De la mano de un portfolio consistente, la bodega está ayudando a cambiar la concepción de esta región mendocina, ahora más asociada a vinos de alta gama.
En pleno corazón de Recoleta, en la Ciudad de Buenos Aires, los propietarios de Algodon Wine Estates,
la joven pero prestigiosa bodega boutique mendocina, pudieron revivir
una parte del terroir sanrafaelino que hoy, de la mano de éste y algunos
otros jugadores, hoy se está redescubriendo y está mostrando su perfil más elegante.
En efecto, en el hotel boutique Algodon Mansion, de la mano de la alta cocina del restaurante Chez Nous, comandado por la mano experta del reconocido chef Antonio Soriano -que incorpora algunos ingredientes clave de esa zona mendocina-, sumado a un portfolio amplio de vinos, que añada tras añada, viene ganando en calidad, se fue construyendo la sólida "experiencia Algodon".
En un extenso almuerzo con Diego Coll Benegas, general manager de Algodon Mansion, Vinos & Bodegas pudo conocer a fondo la filosofía de la bodega y conocer sus próximos pasos, así como obtener una radiografía completa de las etiquetas que hoy está alumbrando esta bodega.
Tradición y modernidad
En efecto, en el hotel boutique Algodon Mansion, de la mano de la alta cocina del restaurante Chez Nous, comandado por la mano experta del reconocido chef Antonio Soriano -que incorpora algunos ingredientes clave de esa zona mendocina-, sumado a un portfolio amplio de vinos, que añada tras añada, viene ganando en calidad, se fue construyendo la sólida "experiencia Algodon".
En un extenso almuerzo con Diego Coll Benegas, general manager de Algodon Mansion, Vinos & Bodegas pudo conocer a fondo la filosofía de la bodega y conocer sus próximos pasos, así como obtener una radiografía completa de las etiquetas que hoy está alumbrando esta bodega.
Tradición y modernidad
La bodega, que recién está presentando en el mercado las añadas 2009, cuenta con unas 120 hectáreas de viñedos, a partir de los cuales vienen elaborando un volumen cercano a los 70.000 litros anuales.
Es una producción pequeña, acotada, considerando que la bodega está concebida para alcanzar un ritmo de 150.000 litros.
Sin embargo, Coll Benegas aseguró que "el plan es no apurarnos. Marcelo Pelleriti -asesor de la bodega- nos recomendó que fuésemos de a poco, que sigamos trabajando más y más en la calidad. Entonces nuestra filosofía cambió y ahora apuntamos a hacer, antes que nada, los mejores 70.000 litros que podamos. Y recién ahí sí empezar a crecer un poco en volumen".
Pelleriti, que viene trabajando con Algodón Wine Estates desde el comienzo del proyecto, también fue clave para la recuperación de un antiguo viñedo que data del año 1946, que había sido propiedad del mítico Enzo Bianchi pero que, por el paso del tiempo, estaba considerablemente descuidado.
"Marcelo fue reviviendo toda la viña, con mucho trabajo, planta por planta. Hoy nos está entregando un rendimiento de 3.500 a 4.500 kilos, pero la idea es llevarla a 2.500 kilos, un rendimiento mucho más acotado, pero que nos va a entregar la máxima calidad posible", se entusiasmó Coll Benegas.
En este sentido, a la hora de explicar el nivel que están logrando en bodega, el directivo consideró clave el hecho de que el viñedo está ubicado en una zona en San Rafael conocida como Cuadro Benegas que "está en una zona privilegiada, entre los ríos Atuel y Diamante, donde no hay presencia de arcilla, los suelos son limpios, con mucha piedra, buen drenaje y bastante profundidad. Sumado a que además no tenemos el problema de la salinidad que sí se dan en otras partes de San Rafael".
Sus vinos
Sin embargo, Coll Benegas aseguró que "el plan es no apurarnos. Marcelo Pelleriti -asesor de la bodega- nos recomendó que fuésemos de a poco, que sigamos trabajando más y más en la calidad. Entonces nuestra filosofía cambió y ahora apuntamos a hacer, antes que nada, los mejores 70.000 litros que podamos. Y recién ahí sí empezar a crecer un poco en volumen".
Pelleriti, que viene trabajando con Algodón Wine Estates desde el comienzo del proyecto, también fue clave para la recuperación de un antiguo viñedo que data del año 1946, que había sido propiedad del mítico Enzo Bianchi pero que, por el paso del tiempo, estaba considerablemente descuidado.
"Marcelo fue reviviendo toda la viña, con mucho trabajo, planta por planta. Hoy nos está entregando un rendimiento de 3.500 a 4.500 kilos, pero la idea es llevarla a 2.500 kilos, un rendimiento mucho más acotado, pero que nos va a entregar la máxima calidad posible", se entusiasmó Coll Benegas.
En este sentido, a la hora de explicar el nivel que están logrando en bodega, el directivo consideró clave el hecho de que el viñedo está ubicado en una zona en San Rafael conocida como Cuadro Benegas que "está en una zona privilegiada, entre los ríos Atuel y Diamante, donde no hay presencia de arcilla, los suelos son limpios, con mucha piedra, buen drenaje y bastante profundidad. Sumado a que además no tenemos el problema de la salinidad que sí se dan en otras partes de San Rafael".
Sus vinos
El almuerzo en Algodon Mansion se abrió con una degustación de las ya clásicas empanadas de cordero, chorizo y humita.
La primera etiqueta que se degustó fue el Chenin 2010, una partida ultra limitada de 250 botellas que no lleva el nombre de Algodon Wine Estates, sino que fue concebida exclusivamente para el hotel.
Coll Benegas destacó que "San Rafael tiene una larga tradición en
la elaboración de Chenin y en nuestro caso encontramos, en un viñedo de
Chardonnay, unas 15 hileras de esta variedad. Por eso le dedicamos un
tanque e hicimos una producción muy acotada, pensada para comercializarla internamente".
El vino es un Chenin sanrafaelino de manual, pero muy sutil, con algo de frutas secas como avellanas en nariz, acompañada por tenues notas de duraznos y algo de miel. En boca reveló una acidez controlada, con buena frescura, fragante y de paso más bien ligero.
El vino es un Chenin sanrafaelino de manual, pero muy sutil, con algo de frutas secas como avellanas en nariz, acompañada por tenues notas de duraznos y algo de miel. En boca reveló una acidez controlada, con buena frescura, fragante y de paso más bien ligero.
Luego, fue el turno del Chardonnay 2010, una etiqueta que sale un poco del estándar de los Chardonnay clásicos de San Rafael.
Hay algo de peras y frutas tropicales típicas pero sin la desmesurada expresividad que suelen transmitir los vinos procedentes de esa región mendocina. En boca muestra una agradable untuosidad, acompañado por una correcta acidez.
Una de las claves para lograr una mayor elegancia está, en parte, en
el manejo de canopia, con la cual fueron regulando la intensidad de la
luz sobre la vid. Además, un punto a destacar es que para su paso de 12
meses por barricas no utilizaron roble americano, que suele transmitir
notas de vainilla que potencian, justamente, esos clásicos aromas a banana sobremadura o a caramelo intenso.
Finalmente, la primera parte del almuerzo se cerró con el Rosé 2009.
Finalmente, la primera parte del almuerzo se cerró con el Rosé 2009.
Hay una ley en el mundillo del vino que -a veces acertadamente- no recomienda prolongar la guarda de un rosado más allá del año.
Pero siempre hay excepciones, y este rosado de Malbec de Algodon, justamente, se sale de esta máxima.
Es un vino que viene evolucionando muy bien en botella,
conservando un buen color y manteniendo un intenso caudal aromático,
donde se destaca una rica fruta, con las esperadas frutillas, seguidas
por algunas notas muy tenues de cerezas y algún touch de sandía.
En boca es un vino bastante intenso, con acidez óptima y un final agradable, de persistencia media.
Para el plato principal, una pechuga de pollo orgánico con una
cuidada selección de vegetales procedentes de San Rafael, fue el turno
de degustar el Pinot Noir, la Bonarda y el Malbec.
El Pinot Noir que hoy se encuentra en el mercado, un 2009, es la segunda añada comercializada por Algodon.
Es un interesante ejemplar que, si bien en algún aspecto se despega
un poco de las características típicas del "manual" del Pinot Noir -como
por ejemplo en el color, con una intensidad mayor a lo usual-, sí conserva la esencia que se espera encontrar en este varietal.
En nariz, una muy rica fruta roja, como
mermelada de frutillas, menos mineral y terroso que un ejemplar
patagónico, pero con un interesante aporte de madera francesa que le
agrega intensidad y cierta complejidad a la paleta aromática.
En boca es un vino con presencia, pero no menos armonioso,
encontrándose presentes muchas de las características presentes en
nariz: buena integración entre fruta, madera y acidez, con un final de
persistencia media.
Luego, fue el turno del Bonarda 2009. Al respecto,
cabe destacar que Algodon Wine Estates también es de las bodegas que
viene apostando por la "graduación" de esta cepa, la cual durante
décadas fue utilizada para la elaboración de vinos comunes y algunos
cortes, pero que viene peleando, con fundamentos, para ser una de las variedades estrella de la Argentina.
En el caso de la Bonarda de Algodon nos encontramos con un ejemplar que exhibe mucha expresividad en nariz,
con una muy rica fruta roja, acompañada por notas de café, aportadas
por su paso por barrica. En boca es un vino jugoso, con taninos sedosos,
pero sin resignar estructura. De final largo e intenso pero sin estridencias, conservando su elegancia.
Para el final, se escogió el Malbec 2009, un muy buen ejemplar del cual se elaboró una partida limitada de 17.500 botellas, que demuestra -por si todavía había escépticos- que San Rafael también está llamado a ser un productor de alta calidad de la cepa insignia de la vitivinicultura nacional.
Para el final, se escogió el Malbec 2009, un muy buen ejemplar del cual se elaboró una partida limitada de 17.500 botellas, que demuestra -por si todavía había escépticos- que San Rafael también está llamado a ser un productor de alta calidad de la cepa insignia de la vitivinicultura nacional.
En nariz, frutas rojas maduras, con un interesante touch ahumado y
notas de café, propios de su paso durante 16 meses por barrica
francesa. En boca exhibe una carnosidad que envuelve la boca, de la mano de taninos sedosos, bien trabajados, para culminar con un muy agradable final de persistencia media.
Salto de calidad
Algodon Wine Estates hoy está trabajando en un interesante programa de barricas, de la mano del propio Pelleriti y del enólogo Mauro Nosenzo.
En concreto, se trata de un sistema de microvinificación, es decir
que el proceso de elaboración, de punta a punta, se lleva a cabo en
barricas. Bajo esta concepción se está elaborando la cosecha 2009 que va a estar por encima de la línea reserva que actualmente está en el mercado. La misma saldrá al mercado a partir de septiembre de 2012.
Esta línea nueva, que saldrá a un precio equivalente hoy a unos $180, estará conformada por dos single vineyard -Bonarda y Malbec- y un blend.
Al respecto, Coll Benegas explicó que "la microvinificación tiene un costo muy superior y es un proceso complicado. Pero el resultado del vino es superior".
Para el directivo, con esto lograrán fortalecer el portfolio y significará un decisivo salto en la calidad.
"Nosotros empezamos con vinos que valían $40 y de allí pasamos a una
línea media que cuesta unos $85. La idea entonces es mantenerla, pero
con una producción más acotada, y enfocarnos más en vinos de calidad superior que resulten del programa de barricas. Con esto estaríamos mostrando lo que podemos dar en segmentos más altos", destacó.
Otro punto interesante es que en 2012 saldrá a la venta un Sauvignon Blanc con sello de San Rafael.
Para encarar una cepa un tanto "arisca" a terroirs donde reinan las
altas temperaturas, lo que hicieron fue enfocarse en el riego y el
manejo de canopia. Además, fue clave la cosecha, que se hizo en dos
momentos diferentes, para obtener bayas algo más maduras y otras con notas más herbáceas, y a partir de allí realizar el assemblage final.
A modo de conclusión, Coll Benegas explicó que "nosotros expresamos el potencial de San Rafael. Mostramos un poco el otro costado, y esto lo demostramos encontrándole la vuelta a variedades como el Chardonnay y el Pinot Noir".
El directivo agregó que "San Rafael se forjó, a lo largo del tiempo,
una imagen más vinculada con vinos de volumen, pero la potencialidad de
la zona está. Y no estamos solos en esta misión de redescubrir esta
región. También hay otras bodegas en la zona que están trabajando muy
bien. La clave es encontrar un buen terroir, amoldarse al clima y trabajar mucho el viñedo. Con este nivel de precisión es que se puede lograr muy buenos vinos en San Rafael.
Juan Diego Wasilevsky
Editor de Vinos & Bodegas iProfesional.com
Juan Diego Wasilevsky
Editor de Vinos & Bodegas iProfesional.com
Fuente: iprofesional.com
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