Cae la competitividad de las
bodegas. Por la inflación en dólares, este año las exportaciones en
litros cerrarán con una pequeña caída. Finalmente, los pronósticos más
pesimistas de los bodegueros se cumplieron y por primera vez en casi una
década las exportaciones de vinos envasados cerrarán con una baja en
2011, medidas en litros.
En los primeros diez meses del año, acumulan
una caída del 2,7 por ciento en el volumen colocado en el exterior,
aunque en dólares crecieron un 10,7 por ciento, hasta rozar los US$ 600
millones. En el sector no se esperanzan con un cambio de tendencia en
los últimos dos meses y proyectan terminar el año con exportaciones por
US$ 700 millones, lo que implicaría un alza del 7 por ciento frente a
2010, y una baja cercana al 3% en litros.
La
combinación de volúmenes en baja y suba en dólares se explica a partir
de la inflación argentina, que provoca que las bodegas tengan que
aumentar sus precios de exportación para hacer frente a los mayores
costos internos, a riesgo de perder mercados internacionales. En la
industria precisan que en los últimos doce meses el precio del vidrio
aumentó en dólares un 17 por ciento, la uva en promedio subió un 30 por
ciento y el gasoil que consiguen las bodegas tuvo un alza superior al
30%.
En Caucasia Wine Thinking, alertan que el
fenómeno de la pérdida de la competitividad se va generalizando sobre
toda la industria. “Cada vez son más las bodegas golpeadas por la suba
de costos internos. Hace un año, se trataba de un problema limitado a
los vinos más baratos, que venden a precios promedio de 15 dólares por
caja de doce botellas; después llegó a los de 25 dólares por caja y hoy
ya afecta a la franja de 32/35 dólares. El problema es que la Argentina
no es Nueva Zelanda, que es un país enfocado en los varietales de
precios altos, y tiene una producción mucho más grande y no de nicho”,
señaló Ezequiel Barros, director de Caucasia Wine Thinking.
Si
se miran los números generales de la industria vitivinícola, la caída
en el volumen de vino embotellado se ve un poco disimulada por las subas
en las ventas del vino a granel y el mosto, que en dólares acumulan en
diez meses, incrementos en dólares del 124 y 63 por ciento,
respectivamente, de la mano de las subas de las commodities.
Sin
embargo, en la industria reconocen que la clave para imponer el vino
argentino en el exterior pasa por la venta de productos de mayor valor
agregado. “Como en el mercado local las bodegas tienen un tope para
subir precios buscan compensar exportando. El riesgo con este aumento de
costos e inflación en dólares es que, ante la imposibilidad de aumentar
precios, se empiece a exportar vino más barato. Así se mata la imagen
del vino argentino y la rentabilidad”, señaló Sergio Marly, director
general de Conosur & Andes de Pernod Ricard.
Las
bodegas también sostienen que el impacto en las exportaciones no fue
igual en todos los destinos. “Los mercados europeos son los que se
resintieron más, porque a los problemas de costos de la Argentina se
sumó su propia crisis. En cambio en los Estados Unidos venimos un poco
mejor porque el Malbec está de moda y hay una tendencia de los
consumidores a abandonar los vinos franceses y españoles para volcarse a
los del Nuevo Mundo, como los argentinos”, señaló Martin Lurisci,
director comercial de Viña San Pedro, la compañía de capitales chilenos
que en la Argentina controla a las bodegas La Celia, Tamari y Finca
Eugenio Bustos. “En nuestro caso logramos mantener las exportaciones de
un año al otro y seguimos destinando al mercado externo el 70 por ciento
de nuestra producción, pero esto se logra a costa de resignar márgenes.
En el exterior, uno de los puntos que más valoran es la continuidad en
las exportaciones, y el precio de perder un mercado internacional es más
alto que el de reducir nuestro margen de ganancia”, señaló Lurisci.
Otro
de los destinos que mejor noticias les trajeron a las bodegas
argentinas fueron los asiáticos, con una actuación sobresaliente de las
empresas que le vendieron a China. En diez meses, los envíos a este
mercado se incrementaron en dólares un 66 por ciento, con una suba
promedio del valor de 19,2 por ciento. China además desplazó a Suiza
como el país que compra los vinos argentinos de mayor precio.
“En
nuestro caso vamos a terminar el año con un crecimiento de nuestras
exportaciones del 20 por ciento en dólares, gracias a la apertura de
nuevos mercados en Asia como China, Taiwán y Vietnam, y el crecimiento
que tuvimos en Japón. Hoy estamos ganando muchos mercados, pero esos
ingresos van a pagar la inflación en la Argentina, porque los precios en
dólares sólo los pudimos incrementar un 3 por ciento”, señaló Roberto
Luka, socio de Finca Sophenia, una bodega boutique que comenzó a vender
en 2004 y que inicialmente destinaba el 97 por ciento de su producción a
la exportación.
Fuente: La Nación
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