Gastronomia de Praga

Sus platos típicos

La cocina checa es bastante parecida a la austriaca: recetas de carne con espesas salsas y guarnición. El acompañamiento más típico son las Knedlíky (albóndigas de pan o patata) y la choucroute (col fermentada). Como entrantes, se toma sopas o platos fríos, entre otros, hígado de bacalao, lenguado ahumado o huevos duros rellenos. El pescado proviene de los lagos del sur, así como la caza de los bosques de bohemia.

Las ensaladas son corrientes y poco apetitosas, y el postre más conseguido son las tortitas rellenas de chocolate, frutas o nata. El café suele ser Turco, aunque se puede conseguir buen café italiano. Mención aparte merece el jamón cocido de Praga. Se puede comprar envasado al vacío para llevar. 

Prueba su cerveza

En todos los restaurantes y cervecerías se encuentran la rica cerveza de Karlovy Vary y un licor de hierbas amarillo semiamargo llamado Becherovka. El aguardiente de ciruela Slivovice es otra especialidad.

La cerveza checa más famosa es la Pilsner Urquell, original de Pilsen, localidad situada a 80km al suroeste de Praga. También de allí proviene la cerveza Gambrinus, mientras que la Budweiser llega de otra zona a 100km al sur de Praga. Se acompaña de carne salada o ahumada, queso, pan de ajo y patatas fritas. Hay pocos vinos extranjeros. La bodega se suele surtir de vinos de Moravia y Eslovaquia.

Los dos regímenes totalitarios entre 1939 y1989 han dañado enormemente la cultura de los cafés. Sólo algunos legendarios han sobrevivido, como el Europa en el hotel del mismo nombre y el Slavia, renovado en 1977.

Fuente: terra.es