martes, 13 de abril de 2010

Cómo degustar un buen mate


Cae la tarde y en un bar de Palermo el escenario es como de una gran mateada. Sobre dos mesas largas descansan variedades de yerbas empaquetadas de a medio kilo. También hay, alineados, una decena de mates y bombillas y botellitas de agua mineral. "El mate tiene la poética del encuentro, es algo que nos une, nos convoca y está ligado a nuestra identidad", dice la catadora de yerba mate Josefina Armendares. Entonces, cuenta que ésta no será una réplica multitudinaria de las mateadas nuestras de cada día.

La invitación es aprender a catar yerbas, esto es, poder apreciar cómo lucen, cómo huelen y cómo saben las diferentes variedades y, al mismo tiempo, poder reconocer cuáles son los mejores maridajes de cada una, con qué comidas combinarlas.

"Los argentinos tenemos la ventaja de ser grandes tomadores de mates, de haber probado mucho y eso es un punto a favor para ser un buen catador de yerba", le dice a lanacion.com esta ingeniera agrónoma que complementó sus saberes de sommelier para volverse experta en la bebida "verde".

Armendares aclara que los argentinos, si bien toman mucho mate, saben poco de la historia de la yerba mate, de su cultivo, de las etapas de producción y almacenado, de sus propiedades. Se explaya en cada uno de estos puntos. Luego invita a poner algunas cucharadas de yerba en un plato hondo, a zarandear, a contemplar el color, la forma, el aroma.

- ¡Dorada, verde amarillento!, se escucha entre los asistentes

- Esos colores me gustaron; es un poco dorada la yerba, es cierto: sin tonos oscuros ni muy vivos

- Huele a bosque, a madera...

- ¡Muy bien!, aprueba la experta

"El aroma es fresco, se percibe algo frutal, dulce", se sigue escuchando. Así, con las voces de los asistentes, se fue reconstruyendo la esencia de cada una de las yerbas que la experta presentaba.

Recién entonces, aporta su receta de preparación de un buen mate: primero la selección de una calabaza de boca grande (y su proceso de cura), luego cargar tres cuartas partes de su capacidad, tapar la boca del mate con la palma de la mano, darlo vuelta y sacudirlo para acomodar la yerba y eliminar el polvillo, humedecer de a poco la yerba a un costado y allí introducir la bombilla. Luego, el agua a punto (entre 70 y 80 grados centígrados). Luego...¡empieza la ronda!

Orígenes de la yerba mate
La yerba mate es el resultado de un proceso de elaboración que tiene como materia prima la hoja de un árbol, de características similares al laurel, con un tronco gris claro, de hasta 50 cm de diámetro, y un promedio de 5 a 6 metros de alto, cuyas hojas apenas alcanzan los 10 cm de largo y poseen el borde dentado.

También tiene unos racimos alargados de bolitas lila oscuro o violeta muy pequeñas que son el fruto de árbol, que en su interior lleva una cuarteta de semillas de las que sólo una llegará a germinar. La planta crece en zonas boscosas y templadas, como los bosques subtropicales de la provincia de Misiones, en la Argentina, y también se encuentra en Paraguay y Uruguay.

Propiedades

-Rica en vitaminas A, B1, B2, C y E. La vitamina B colabora con el ingreso de azúcar en los músculos y nervios y con la actividad cerebral del ser humano. Las vitaminas C y E actúan como defensa orgánica y en las fibras del organismo
-Actúa como antioxidante
-Regula los latidos cardíacos, aumentando y disminuyendo así la presión arterial, gracias a las sales minerales y a la xantina
-Produce una sensación de bienestar, vigor y lucidez intelectual, basado en la presencia del alcaloide mateína
-Es diurética, facilita la digestión y aumenta la evacuación y urinación, y optimiza la absorción nutricional
-La acción estimulante de la yerba mate es más duradera que la del café y no tiene los otros efectos como insomnio e irritabilidad

Fuente: lanacion.com

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Cascada Inacayal - Villa La Angostura - Patagonia Argentina