Los higos secos y uvas pasas de Málaga eran ya famosos en todo el mundo durante la época musulmana. Yo los he comido riquísimos en Árchez, pueblo del corazón de la Axarquía, que bien vale la pena visitar para admirar el precioso alminar en ladrillo y azulejos de su antigua mezquita. Aquí les propongo esta receta que, aunque simple, creo que les sorprenderá.
Necesitamos: higos secos, leche y azúcar.
Partimos los higos en trozos (previamente les habremos quitado los cabos). Los trituramos en el vaso de la batidora con un poquito de leche. El resultado es una masa a la que vamos añadiendo leche poco a poco mientras seguimos batiendo. Al final se agrega un poco de azúcar, pero con cuidado de no pasarnos, porque el higo ya de por sí es dulce.
La proporción por cada medio litro de leche viene a ser de cuatro higos, aunque esto puede variar dependiendo del tamaño de estos.
Necesitamos: higos secos, leche y azúcar.
Partimos los higos en trozos (previamente les habremos quitado los cabos). Los trituramos en el vaso de la batidora con un poquito de leche. El resultado es una masa a la que vamos añadiendo leche poco a poco mientras seguimos batiendo. Al final se agrega un poco de azúcar, pero con cuidado de no pasarnos, porque el higo ya de por sí es dulce.
La proporción por cada medio litro de leche viene a ser de cuatro higos, aunque esto puede variar dependiendo del tamaño de estos.
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