La región fue ocupada por fenicios, griegos, cartagineses y, a fines del siglo II a.C., por los romanos. Mónaco pasó a formar parte de la Provincia de los Alpes Marítimos. Los romanos edificaron en La Turbie, el Trofeo de Augusto, que celebra el triunfo de sus campañas militares. Durante el mismo período, marinos fenicios y cartagineses trajeron prosperidad a la región. Mónaco fue anexada por Marsella y cristianizada en el siglo I.
A partir de la caída del Imperio Romano (siglo V d.C.), la región sufrió diferentes invasiones. En el siglo VII fue parte del reino lombardo, y cien años después del reino de Arles. Estuvo bajo dominación musulmana tras la invasión sarracena a Francia hasta que, tras su expulsión en el siglo X por el Conde de Provenza, la costa comenzó a poblarse poco a poco.
En 1191, Mónaco fue cedido a Génova como colonia. El 8 de enero de 1297 los Grimaldi, una familia de exiliados genoveses, se aferró a la fortaleza y comenzó lo que hoy es el palacio principesco. Su jefe, Fulco del Castello obtuvo del emperador Enrique VI el reinado de las tierras que rodean la Roca de Mónaco. Desde entonces, la Roca fue el objetivo de la lucha entre los dos grandes partidos de Génova: los gibelinos (partidarios del emperador) y los güelfos (fieles al papa) y aliados de los Grimaldi.
En 1331, Carlos I reconquistó la Roca y adquirió los bienes de los Spinola, aliados de los gibelinos, y los dominios de Menton y Roquebrune. Carlos I, considerado por muchos el verdadero fundador del principado y primer señor de Mónaco, murió en 1357 y su hijo Rainiero II combatió a los genoveses hasta que, en 1489, el rey de Francia y el Duque de Saboya reconocieron la soberanía de Mónaco.
En setiembre de 1641 Honorato II, príncipe y señor de Mónaco desde 1612, firmó con Luis XIII de Francia el Tratado de Peroné, por el que el reino de Francia aseguraba la protección al príncipe de Mónaco. Ese año, los españoles fueron expulsados del principado.
Durante la Revolución Francesa, el principado fue anexado a Francia y declarado protectorado de Cerdeña desde 1815 hasta 1860 por el Tratado de Viena. La soberanía volvió a Mónaco gracias al Tratado Franco-Monegasco de 1861.
El príncipe Carlos III de Mónaco atrajo a la alta sociedad internacional desde que, en 1863, abrió el primer casino, y en 1866 el centro Monte-Carlo.
Carlos III gobernó entre 1856-1889. Su hijo Alberto I promulgó la primera Constitución en 1911.
En 1918 la firma de un tratado sirvió para delimitar la protección de Francia sobre Mónaco, estableciendo que su política estaría alineada a la de Francia, al igual que los intereses militares y económicos.
El príncipe Rainiero III sucedió a su abuelo, Luis II, quien murió en 1949.
Una nueva Constitución, en 1962, abolió la pena capital, autorizó el sufragio femenino y nombró una Corte Suprema para garantizar las libertades elementales.
En mayo de 1993, Mónaco se convirtió en miembro oficial de las Naciones Unidas.
Aunque no es miembro de la Unión Europea, Mónaco estaba, en 1999, cerca de asociarse al mecanismo económico de la UE a través de su unión aduanera con Francia y su dependencia del euro como moneda oficial
Patrick Leclercq asumió el cargo de ministro de Estado en enero de 2000, reemplazando a Leveque. En octubre de ese año, Francia amenazó con tomar una serie de medidas parlamentarias contra el principado si éste no intensificaba sus esfuerzos por combatir el lavado de dinero. París acusó a Mónaco de ocultar información de vital importancia mediante el secreto bancario, pero no obtuvo respuesta del principado.
Desde octubre de 2002, el Grupo de Acción Financiera Internacional contra el Lavado de Dinero (GAFI) ubicó al principado en un segundo nivel de países catalogado como «algo cooperativo», junto a Barbados y Bermuda.
En 2004, la ley británica dictaminó que Stephen Troth (nacido en Chesterfield, miembro del grupo bancario HSBC), enfrentaría dos nuevos años de prisión, por la malversación de más de10 millones de dólares realizada en Mónaco. Un tribunal de Mónaco lo había condenado a cuatro años de prisión en 2002.
A los 81 años de edad, a raíz de dolencias en los pulmones, corazón y riñones, el 6 de abril de 2005 murió Rainiero. Hasta el momento de su muerte era el monarca de más largo reinado en Europa. Fue reemplazado por su hijo Alberto, de 47 años de edad.
El príncipe Alberto II realizó, en abril de 2006, una travesía de 120 kilómetros con trineos tirados por perros desde Barneo, una base ártica rusa, hasta el Polo Norte. El viaje, en conmemoración de uno de los cuatro que cien años atrás había realizado su ancestro Alberto I, sirvió para sumar la voz oficial del principado a las denuncias sobre el calentamiento global –uno de cuyos efectos más graves es el acelerado derretimiento de los cascos polares.
En 2007, el príncipe Alberto II dio a conocer, por primera vez en la historia del principado, las cifras del PBI. Esto permitió que negociara con Naciones Unidas cual sería la cifra que destinaría por conceptos de ayuda al desarrollo.
Fuente: guiadelmundo.org.uy
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