La asistencia la brindan las empresas de Indonesia, donde las mujeres que se reincorporan a su trabajo luego de ser madres pueden extraerse leche y enviarla a sus niños con un cadete, para así no interrumpir el tiempo de lactancia recomendado por los médicos.
Febby Kemala Dewi regresó a su trabajo en una firma contable de
Yakarta luego de tres meses de licencia por maternidad pero, como tantas
otras mamás recientes, tenía problemas para equilibrar su vida laboral y
hogareña, especialmente para mantener a su pequeña bebé alimentada.
Con la intención de seguir amamantando, incapaz de extraerse
por la mañana antes de irse a trabajar suficiente leche de pecho para
todo el día y deseosa de darle a su hija la mejor alimentación posible,
finalmente esta mujer terminó acudiendo a un servicio único en Yakarta:
una mensajería de leche materna.
“Tengo que trabajar, pero al mismo tiempo aún puedo alimentar a mi
bebé”, dijo Dewi, cuyo escritorio está lleno de fotos de su sonriente
pequeña de 8 meses, Ashalina Putri.
Ahora, la especialista en tecnologías de la información de 29
años se extrae leche en su oficina en el centro de la ciudad y un
cadete la pasa a buscar cerca de la hora del almuerzo.
Colocada en un envase correctamente refrigerado, el cadete lleva la
carga sobre sus hombros, mientras recorre entre 45 minutos y una hora en
motocicleta por las calles de Yakarta para entregar la leche de pecho a la mamá de Dewi, que cuida de su pequeña hija.
La economía indonesia tiene la tasa de crecimiento más veloz de Asia después de China e India
y el Ministerio de Otorgamiento de Poder a las Mujeres estimó que en el
2009 había 40 millones de mujeres trabajando. Esa cifra está en
aumento, igual que la cantidad de mamás trabajadoras.
El particular servicio de mensajería que utiliza Dewi fue
lanzado en 2010 por Fikri Nauval, propietario de un negocio de
transporte de carga y documentos, que dijo que se inspiró en su esposa,
quien usaba a uno de los motociclistas de su empresa para enviar su
leche al hogar y así alimentar a su bebé después de tener que regresar a
su empleo.
El costo del envío es de entre 30.000 y 40.000 rupias (unos 3,30 a 3,40 dólares)
e incluye un seguimiento de las condiciones del tránsito y las mejores
rutas para los conductores, que usan un sistema de GPS computarizado.
“Quisiera ayudar a esta nación a construir una generación mejor
facilitando a las madres trabajadoras el envío al hogar de su leche de
pecho para sus bebés”, dijo Nauval, de 40 años, quien siente que los
nutrientes de la leche materna no pueden ser reemplazados por la
variedad de fórmulas existentes.
Esa sensación se hace eco en las autoridades, que están teniendo problemas para alentar a las mujeres de Indonesia a amamantar a sus bebés recién nacidos.
El número de mujeres lactantes cayó al 38 por ciento en el 2007, dijo
Yulianto Santoso Kuniawan, pediatra y asesor en lactancia.
Es que la mayoría de las madres recibe durante su estadía
hospitalaria tras el parto muestras gratis e información que promueve el
uso de fórmulas, pero Kuniawan dijo que los centros médicos deben hacer más para promocionar la lactancia materna,
especialmente por la inmunidad natural que brinda. “Con este tipo de
asesoramiento, puedo ver que las mamás muestran mayor interés en
amamantar a sus hijos”, agregó el experto.
Y aunque un recorrido por el caótico tráfico de Yakarta no parecería
el mejor de los ambientes para la lecha materna, Nauval señaló que sus
clientas comprenden y se entusiasman con el servicio, dado que el envío
llega seguro y en perfectas condiciones a sus pequeños hijos.
Fuente: Reuters
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