanto criollos, como aborígenes e inmigrantes, han otorgado a este plato la mixtura representativa de nuestro país, además de un sabor único.

Recorrido por la historia


A pesar de la popularidad con que goza en nuestro país, el locro también persiste en el resto de Latinoamérica, aunque con diversos nombres.

El término “locro” proviene del quechua, también asociado a denominaciones como “rokkhro” o “rocro”, originario del imperio inca.


Estos aborígenes se extendieron por todo el territorio, llevando sus costumbres a gran parte del continente.

Al mismo tiempo, muchos sitúan al locro en épocas preincaicas, atribuyéndole su nacimiento a los pueblos andinos, cuya dieta se basaba en maíz, porotos y papa.

En Argentina, este guiso ingresó a través del Noroeste y Cuyo, y se expandió por todo el territorio, adoptando características particulares en cada región.


Actualmente, en todo el país se prepara locro principalmente para conmemorar el primer gobierno patrio, y demás fechas claves de la historia nacional.

Locro argentino


Las abuelas son las principales trasmisoras de este arte gastronómico a hijos y nietos, quienes agregan sabores nuevos y particulares a la receta original.


Cualquiera haya presenciado el movimiento de ollas, carne, maíz, porotos, verduras y especias, puede dar fe de que el locro implica cierta dedicación y tiempo. Un fuego lento y varias horas en la cocina.

Una vez que se prepara, no se escatima en cantidades, pues significa una ofensa a la cocinera no repetir el plato.

Debido a la cantidad de elementos que componen el locro, es que es una comida de lo más sana y nutritiva, ideal para consumir en invierno.


Además, hoy en día se ofrece en restaurantes de comidas típicas y en rotiserías.

Mientras más suculento y abundante, el locro provoca la tentación de muchos que escapan al invierno o a las conmemoraciones para disfrutarlo.


Asimismo, para aquellos que habitan en las afueras de la ciudad o en el campo, este plato es la mejor opción para ingerir calorías, al margen del sabor increíble.

El locro acompaña como emblema a la escarapela en los colegios, actos patrios y celebraciones nacionalistas, en cualquier rincón del país.

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