El consumo de carne de animales salvajes permite obtener importantes
micronutrientes, sobre todo entre los niños, según se desprende de las
conclusiones de un estudio llevado a cabo por el doctor Christopher
Golden, de la Universidad de Harvard (Estados Unidos). El estudio,
publicado esta semana en "Proceedings of the National Academy of
Sciences" (PNAS), se realizó a lo largo de un año en el noreste de
Madagascar, donde la pérdida del acceso a carne de animales salvajes ha
provocado un aumento del 30% en la desnutrición de niños menores de 12
años.
"Esta investigación pone de relieve la tensión entre las políticas de
conservación, la salud humana y los medios de subsistencia", afirma
Golden. "La zona donde se realizó el estudio es un área extremadamente
pobre -Madagascar está a menudo entre los 10 países más pobres del
mundo-, donde la gente come carne de una a cuatro veces al año y pollo
una vez al mes. Por lo tanto, los alimentos salvajes a los que tienen
acceso son de enorme importancia, porque su carne les proporciona
nutrientes que no pueden conseguir de otras formas", apunta.
Golden recuerda que la anemia es la forma más frecuente de malnutrición.
A escala mundial, casi 2.000 millones de personas sufren de deficiencia
de hierro, un tipo de anemia que causa bajos niveles de hemoglobina, la
proteína que ayuda a transportar el oxígeno por todo el cuerpo. Los
niveles de hemoglobina se han relacionado con problemas en el desarrollo
cognitivo, el aumento de la mortalidad materna y el retraso mental.
Para analizar la repercusión del consumo de carne de animales salvajes
en los niveles de hemoglobina, Golden diseñó un estudio que siguió de
cerca la dieta de los niños en un área concreta de Madagascar. Durante
más de un año, los investigadores tomaron muestras mensuales de sangre
de niños menores de 12 años para medir sus niveles de hemoglobina.
Además se registraron y midieron con precisión las dietas de los niños.
"Cada trozo de pescado, cada trozo de carne, se pesó antes de entrar en
la olla con el fin de examinar la relación causal entre el cambio de la
biodiversidad y la salud humana", explica Golden. "Gracias a este
estudio longitudinal, hemos sido capaces de desentrañar el verdadero
efecto de la carne de animales salvajes en los niveles de hemoglobina",
relata. Los investigadores pudieron cuantificar los efectos en la salud
de la falta de acceso a la carne de animales salvajes, que provocó un
incremento absoluto del 12% de la anemia y un aumento relativo del 30%.
Los resultados sugieren que el objetivo no debe consistir en permitir la
caza sin restricciones o aplicar medidas de conservación estrictamente
controladas, sino un punto medio, donde los esfuerzos de conservación
permitan a las comunidades mantener su dieta o mediante la creación de
un sistema que posibilite reducir la caza a favor de la cría de animales
domésticos.
Fuente: consumer.es
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