Top 5: vinos blancos de lujo que no podés dejar de probar

Sofisticados, elegantes y escasos. Algunas de las características de los vinos blancos de alta gama que se ubican muy por encima del estándar.

Para este Top 5, seleccionamos cinco etiquetas muy distintas entre sí y de un amplio abanico de precios.

Hay variedades clásicas, otras que todavía no muchos pudieron descubrir y hasta un blend. Sin embargo, tienen un denominador común: son indiscutidos blancos de lujo. A tomar nota...

Synthesis Sauvignon Blanc 2010 - Bodega Sophenia - Precio sugerido: $150

Quien conoce los vinos de Finca Sophenia sabe de antemano que se encontrará con una propuesta elegante, tanto en blancos como en tintos. Y este Sauvignon Blanc resume consistentemente gran parte de la filosofía de la bodega. De la mano experta de Matías Michelini, esta etiqueta se revela expresiva pero sin perder sutilezas. Es un blanco bien cítrico y, a medida que se va abriendo en la copa, aparecen interesantes notas herbáceas, que le irán sumando mayor complejidad. En boca se muestra concentrado, con una acidez que le aporta una buena dosis de frescura. Final intenso, largo y agradable. Ideal si buscás un blanco de alta gama redondo y equilibrado. A la hora del maridaje, la trucha a la parrilla con un touch de manteca es una opción difícil de superar.

Pequeñas Producciones Chardonnay 2009 - Bodegas Escorihuela Gascón - Precio sugerido: $105

Es un vino de nariz frutada, fragante y muy agradable. En su abanico aromático predomina la banana madura y el melón, con algunas notas más clásicas, como la pera y cierto toque de vainilla y manteca. En boca, este Chardonnay es envolvente. Al haber estado en contacto con borras, logra una cremosidad acentuada, con un nivel de acidez en su punto deseable. Es de esos vinos sabrosos, con textura, que tienden a un largo y agradable final. Si bien desde el vamos se percibe su paso por barrica, la madera está perfectamente integrada y logra un buen balance con la fruta. Lindo ejemplar y que le rinde culto a su nombre, dado que apenas se elaboraron 6.500 botellas de esta añada. Podríamos sugerirlo para acompañar pastas, pero esta etiqueta merece más protagonismo. Una buena selección de quesos es el maridaje perfecto.

Luigi Bosca Gewürztraminer Reserva 2008 - Luigi Bosca - Precio sugerido: $90

Fruta y más fruta, encorsetada en su fina botella de 500 cm3. Es la definición que resume a esta etiqueta de la Familia Arizu, que en nariz se presenta muy expresivo, gracias a su más que generoso abanico de frutas tropicales, donde se cuelan el mango y el ananá, que descansan sobre un sutil colchón floral. Este es un anticipo de lo que luego va a entregar en boca: un vino con ataque dulce, untuoso, que envuelve todo a su paso. Sin embargo, no pierde nunca la elegancia: su dulzor no es invasivo y tiene además un paso sedoso. Si todavía no abriste mucho el espectro en cuanto a blancos, descubrir una nueva variedad de la mano de esta bodega puede ser una buena experiencia. Como el nivel de dulzor no le quita frescura, esto lo hace muy versátil a la hora del maridaje, si bien hay que cuidar que no eclipse el plato elegido. Bondiola braseada con puré de batatas es una buena alternativa.

CXV Cientoquince Blend Blanco 2010 - Bodegas La Rosa - Precio sugerido: $90

Interesante blend en el que un Chardonnay maduro aporta la columna vertebral con notas a peras, manzana verde y un interesantísimo toque de avellanas tostadas. Se le suman, además, tenues destellos cítricos y algunas pincelada de frutas como Melón, de la mano del Viognier y del Sauvignon Blanc. Si te gusta desentrañar los vinos que descorchás, esta etiqueta te va a dar una grata sorpresa por su nivel de complejidad en nariz. En boca es intenso, sabroso, con un buen juego entre la dulzura y su refescante acidez. Final persistente y agradable. A la hora del maridaje, este blend blanco tiene el piné necesario como para acompañar sin timidez un pollo al curry con papas rústicas. 

Gran linaje Torrontés 2010 - Bodegas Etchart - Precio sugerido: $88,50

Si bien, como buen Torrontés, tiene un intenso caudal aromático, no abusa de las estridencias. Muy buena amalgama entre lo floral y lo frutal. Se perciben jazmines sobre un fondo cítrico y, muy a lo lejos, alguna nota dulzona tirando a duraznos. En boca tiene un desarrollo equilibrado, con un paso grácil. La acidez está en su punto justo, con una persistencia media y sin el amargor que defienden algunos puristas pero que rechazan aquellos que buscan un vino más "globalizado" y amable. En esta etiqueta es realmente un punto a favor. Se nota el trabajo en bodega de los enólogos, que fijan un alto estándar para la cepa. A la hora del maridaje una buena opción es el sushi elaborado a base de salmón (el wasabi no es buen compañero si es que no se quiere opacar la elegancia de esta etiqueta).

Fuente: iprofesional.com