Con apoyo de Coviar y Nación,
arranca la negociación en Washington para eliminar el duty. Equivale a
u$s 8 millones/año. La última vez fue en 2002, con resultado negativo.
Desde el lunes 5, el sector elaborador y exportador de mosto argentino
se enfrenta en Washington a su segunda oportunidad en casi una década
para lograr que el Gobierno de Estados Unidos acceda a eliminar, al
menos durante el 2012, el duty (derecho que se cobra a un producto
importado) de US$ 130 por tonelada que pesa sobre el jugo de uva
nacional en el que es su principal mercado. Si bien el sí o el no de la
USTR (United States Trade Representation) a tratar la solicitud formal
de Argentina recién se conocerá a fin de año, la esperanza es lo último
que se pierde.
Es que las condiciones para la
reapertura del Sistema Generalizado de Preferencias arancelarias parecen
ser las ideales: el 2011 cerrará con 170 mil toneladas vendidas, a un
precio favorable (a un promedio de u$s1.200, el mejor de los últimos
tres años) gracias al retroceso de un competidor como España, preocupado
por recuperar su mercado vinícola, y también del jugo de manzana chino.
Para
la Cámara de Elaboradores y Exportadores de Jugo de Uva, al ritmo de
las exportaciones actuales, que el trámite tenga éxito significará dejar
de erogar entre u$s 7 y u$s 8 millones anuales.
Un
monto que no le vendrá nada mal al sector para bajar los costos de
exportación. “Si se descarta un ajuste del tipo de cambio, sería
equiparable a la eliminación de las retenciones”, explica Sergio
Colombo, gerente de la Cámara, desde donde estiman que, a partir habrá
que esperar no menos de dos semanas para saber si EEUU evaluará el
planteo.
Lo cierto es que, al mejor estilo de un
juicio, la contraparte argentina, con apoyo de la Coviar y el Ministerio
de Agricultura de la Nación, deberá “defender” su postura con alegatos
sólidos ante el tribunal que representa la USTR .
Superado
ese primer filtro, tampoco la respuesta definitiva al pedido argentino
se conocerá pronto; cualquier pedido desde un país para mejorar su
posición arancelaria conlleva un análisis de, como máximo, 90 días. Por
lo que la eliminación del duty recién podría hacerse realidad a fines de
marzo.
Más allá de que es el único medio para
alcanzar el propósito (una gestión ante la OMC es inviable, al igual que
la negociación Mercosur-NAFTA) de cara al proceso hay confianza. Para
empezar, porque la oposición de la Asociación de Productores de
California, principal factor para el fracaso del 2002, hoy no es tal
gracias a que el foco del negocio se aleja del mosto para aproximarse a
la comercialización de pasas y vinos.
Pero más
allá del marco técnico de discusión que predispone la reapertura del
SGP, el acercamiento político entre la presidente Cristina Fernández y
Barack Obama durante la última reunión del G-20 es considerada la llave
que abrió la primera puerta a la negociación sectorial.
Algo
similar a un alineamiento de planetas ideal que hace pensar en que ésta
vez haya éxito. Según Colombo, un resultado fructífero significará un
“blindaje ante los competidores”.
Lo que, en
otros términos, es hablar de “una mejora frente a España, a las ventajas
que goza Chile gracias a su tratado de libre comercio y a la producción
que, en menor medida, puede colocar México” como socio del NAFTA.
Para
los productores-exportadores argentinos, es el reaseguro de otras 170
mil toneladas en ventas anuales, sin olvidar que la esperada panacea
tendrá fecha de vencimiento.
En 2013 habrá que rediscutir condiciones para extenderla.
Fuente: Diario Los Andes
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