Seguramente pocos no habran oído hablar de la exquisitez y variedad de la repostería austríaca. En efecto, los dulces del país son indiscutiblemente los reyes de su gastronomía. Muy extendida está la opinión de que los postres son, junto al café, dos elementos consustanciales a la vida de los austríacos.Al llegar al país se verán desbordados por la avalancha de atractivas pastelerías y bombonerías que hallarán a cada paso.
Resultan especialmente buenos los postres que se toman calientes. Entre ellos se destaca el Apfelstrudel, un pastelito hecho con manzana y trufas, envuelto en una masa de hojaldre deliciosa. A veces se sirve con crema y generalmente caliente. Existe una diversa variedad de strudels, quizás el más extendido es el Topfenstrudel, con una fina capa de hojaldre rellena de requesón y pasas. Son numerosas, asimismo, la variedad de buñuelos dulces, especialmente los de manzana que también se toman calientes, particularmente en invierno.
En cuanto a las tartas, la más celebre es la Sachertorte, la exquisita tarta de chocolate que pasa por ser la más representativa del país. Tenemos también la Linzetorte, original de la ciudad de Linz, que se elabora con mermelada de albaricoque y almendras. Hay diversas variedades de tartas: con nueces, avellanas, almendras, fresas y muchas otras.
Otros postres dignos de mención son el Palatschinken (especie de crepes); Besoffene, Topfengolatschn, Marillenknödel, Salzburger, entre otros.
Viena es una de las ciudades imperiales junto con Praga y Budapest. Cuando visite estas capitales europeas, no olvide reservar alojamiento con anticipacion.
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