Su nombre procede del latín 'calendas', que hace referencia al primer día del mes, ya que sus flores, si las condiciones climáticas no son muy rigurosas, pueden surgir todos los meses. Las encontramos en tonos amarillos y anaranjados, se abren al amanecer y permanecen cerradas durante la noche. Tradicionalmente, se hacían guirnaldas con ella y se colocaban a las puertas de las casas, ya que, según la superstición, ahuyentaba las enfermedades.
Reproduccion por semillas
La plantaremos en primavera en un terreno seco y pobre, situado al sol, aunque también se desarrolla bien con sombra parcial. Las flores aparecerán unos dos meses después de la siembra. Soporta bien condiciones extremas, tanto las heladas como la sequía.
Cuidados necesarios
Para que crezca adecuadamente, necesita riego de forma habitual, y es recomendable la eliminación de la maleza que la rodea. Aunque no necesita suelos ricos en nutrientes, en casos extremos es recomendable añadir fertilizantes. La recolección se realiza cuando las flores se abren, y se conservan en un lugar a la sombra, que no tenga humedad. Una vez que están complemente secas, se conservan en tarros de cristal hasta su utilización.
Para que se utiliza
Como infusión, está indicada en caso de indigestión, úlceras, gastritis y vómitos, así como para regular la menstruación. Lavarse los ojos con agua de caléndula es efectivo en caso de conjuntivitis.
Además, también se utiliza en la cocina. En quesos y otros platos se añadía como colorante, así como para aportar aroma a diversos guisos. Antiguamente, también se añadían los pétalos de las flores a ensaladas, aunque su sabor era excesivamente fuerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario