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Luces y sombras en el negocio del vino: nuevo récord de ventas al mundo pero con caída en volúmenes
Las exportaciones, en divisas, se expandieron
21% en 2011. Sin embargo, la suba de costos llevó a que se perdieran
negocios. Rentabilidad, en el banquillo.
Así como el 2011 fue el año récord para numerosos sectores, como el automotriz, el del calzado o el del juguete, la industria vitivinícola también se acopló a estos festejos con exportaciones que superaron cómodamente los u$s1.000 millones.
Según
datos difundidos esta semana por Wines of Argentina, correspondientes a
los primeros once meses del 2011, se observa que los envíos al mundo de
toda esta rama de actividad -que incluye vino fraccionado, a granel y
mosto- superaron los u$s970 millones.
Así, en
el informe los expertos destacan que si a esa cifra lograda hasta
noviembre "se le suma un mes de diciembre con ventas por el mismo valor
obtenido en 2010, el valor obtenido sería de u$s1.049 millones, superando ampliamente las expectativas" que se había fijado el sector para 2011.
De confirmarse estas cifras, las exportaciones de toda la industria experimentarían un alza del 21% en relación a los valores del 2010.
Entre los productos que mayor dinamismo mostraron el año pasado figuran el mosto a granel, con una expansión de casi el 130% -hasta noviembre-, el mosto (65%) y los espumantes
Como
contrapartida, los vinos fraccionados, que aportan el grueso de las
divisas y generan mayor valor agregado -especialmente en botella-
tuvieron una performance en 2011 con algunas luces pero también con preocupantes sombras: si bien el ingreso de divisas se incrementó cerca de un 10%, los volúmenes están en caída.
En efecto: hasta noviembre se habían exportado 173 millones de litros, unos 4 millones menos que en 2010, lo que implicó una baja del orden del 2%.
Y esto es un punto preocupante para una industria acostumbrada, durante años, a crecer a tasas chinas.
En diálogo con iProfesional.com, Andrés Belinsky, director de la bodega Benegas,
aseguró que "en esta actividad nada pasa de un día para el otro. Lo que
está sucediendo es un proceso que venía desde hacía tiempo pero terminó
de eclosionar en 2011".
Al respecto, el directivo alertó que
"hay muchas bodegas enfocadas en la elaboración y exportación de vinos
de bajo precio "a las que directamente no les era rentable el negocio
"Estaban aguantando como fuera, con operaciones que eran un mero cambio de dinero,
sin ver después un peso de ganancia. Pero lo hacían esperando una
modificación en el contexto, ya sea por una menor presión de los costos o
un tipo de cambio más ventajoso. Y, como esto no sucedió, se cayeron estos negocios", disparó Belinsky.
En la misma línea, Maximiliano Vallés, subgerente de exportaciones de Trivento, una de las bodegas argentinas con mayor presencia en los mercado externos, destacó que "en los segmentos de precio bajo los márgenes se vieron muy erosionados. Esto obligó a que algunas bodegas abandonen esos segmentos y se replanteen su portafolio".
Desde Benegas, Belinsky alertó que "esta tendencia no sólo impacta en las bodegas que venden a bajo precio, sino que termina repercutiendo en toda la industria, porque cuando un cliente en Estados Unidos entra a una vinoteca y ve que cada vez hay menos etiquetas argentinas, implica perder posicionamiento".
La rentabilidad, el gran problema
La constante suba de costos, en un contexto de menor crecimiento de la economía, ser perfila como el talón de Aquiles de muchas empresas argentinas.
Según un relevamiento del IERAL, apenas 3 de cada 10 compañías se muestra optimista respecto al 2012 y aspira a que sus niveles de rentabilidad mejoren.
Y la industria del vino no es ajena a esta coyuntura.
Hervé Birnie-Scott, director general de Bodegas Chandon, aseguró a la consultora Area del Vino
que "el costo es todo un tema en una economía con inflación y lo
manejamos de diferentes formas, siempre privilegiando la calidad.
Tratamos de lograr eficiencia, pero esto tiene un límite. Hoy estamos en un punto crítico, hemos llegado al límite de eficiencia y claramente se están perdiendo algunos puntos de rentabilidad".
El
directivo de Chandon recalcó que tener un nivel razonable de ganancias
"es necesario para reinvertir en activos y en el grupo humano, en
capacitación. La necesitamos para mantenernos en la cúspide,
tanto a nivel nacional como internacional, a la par de lo que se hace
en las regiones de Champagne, Australia, Estados Unidos y otros países
competidores".
Por su parte, Luis Steindl, gerente de
operaciones de Bodega Norton, explicó a Area del Vino que "vamos a
seguir vendiendo, estoy confiado. Pero el problema no es el mercado en
sí mismo, sino si ganaremos dinero y hasta cuándo vamos a seguir trabajando por un magro 2% de rentabilidad". (42%). pero lo venían sosteniendo como fuera con tal de no perder mercados que les costaron mucho esfuerzo abrir".
"A estas preocupaciones sumamos la competencia interna, ya que muchos
de los que no pudieron vender en el exterior comenzaron a pujar dentro
del mercado interno con prácticas que distorsionan los precios", disparó
Steindl.
En este sentido, Belinsky comentó a iProfesional.com
que "las bodegas en general han venido tratando de ganar en eficiencia.
Hubo muchas inversiones en tecnificación, en el viñedo, en las bodegas,
en líneas de fraccionamiento. Todo para ser más competitivos. Pero si el contexto local no ayuda, la verdad es que las bodegas no pueden hacer magia".
El directivo sostuvo que "el Gobierno, en esta nueva etapa de sintonía fina,
debería implementar algunas herramientas que mejoren la competitividad y
que vayan más allá del tipo de cambio, como eliminar las retenciones o imponer un dólar diferencial para la actividad".
Sin
embargo, aseguró que la problemática es tal que, "si se empezaran a
introducir mejoras para ayudar a las bodegas que quedaron fuera del
mercado internacional, recién en dos o tres años se recuperaría ese terreno perdido".
En este contexto, cobra relevancia un reciente y polémico informe de la consultora AndesWines, reproducido en exclusiva por iProfesional.com, que alertaba que en los principales mercados del mundo, como Estados Unidos, se estaba acumulando un altísimo stock de vinos argentinos, elaborados por bodegas que apostaron por un nivel de bajos precios".
Desde Benegas, Belinski sostuvo que "en 2012 no deberían seguir viéndose caídas en los volúmenes. Los negocios que tuvieron que perderse, se perdieron. Ese volumen desapareció y las bodegas que no pudieron seguir siendo competitivas se bajaron en esos segmentos".
Por
su parte, Hervé Birnie-Scott, de Chandon, aseguró que "2012 puede ser
la prolongación de 2011, con un entorno económico un poco menos
acelerado pero sin una frenada brutal".
En tanto, desde Trivento,
Vallés consideró que "tal vez este año nuestras exportaciones crezcan a
tasas más mesuradas, pero lo importante es que, un poco por el contexto
y un poco por el cambio de nuestra estrategia, estamos logrando un mix mucho más sano en cuanto al portfolio de productos y precios".
La incertidumbre sobre el Malbec
A
la hora de trazar un análisis por cepas, el informe de Wines of
Argentina destaca que el Malbec, la variedad estrella del país y que
explica la mitad de las exportaciones nacionales, inevitablemente mostró una leve caída en volumen.
Al respecto, el informe de AndesWines alertaba sobre un posible "colapso del Malbec"
en el exterior ante una inminente caída en los niveles de demanda,
debido al fin del boom de esta cepa, que tantas satisfacciones le dio a
las empresas locales.
Sin embargo, Vallés aseguró que "el furor del Malbec sigue. Hay mucho terreno por delante".
En la misma línea, Belinsky descartó un desplome en los niveles de demanda:
Estamos lejos de ver el final del furor por esta cepa. Todavía hay
excelentes perspectivas. En Estados Unidos, por ejemplo, hay una gran
cantidad de potenciales consumidores que ni siquiera probaron lo que es el Malbec. Por eso, todavía hay mucha tela por cortar".
En
lo que respecta a las variables internas, un dato clave es que, según
Argentina Wine Report -estudio elaborado por Area del Vino-, desde hace
tiempo se demanda más Malbec que el que se cultiva.
En este sentido, alertaron que "existe una presión de demanda muy
fuerte sobre el Malbec. Las condiciones de la inversión en Argentina son
las que influyen en esta restricción por cuanto la demanda ha estado creciendo a un ritmo del 25% anual y la superficie plantada al 6,5% anual".
"El
tema de las inversiones que sin lugar a dudas tienen mucha relación con
la baja en las exportaciones, si bien en el caso en particular de
Trivento, las exportaciones el Malbec no ha sufrido una merma, al
contrario. Pero en el negocio en general sí vemos algo preocupante que
es que en los últimos años la superficie implantada no ha crecido al
mismo ritmo que la demanda".
Por Juan Diego Wasilevsky juandiego@iprofesional.com
(c) iProfesional.com
Fuente: iprofesional.com
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