La Stevia es uno de ellos. Proporcionan muy pocas o ninguna caloría y
tienen un sabor dulce mucho más intenso que el azúcar. Conocé sus
secretos.
En el Simposio de Edulcorantes No Calóricos realizado en Bogotá por
la Serie Científica Latinoamericana, se obtuvieron interesantes
conclusiones.
1. No incrementan el hambre.
Las investigaciones no demuestran que aumenten el apetito. “Se han
realizado estudios en los que se administró a diferentes grupos de
personas líquidos con glucosa, con edulcorantes no calóricos y agua
pura, y al medir el apetito y la ingestión de alimentos, no se encontró
que encontraron diferencias”, explica el Dr. Adam Drewnowsky, de la
Universidad de Washington. Agrega que el mito se basa en la supuesta
liberación de insulina y otras hormonas de la absorción cuando se
perciben las notas dulces en la lengua, pero no están sustentados en
evidencia de ningún tipo.
2. No sacan el hambre. “Sólo producen un efecto de volumen, que es
transitorio” afirmó el mismo profesional en su disertación.
3. Son una herramienta para balancear el consumo energético, para
aquellas personas que lo necesitan, siempre dentro de un estilo de vida
activo y saludable.
4. Pueden ser usados con seguridad por toda la familia. Los
estudios evidencian que son inocuos los edulcorantes no calóricos
(Aspartame, Acesulfame K, Sacarina, Ciclamatos, Glicósidos de Esteviol)
en niños a partir de los 12 meses y mujeres embarazadas.
5. Son un aliado para los diabéticos. Los alimentos y bebidas
endulzadas con edulcorantes no calóricos son un aliado para las personas
que viven con diabetes para tener una dieta más variada y disfrutar del
sabor dulce de una manera segura, siempre que formen parte de una
alimentación equilibrada y se acompañen de una rutina de actividad
física.
6. No son peligrosos. “Se trata de ingredientes cuya inocuidad es
probada siguiendo un riguroso proceso de evaluación tanto a nivel
nacional como internacional, muy similar al de las medicinas, para
garantizar que son seguros para el consumo humano”, afirma la Dra.
Bernardene Magnuson, de la Universidad de Toronto, Canadá.
7. Son sintéticos. Si bien se llaman popularmente “artificiales” a
los edulcorantes obtenidos por síntesis química, la palabra correcta
debería ser “sintéticos”, y son todos salvo los glicósidos de esteviol
(extracto de Stevia purificado al 95%). El extracto de Stevia se extrae
como si fuera un proceso similar al de una infusión de té, pero luego
se purifica, separándola de otros componentes de la hierba. Los
estudios toxicológicos que aseguran la inocuidad fueron hechos con el
extracto purificado al 95%.
Fuente: rouge.perfil.com
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