Siempre hemos dicho que el ambiente en que se desarrolla una comida puede afectar grandemente nuestro acto de comer, sin embargo, algo novedoso al respecto es que los cubiertos y la vajilla también influyen, pues afectan la percepción de lo que comemos con ellos.
Tres estudios han comprobado la influencia de la cubertería y la vajilla en el acto de comer, detectando que el color de los platos afecta la percepción del sabor
así como también, el material del cubierto. Así, en platos blancos se
percibe más dulce y sabroso un postre que en platos de color negro y si los cubiertos son de plástico pierde sabor el plato con respecto al uso de cubiertos de metal.
Entonces, el color de los platos y los cubiertos que se emplean son
sin duda determinantes de cuánto agrada una comida al consumidor o no,
algo que es de relevancia sobre el acto de comer, sobre todo, cuando
pretendemos saciar nuestro apetito, es decir, nuestras ganas de comer.
Dado que lo mejor para calmar los deseos de comer algo específico es
degustar el plato escogido en pequeñas proporciones y disfrutando del
mismo lo más que se pueda, entonces, saber que saboreamos y nos agrada más un pastel consumido en plato blanco y con cuchara de metal puede
ser de ayuda para calmar nuestro apetito, experimentando más placer al
comer que si los cubiertos fueran de plástico y plato de otro color.
Una vez más, el entorno dice mucho al momento de comer y
muchas veces confirmamos que la comida entra por los ojos, por eso, el
contraste de un postre sobre el plato blanco resulta más atractivo y por
ende se percibe más sabroso que sobre un plato de color negro.
Fiente: vitonica.com
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