Una simple dieta sana y balanceada puede mejorar el comportamiento de
los niños con trastorno de déficit de atención con hiperactividad si la
terapia y la medicación fracasan. La importancia de la alimentación en el comportamiento.
Así lo reveló un estudio publicado en la revista estadounidense Pediatrics.
“Una mayor atención a la educación de padres e hijos para que
sigan una dieta saludable, que omita elementos que parecen predisponer
al déficit de atención con hiperactividad (TDAH), es quizá el
tratamiento complementario o alternativo del TDAH más prometedor y
práctico”, dijo el estudio, realizado por médicos de la Northwestern
University Medical School en Chicago.
“La educación pública en cuanto a un modelo de dieta y un estilo de
vida saludable para prevenir o controlar el TDAH puede tener un mayor
éxito a largo plazo”, señalaron los investigadores, que mencionaron una dieta rica en pescado, verduras, frutas, legumbres y granos enteros.
Sin embargo, los científicos, que revisaron los últimos estudios
sobre el tema, hallaron evidencia contradictoria sobre el impacto de los
suplementos y las dietas con restricciones, que en algunos casos no
fueron mejores que el efecto placebo.
Por lo tanto, señalaron que las intervenciones nutricionales deben
considerarse como un método alternativo o secundario para tratar el
TDAH, no una primera opción.
Un 3% a 5% de los escolares de los Estados Unidos, o casi cinco millones de niños, son diagnosticados con TDAH,
que implica comportamiento hiperactivo, incapacidad para prestar
atención e impulsividad. A menudo, este trastorno se trata con
medicamentos estimulantes, como la controvertida droga Ritalin.
Las causas exactas del TDAH son desconocidas, aunque los estudios
señalaron factores hereditarios, así como influencias sociales y
ambientales. Comer alimentos ricos en azúcar y alto contenido de grasa puede empeorar los síntomas, demostraron algunos estudios.
Pero aunque medidas como dar suplementos de hierro o evitar los
aditivos y colorantes alimentarios se hicieron muy populares en los
últimos años, el estudio en la revista Pediatrics dijo que hay poca base científica sólida para respaldar esas afirmaciones.
Por ejemplo, la muy elogiada Dieta Feingold, que restringe el azúcar,
y prohíbe los aditivos y colorantes, así como las manzanas, uvas,
embutidos o salchichas, no parece ser tan beneficiosa como se cree.
“Los estudios revisados no han confirmado la eficacia de la dieta como afirman sus promotores”, dijo la revista Pediatrics,
que también señaló que el régimen era muy difícil de seguir para muchos
padres. Del mismo modo, indicaron que el consumo de posibles alérgenos
en la dieta, como trigo, huevos, chocolate, queso y frutos secos,
probaron tener un éxito limitado en algunos niños con TDAH, “pero el
efecto placebo no se pudo descartar”, dijo el estudio.
Incluso cuando se trata de azúcar y gaseosas light, dos elementos que
muchos padres creen que pueden provocar hiperactividad en los niños,
los estudios científicos no pudieron demostrar un vínculo definitivo.”La
mayoría de los estudios revisados no prueban un efecto adverso
importante de la sacarosa o el aspartamo”, dijo el estudio.
Los autores señalaron que evitar alimentos con alto contenido
de azúcar en los niños pequeños “puede prevenir exacerbaciones del TDAH
relacionadas con la dieta”. Pero cuando los padres restringen
el consumo de azúcar de un niño con el fin de evitar el mal
comportamiento, su creencia inherente de que eso va a funcionar
probablemente contamine cualquier evaluación objetiva de si funciona o
no.
“En la práctica, la relación entre el azúcar y el
comportamiento hiperactivo es tan universal en la opinión de los padres
de niños con TDAH que probablemente ningún estudio o consejo médico
cambie esta percepción“. Por otra parte, el presunto papel del
zinc y de la deficiencia de hierro merece más estudio, en tanto no se
demostró que la terapia de megadosis de vitaminas funcione, e incluso
puede ser peligrosa a largo plazo, indicó el estudio.
Fuente: AFP
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