Allí, detrás de la sonrisa del carnicero Rico Cheung, se atesora el mejor lomo argentino. Y hay una sorpresa: cuesta más barato que en Buenos Aires.
Un kilo de carne argentina de primerísimo nivel cuesta, después de cruzar el mundo, el equivalente a 49 pesos. La carne que se consigue es de los frigoríficos Finexcor, propiedad de la multinacional Cargill, y Lafayette, ubicado en el barrio porteño de Barracas.
“Por ahora, tenemos”, le dijo Cheung a PERFIL. El “por ahora” manda al hablar aquí de carne argentina. La Argentina exportó a Hong Kong carnes vacunas por US$ 13,3 millones en 2008 y por US$ 25,4 millones en 2009. A pesar del incremento en las exportaciones, lo único que reina en el mercado de carnes argentino en Oriente es la duda.
“Me llama la atención, y a la vez no tanto”, dijo el argentino Sebastián Guevara respecto del bajo precio del lomo en Hong Kong. Guevara es chef ejecutivo de la parrilla Wooloomooloo (se lee Wulumulú). Hay cinco restaurantes en esta ciudad bajo la dirección de este cocinero, inspirados en el concepto de la carne australiana, más conocido por los asiáticos.
Guevara consume unas 30 toneladas de carne por año aproximadamente, según aclaró.
“Sé que los que están importando carne argentina no se están quedando con un margen muy grande”, le dijo Guevara a PERFIL.
“Por una cuestión del marketing que hicieron Australia y los EE.UU., se va a elegir ésa (carne)”, explicó Guevara. “La gente acá prefiere el alimentado a grano que el alimentado a pasto; nosotros trabajamos principalmente con carne australiana, ahora empezamos con la argentina, y la gente la recibe muy bien, aunque hay gente a la que no le vamos a poder cambiar el gusto por la carne (...) alimentada a maíz”, agregó.
Guevara evalúa que la carne argentina llegará a Asia con más ímpetu cuando los compradores puedan confiar en un suministro estable.
Un importador argentino de carnes que reside en Oriente coincidió con la opinión. El empresario pidió no ser identificado por las sensibilidades políticas que este tema genera en Buenos Aires.
Entre tanto, en la carnicería de Cheung se ven cajas de carne brasileña en la vereda. El producto de ese país no lleva el “por ahora” del pampeano.
La carne vacuna brasileña crece. En 2008 entraron US$ 161 millones y para 2009, US$ 211 millones, más de ocho veces la cantidad argentina.
Hong Kong puede no ser el destino final de todos los embarques. El importador argentino detectó que mucha carne brasileña en Hong Kong es, de hecho, argentina. El empresario explicó que los frigoríficos brasileños en la Argentina exportan a su país la mercadería evadiendo las restricciones argentinas y luego la venden al mundo sin las limitaciones a la exportación que padecen los frigoríficos argentinos.
Así, las medidas contra la exportación de carne del gobierno argentino benefician a los frigoríficos brasileños, aclaró el empresario.
Fuente: perfil.com
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