José Rubén Morales es desde hace tres meses el nuevo enólogo de Callia. Anteriormente se desempeñó como enólogo en Bodega Pascual Toso. Durante la entrevista concedida mencionó: "mi desafío de trabajar aquí es mantener un estilo exitoso que en diez años ha ganado un gran mercado, tanto fuera como dentro del país y poder sostenerlo en el tiempo". Agregó que "el principal atractivo de Bodega Callia es que todos los productos están orientados a satisfacer las demandas de calidad, bajo un mismo estilo. La empresa se caracteriza por estar en permanente contacto con el consumidor, estableciendo una comunicación, a través de la página web, de ida y vuelta".
En relación a la vendimia de San Juan, destacó que a pesar de no llegar a los valores históricos de azúcar, "tuvimos una madurez polifenólica muy aceptable, con colores intensos y taninos amables que dan firmeza al vino. Hemos logrado vinos con un tenor alcohólico inferior a los valores normales, pero con colores vivos". Respecto del retraso en la cosecha, señaló que, en esa provincia, sólo sucedió en casos puntuales y en ciertas cepas, como Bonarda.
- ¿Cuáles cree que son las ventajas competitivas que puede ofrecer San Juan en comparación con otras provincias?
Lo más fascinante de San Juan es su diversidad. Desde el punto de vista competitivo, ofrece una excelente relación calidad/precio en su materia prima, logrando grandes productos a precios accesibles. Otra ventaja importante es la historia vitivinícola de San Juan, donde el vino está completamente arraigado a la cultura y al trabajo. En general, la gente conoce la forma de trabajo de esta industria lo cual es una competencia importante frente a otras regiones nuevas en el tema vitivinícola.
- ¿Cuáles son las potencialidades de los vinos de San Juan?
En primer lugar, debemos saber que San Juan tiene características geográficas y climáticas que permiten obtener productos de alta calidad y esto no son sólo palabras, ya que nos encontramos en una zona donde el clima ayuda a tener uvas sanas y hay baja probabilidad relativa del impacto de accidentes climáticos. Esto nos asegura vendimias de calidad y cantidad constante, lo cual es importante a la hora de abastecer mercados exigentes.
Además, los vinos pueden satisfacer las necesidades de cualquier mercado, ya que podemos elaborar desde vinos jóvenes y frutados, hasta vinos ícono. Con respecto a estos últimos, en San Juan existen microterroirs que permiten lograr vinos únicos.
- ¿Cuáles cree que son las diferencias que ofrecen estos vinos?
Parte de la potencialidad de los vinos sanjuaninos es que pueden ser los primeros del año en llegar a los mercados. Por ejemplo, ya tenemos vinos jóvenes y frutados, listos para ser consumidos. Quizás es el mejor momento de estos productos, donde la fruta se expresa al máximo, los colores son vivos y en boca son dulces, redondos y amables. Todo esto le da a San Juan un potencial comercial enorme, ya que sus vinos podrían ser los primeros en salir con la nueva cosecha y con la calidad en su máxima expresión.
Finalmente, tenemos un gran abanico de variedades, con el Syrah a la cabeza, seguido del Malbec, Viognier, Tannat, Bonarda y Pinot Gris, entre otras
Más allá del Syrah"Si bien las exportaciones de Syrah han caído, la calidad continúa intacta. Creo que San Juan debe enfocarse en el Malbec y seguir los esfuerzos que hace el país en su conjunto, ya que hoy es la llave para abrir mercados. Esta variedad traccionará a las demás.
En relación al Malbec de San Juan debemos saber a dónde enfocar los esfuerzos, ya que los vinos de esta cepa que se producen en los valles Zonda, Ullúm y Pedernal, son de alta gama y como consecuencia casi natural, el Syrah entrará en este movimiento.
El Syrah es la cepa emblema de San Juan. Es la única que se adapta a todas las regiones de la provincia, a diferencia de otras variedades tintas tradicionales como el Malbec y el Cabernet que no tienen buena adaptación en el valle de Tulúm", destacó Morales.
Fuente: Area del Vino
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