Cada año, cerca de 400 bodegas exportan sus productos bajo 1.600 marcas diferentes. Son "embajadores" de la Argentina en el exterior y su valor agregado, a nivel marca país, va más allá de las divisas. Acceda al ranking elaborado por la consultora MRT en exclusiva para iProfesional.com
La Argentina acaba de batir un récord histórico en lo que hace a ventas al mundo, con envíos que superaron los u$s80.000 millones, casi u$s10.000 más que la cifra registrada en 2010.
En este contexto, el campo -más allá de la crisis climática que atraviesa actualmente- cerró un excelente año en cuanto a producción y volvió a reafirmar a la Argentina como uno de los principales proveedores de alimentos, al mantenerse como el primer exportador mundial de aceite de soja, el tercero en porotos, el segundo en maíz y el cuarto en trigo.
En el terreno industrial también hubo lugar para las sonrisas, especialmente para las empresas del rubro automotriz, cuyas ventas al exterior -sumando autos, camionetas y camiones- se acercaron a los u$s9.000 millones, posicionando a la Argentina en el top 20 de los principales países productores de vehículos del mundo.
Pero más allá de los grandes números y de los enormes volúmenes, hubo un rubro -que define parte de la "argentinidad" y que además funciona como una suerte de "embajador" en el mundo- que también "descolló" a lo largo de 2011: la industria vitivinícola.
Los envíos al mundo de toda esta rama de actividad -que incluye vino fraccionado, a granel y mosto- alcanzaron cerca de u$s1.050 millones, lo que implicó un alza del orden del 20% respecto a 2010.
De ese total, cerca del 70% correspondió a productos con valor agregado. Es decir, el vino que, dentro de una botella y con una etiqueta, representa al país en el exterior.
En diálogo con iProfesional.com, Mario Giordano, gerente de Wines of Argentina, la entidad que nuclea a las principales bodegas exportadoras del país, reconoció que algunas compañías, especialmente las que están enfocadas en los segmentos de precios más bajos, "han perdido competitividad" por la suba de costos, generando que en vinos fraccionados, si bien crecieron las exportaciones en divisas, "hubo una baja en los volúmenes".
Sin embargo, destacó que la Argentina sigue contando con una "carta ganadora" que permitirá sostener las ventas al mundo y contrarrestar los efectos de una suba de costos que castiga a todas las empresas por igual. Se trata del Malbec, que todavía sigue causando furor en los principales mercados en el exterior, como Estados Unidos.
En este contexto, el campo -más allá de la crisis climática que atraviesa actualmente- cerró un excelente año en cuanto a producción y volvió a reafirmar a la Argentina como uno de los principales proveedores de alimentos, al mantenerse como el primer exportador mundial de aceite de soja, el tercero en porotos, el segundo en maíz y el cuarto en trigo.
En el terreno industrial también hubo lugar para las sonrisas, especialmente para las empresas del rubro automotriz, cuyas ventas al exterior -sumando autos, camionetas y camiones- se acercaron a los u$s9.000 millones, posicionando a la Argentina en el top 20 de los principales países productores de vehículos del mundo.
Pero más allá de los grandes números y de los enormes volúmenes, hubo un rubro -que define parte de la "argentinidad" y que además funciona como una suerte de "embajador" en el mundo- que también "descolló" a lo largo de 2011: la industria vitivinícola.
Los envíos al mundo de toda esta rama de actividad -que incluye vino fraccionado, a granel y mosto- alcanzaron cerca de u$s1.050 millones, lo que implicó un alza del orden del 20% respecto a 2010.
De ese total, cerca del 70% correspondió a productos con valor agregado. Es decir, el vino que, dentro de una botella y con una etiqueta, representa al país en el exterior.
En diálogo con iProfesional.com, Mario Giordano, gerente de Wines of Argentina, la entidad que nuclea a las principales bodegas exportadoras del país, reconoció que algunas compañías, especialmente las que están enfocadas en los segmentos de precios más bajos, "han perdido competitividad" por la suba de costos, generando que en vinos fraccionados, si bien crecieron las exportaciones en divisas, "hubo una baja en los volúmenes".
Sin embargo, destacó que la Argentina sigue contando con una "carta ganadora" que permitirá sostener las ventas al mundo y contrarrestar los efectos de una suba de costos que castiga a todas las empresas por igual. Se trata del Malbec, que todavía sigue causando furor en los principales mercados en el exterior, como Estados Unidos.
Además,
Giordano destacó que si bien esta cepa es la "niña mimada" de la
crítica internacional especializada, "su nivel de consumo en el mundo
todavía es muy pequeño. Lo que nos permite tener expectativas de crecimiento a futuro".
Los artífices del boom
Según un relevamiento realizado por la consultora Market Research & Technology, en exclusiva para iProfesional.com, durante 2011 la Argentina exportó vino embotellado bajo 1.600 marcas diferentes, de la mano de cerca de 400 bodegas, lo que demuestra que se trata de una industria muy diversificada, dado que en otros sectores, como el de las commodities agrícolas, apenas un puñado de empresas maneja el grueso de los granos producidos localmente.
En este contexto, el vino elaborado en la Argentina más exitoso en el exterior -en término de ingreso de divisas por exportaciones- fue el Alamos, la ya tradicional línea elaborada por Catena Zapata y que generó ventas al mundo por casi u$s28 millones, tal como se puede apreciar en la siguiente infografía:
En diálogo con este medio, Alejandro Vigil, jefe de enólogos de la prestigiosa bodega, explicó que "Alamos es un vino de volumen pero que nos demanda mucho esfuerzo y es la relación precio/calidad el factor que la convierte en una marca infalible a nivel internacional".
Cabe destacar que cerca del 80% de la producción de esta línea se destina a los mercados externos. En concreto, esta marca se encuentra en cerca de 40 países, entre los que se destacan Reino Unido, Brasil, Holanda y Estados Unidos.
Según Vigil, "lo que más me gusta del Alamos es que es un vino que juega con la complejidad, pero mantiene la frescura, la fruta y el dulzor, permitiendo que sea más que fácil de beber".
La bodega también cuenta con la cuarta línea de vinos más exportada en términos de divisas: Catena, equivalente al Saint Felicien en el mercado interno y que generó exportaciones por u$s18 millones.
Según explicó Vigil, "es una línea que realmente requiere mucho trabajo, investigación y meticulosidad, dado que compite con vinos de todo el mundo. Por eso, cada varietal tiene que ser un abanderado de lo que se puede lograr en la Argentina. Cada año lo elaboramos sin ceder nunca un centímetro de calidad".
En el segundo puesto, con ventas al mundo por casi u$s19 millones durante 2011, se ubicó la marca Trivento, perteneciente a la bodega de capitales chilenos que lleva el mismo nombre.
Tal como aseguró Mónica Caamaño, gerente de Marketing, Trivento "es la bodega que tiene mayor llegada en el mundo", dado que está presente en 100 países, entre los que figuran Dinamarca, Estados Unidos, Finlandia e incluso Bahamas.
En esta línea, el objetivo de la compañía para 2012 es comenzar a explorar con fuerza nuevos territorios aún bastante vírgenes para el vino argentino, como Asia y Africa.
Los artífices del boom
Según un relevamiento realizado por la consultora Market Research & Technology, en exclusiva para iProfesional.com, durante 2011 la Argentina exportó vino embotellado bajo 1.600 marcas diferentes, de la mano de cerca de 400 bodegas, lo que demuestra que se trata de una industria muy diversificada, dado que en otros sectores, como el de las commodities agrícolas, apenas un puñado de empresas maneja el grueso de los granos producidos localmente.
En este contexto, el vino elaborado en la Argentina más exitoso en el exterior -en término de ingreso de divisas por exportaciones- fue el Alamos, la ya tradicional línea elaborada por Catena Zapata y que generó ventas al mundo por casi u$s28 millones, tal como se puede apreciar en la siguiente infografía:
En diálogo con este medio, Alejandro Vigil, jefe de enólogos de la prestigiosa bodega, explicó que "Alamos es un vino de volumen pero que nos demanda mucho esfuerzo y es la relación precio/calidad el factor que la convierte en una marca infalible a nivel internacional".
Cabe destacar que cerca del 80% de la producción de esta línea se destina a los mercados externos. En concreto, esta marca se encuentra en cerca de 40 países, entre los que se destacan Reino Unido, Brasil, Holanda y Estados Unidos.
Según Vigil, "lo que más me gusta del Alamos es que es un vino que juega con la complejidad, pero mantiene la frescura, la fruta y el dulzor, permitiendo que sea más que fácil de beber".
La bodega también cuenta con la cuarta línea de vinos más exportada en términos de divisas: Catena, equivalente al Saint Felicien en el mercado interno y que generó exportaciones por u$s18 millones.
Según explicó Vigil, "es una línea que realmente requiere mucho trabajo, investigación y meticulosidad, dado que compite con vinos de todo el mundo. Por eso, cada varietal tiene que ser un abanderado de lo que se puede lograr en la Argentina. Cada año lo elaboramos sin ceder nunca un centímetro de calidad".
En el segundo puesto, con ventas al mundo por casi u$s19 millones durante 2011, se ubicó la marca Trivento, perteneciente a la bodega de capitales chilenos que lleva el mismo nombre.
Tal como aseguró Mónica Caamaño, gerente de Marketing, Trivento "es la bodega que tiene mayor llegada en el mundo", dado que está presente en 100 países, entre los que figuran Dinamarca, Estados Unidos, Finlandia e incluso Bahamas.
En esta línea, el objetivo de la compañía para 2012 es comenzar a explorar con fuerza nuevos territorios aún bastante vírgenes para el vino argentino, como Asia y Africa.
Con respecto a la estrategia de la compañía de a los próximos años, la experta aseguró que "estamos avanzando hacia la ´premiumización´ de nuestro portfolio. Buscamos hacernos cada vez más fuertes en el segmento Premium y Súper Premium y las líneas más bajas pasar a comercializarlas bajo otra marca".
En este contexto, Caamaño explicó que "durante 2011
nuestras exportaciones crecieron con fuerza, pero el plan es que, con
este objetivo de enfocarnos en productos de más alta gama, las ventas al
mundo en 2012 no aumenten tanto en volumen como sí en valor".
Ya en el quinto puesto del ranking elaborado por MRT se destaca Fuzion, la línea joven de exportación elaborada por Familia Zuccardi -bodega dirigida por José "Pepe" Zuccardi-, con envíos por cerca de u$s15 millones.
Entre los principales mercados a los que se la exporta figuran Canadá, Reino Unido, Holanda, Bélgica, Polonia, Japón y China.
Desde la compañía destacaron que a esta línea la consideran "la puerta de ingreso de los consumidores a los vinos argentinos. Es un producto elegante y amigable, desde la elaboración en la bodega hasta el packaging".
Dentro del Top 10, en el sexto y séptimo puesto se encuentran las líneas Trapiche y Trapiche Reserva, con envíos al exterior por u$s13,4 y u$s10,6 millones, respectivamente, si bien al contemplar todo su porfolio la bodega que lleva el mismo nombre -un verdadero gigante de la industria-, siempre se posiciona al tope del ranking.
Desde la compañía destacaron a Vinos & Bodegas que "Trapiche siempre trabaja con la mirada en la calidad. Hay un concepto que describe nuestros vinos: ´overdelivery´, que significa "sobresatisfacción". Es decir, cuando el consumidor está degustando alguno de los vinos de la bodega y se encuentra con un producto que supera sus expectativas".
"Prueba de ello, es también el número importante de premios y reconocimientos que hemos recibido este año en los concursos internacionales, de la mano de los jurados y críticos más exigentes del mundo", explicaron.
Por otra parte, una de las sorpresas en este Top 100 la dio la bodega mendocina Doña Paula, dado que había arrancado el 2011 cerca del puesto 14 con su línea Doña Paula Estate y culminó el año en la posición número 9.
Desde la bodega explicaron que esta línea de vinos es "de una excelente relación precio/calidad y con buenos reconocimientos internacionales. En cuanto a lo organoléptico son vinos expresivos, frutados, con una estructura y cuerpo mediano. Sus uvas vienen de lugares específicos, por ejemplo el Malbec es del Valle de Uco, específicamente de Gualtallary, el Torrontés es del Valle de Cafayate en Salta... Queremos transmitir con esta línea el mensaje que cada terroir tiene para dar sobre la cepa elegida".
Desde Doña Paula atribuyeron esta escalada en el ranking al hecho de "tener un producto verdadero que es consistente en el tiempo y con precios consecuentes. Por otro lado, el papel que juega el importador es fundamental. Para nosotros es un partner que nos representa en el exterior".
Lo que viene, lo que viene
Con respecto a las proyecciones para el 2012, desde Catena Zapata, Vigil aseguró que "desde el punto de vista enológico, todo indica que va a ser muy buen año para los vinos argentinos".
Sin embargo, alertó que, en general, no se están dando las inversiones suficientes en viñedos como para acompañar el "boom" del Malbec, lo que lleva a una escasa oferta de estas uvas.
Según Argentina Wine Report -estudio elaborado por Area del Vino-, desde hace tiempo se demanda más Malbec que el que se cultiva.
En este sentido, alertaron que "existe una presión de demanda muy fuerte sobre el Malbec. Las condiciones de la inversión en Argentina son las que influyen en esta restricción por cuanto la demanda ha estado creciendo a un ritmo del 25% anual y la superficie plantada al 6,5% anual".
El segundo punto está relacionado con un factor que viene castigando a la economía en general: suba de costos y pérdida de rentabilidad. Y la vitivinicultura no está exenta.
"Tendremos un año muy difícil por delate, sobre todo pensando en la pérdida de competitividad dada por razones coyunturales. Por eso es clave este año poner mucho foco en la eficiencia y tecnificación", disparó Vigil.
Por su parte, Giordano, desde Wines of Argentina, destacó el hecho de que "no se puede transferir la inflación interna a los mercados externos, pues seríamos reemplazados por otros competidores. El problema es que en los segmentos más bajos de precios, que son los vinos que más se beben en el mundo, se ha perdido competitividad y eso explica por qué si bien crecieron las exportaciones en divisas, cayeron en volúmenes".
De este modo, Giordano aseguró que "este 2012 será un año de mucho análisis. Hay que apostar a nuevos mercados pero poco evolucionados, poco maduros, pero exponenciales en su evolución, como Asia en general y China en particular. También hay que trabajar en la estrategia, esperando algún cambio en el comportamiento de las variables internas, que hoy son las que más competitividad le quitan al negocio externo".
En este sentido, Andrés Belinsky, director de la bodega Benegas, comentó a iProfesional.com que "las empresas en general han venido tratando de ganar en eficiencia. Hubo muchas inversiones en tecnificación, en el viñedo, en las bodegas, en líneas de fraccionamiento. Todo para ser más competitivos. Pero si el contexto local no ayuda, la verdad es que las bodegas no pueden hacer magia".
El directivo sostuvo que "el Gobierno, en esta nueva etapa de ´sintonía fina´, debería implementar algunas herramientas que mejoren la competitividad y que vayan más allá del tipo de cambio, como eliminar las retenciones o imponer un dólar diferencial para la actividad".
En la misma línea, desde Catena Zapata, Vigil recomendó "trabajar de manera urgente en políticas especificas para el sector si no queremos dañar a la vitivinicultura".
Fuente: iprofesional.com
Entre los principales mercados a los que se la exporta figuran Canadá, Reino Unido, Holanda, Bélgica, Polonia, Japón y China.
Desde la compañía destacaron que a esta línea la consideran "la puerta de ingreso de los consumidores a los vinos argentinos. Es un producto elegante y amigable, desde la elaboración en la bodega hasta el packaging".
Dentro del Top 10, en el sexto y séptimo puesto se encuentran las líneas Trapiche y Trapiche Reserva, con envíos al exterior por u$s13,4 y u$s10,6 millones, respectivamente, si bien al contemplar todo su porfolio la bodega que lleva el mismo nombre -un verdadero gigante de la industria-, siempre se posiciona al tope del ranking.
Desde la compañía destacaron a Vinos & Bodegas que "Trapiche siempre trabaja con la mirada en la calidad. Hay un concepto que describe nuestros vinos: ´overdelivery´, que significa "sobresatisfacción". Es decir, cuando el consumidor está degustando alguno de los vinos de la bodega y se encuentra con un producto que supera sus expectativas".
"Prueba de ello, es también el número importante de premios y reconocimientos que hemos recibido este año en los concursos internacionales, de la mano de los jurados y críticos más exigentes del mundo", explicaron.
Por otra parte, una de las sorpresas en este Top 100 la dio la bodega mendocina Doña Paula, dado que había arrancado el 2011 cerca del puesto 14 con su línea Doña Paula Estate y culminó el año en la posición número 9.
Desde la bodega explicaron que esta línea de vinos es "de una excelente relación precio/calidad y con buenos reconocimientos internacionales. En cuanto a lo organoléptico son vinos expresivos, frutados, con una estructura y cuerpo mediano. Sus uvas vienen de lugares específicos, por ejemplo el Malbec es del Valle de Uco, específicamente de Gualtallary, el Torrontés es del Valle de Cafayate en Salta... Queremos transmitir con esta línea el mensaje que cada terroir tiene para dar sobre la cepa elegida".
Desde Doña Paula atribuyeron esta escalada en el ranking al hecho de "tener un producto verdadero que es consistente en el tiempo y con precios consecuentes. Por otro lado, el papel que juega el importador es fundamental. Para nosotros es un partner que nos representa en el exterior".
Lo que viene, lo que viene
Con respecto a las proyecciones para el 2012, desde Catena Zapata, Vigil aseguró que "desde el punto de vista enológico, todo indica que va a ser muy buen año para los vinos argentinos".
Sin embargo, alertó que, en general, no se están dando las inversiones suficientes en viñedos como para acompañar el "boom" del Malbec, lo que lleva a una escasa oferta de estas uvas.
Según Argentina Wine Report -estudio elaborado por Area del Vino-, desde hace tiempo se demanda más Malbec que el que se cultiva.
En este sentido, alertaron que "existe una presión de demanda muy fuerte sobre el Malbec. Las condiciones de la inversión en Argentina son las que influyen en esta restricción por cuanto la demanda ha estado creciendo a un ritmo del 25% anual y la superficie plantada al 6,5% anual".
El segundo punto está relacionado con un factor que viene castigando a la economía en general: suba de costos y pérdida de rentabilidad. Y la vitivinicultura no está exenta.
"Tendremos un año muy difícil por delate, sobre todo pensando en la pérdida de competitividad dada por razones coyunturales. Por eso es clave este año poner mucho foco en la eficiencia y tecnificación", disparó Vigil.
Por su parte, Giordano, desde Wines of Argentina, destacó el hecho de que "no se puede transferir la inflación interna a los mercados externos, pues seríamos reemplazados por otros competidores. El problema es que en los segmentos más bajos de precios, que son los vinos que más se beben en el mundo, se ha perdido competitividad y eso explica por qué si bien crecieron las exportaciones en divisas, cayeron en volúmenes".
De este modo, Giordano aseguró que "este 2012 será un año de mucho análisis. Hay que apostar a nuevos mercados pero poco evolucionados, poco maduros, pero exponenciales en su evolución, como Asia en general y China en particular. También hay que trabajar en la estrategia, esperando algún cambio en el comportamiento de las variables internas, que hoy son las que más competitividad le quitan al negocio externo".
En este sentido, Andrés Belinsky, director de la bodega Benegas, comentó a iProfesional.com que "las empresas en general han venido tratando de ganar en eficiencia. Hubo muchas inversiones en tecnificación, en el viñedo, en las bodegas, en líneas de fraccionamiento. Todo para ser más competitivos. Pero si el contexto local no ayuda, la verdad es que las bodegas no pueden hacer magia".
El directivo sostuvo que "el Gobierno, en esta nueva etapa de ´sintonía fina´, debería implementar algunas herramientas que mejoren la competitividad y que vayan más allá del tipo de cambio, como eliminar las retenciones o imponer un dólar diferencial para la actividad".
En la misma línea, desde Catena Zapata, Vigil recomendó "trabajar de manera urgente en políticas especificas para el sector si no queremos dañar a la vitivinicultura".
Fuente: iprofesional.com
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