El vodka a pesar de las leyendas, no es la bebida de tradición más antigua en Polonia. Desde mucho antes, ya se bebía bastante cerveza y vino de miel. Además desde el siglo XV se había hecho popular el consumo de vinos provenientes de Hungría y luego de Francia, España y Alemania.
Mientras que el vino era la bebida de la rica nobleza polaca, desde el siglo XII, la “gorzalka”, tal era la denominación que recibía entonces el vodka, era la bebida del campesinado y de la población urbana.
El vodka polaco tiene un carácter especial y debe servirse muy frío. Se realiza en dos variedades, puro y con sabor.
Entre los puros el más conocido es el Wyborowa. Sabe a centeno y es ligeramente dulce, sabor derivado del proceso de destilación y no del uso de aditivos. Los vodkas con sabores son infusiones de frutas, hierbas y otros ingredientes. Uno de los más originales es el Zubrówka, con sabor a hierba de bisonte. Esta hierba que sólo crece en el Parque Nacional de Bialowieza, al este de Polonia, es el pasto preferido del bisonte europeo, que todavía puede encontrarse en esta zona.
Otro vodka polaco único es el Goldwasser que siguiendo una receta original del siglo XVI, lleva copos de oro.
El vodka suele ir acompañado de algo para picar como arenques en sal, encurtidos de hongos o pepinos, salchichas polacas y pan de centeno. Estos sabores picantes y salados compensan el del vodka y al tiempo animan a una segunda ronda.
El aguamiel o hidromiel es una de las bebidas tradicionales de Polonia, se sigue preparando a base de antiguas recetas. Se elabora con miel fermentada diluida en agua, especias y lúpulo, aunque las recetas se suelen guardar en secreto. Tiene entre 9 y 18 grados de alcohol, dependiendo de las proporciones de miel y agua. Hay distintos tipos según el grado de alcohol. El poltorak (dos tercios) lleva dos partes de miel y una de agua. Este tipo es el más fuerte y dulce, y también está considerado como el de mejor calidad. El dwójniak lleva la misma proporción de miel y agua, el trójniak una parte de miel y dos de agua y, en el czwórniak, por una parte de miel se añaden tres de agua.
Mientras que el vino era la bebida de la rica nobleza polaca, desde el siglo XII, la “gorzalka”, tal era la denominación que recibía entonces el vodka, era la bebida del campesinado y de la población urbana.
El vodka polaco tiene un carácter especial y debe servirse muy frío. Se realiza en dos variedades, puro y con sabor.
Entre los puros el más conocido es el Wyborowa. Sabe a centeno y es ligeramente dulce, sabor derivado del proceso de destilación y no del uso de aditivos. Los vodkas con sabores son infusiones de frutas, hierbas y otros ingredientes. Uno de los más originales es el Zubrówka, con sabor a hierba de bisonte. Esta hierba que sólo crece en el Parque Nacional de Bialowieza, al este de Polonia, es el pasto preferido del bisonte europeo, que todavía puede encontrarse en esta zona.
Otro vodka polaco único es el Goldwasser que siguiendo una receta original del siglo XVI, lleva copos de oro.
El vodka suele ir acompañado de algo para picar como arenques en sal, encurtidos de hongos o pepinos, salchichas polacas y pan de centeno. Estos sabores picantes y salados compensan el del vodka y al tiempo animan a una segunda ronda.
El aguamiel o hidromiel es una de las bebidas tradicionales de Polonia, se sigue preparando a base de antiguas recetas. Se elabora con miel fermentada diluida en agua, especias y lúpulo, aunque las recetas se suelen guardar en secreto. Tiene entre 9 y 18 grados de alcohol, dependiendo de las proporciones de miel y agua. Hay distintos tipos según el grado de alcohol. El poltorak (dos tercios) lleva dos partes de miel y una de agua. Este tipo es el más fuerte y dulce, y también está considerado como el de mejor calidad. El dwójniak lleva la misma proporción de miel y agua, el trójniak una parte de miel y dos de agua y, en el czwórniak, por una parte de miel se añaden tres de agua.
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