miércoles, 3 de marzo de 2010

Las mágicas propiedades del Bacalao


Hace algún tiempo se habla del Bacalao como la comida ideal, con todo tipo de propiedades nutritivas que benefician a la salud ¿Qué es lo que hace? ¿Existen otras comidas que sean tan saludables? ¿Tiene propiedades negativas? Estas preguntas y más sobre la nueva ‘super-comida’ serán respondidas.


El bacalao es una especie propia de los mares fríos y suele nadar por las profundidades.


Se encuentra principalmente en el Atlántico Norte, desde Carolina del Norte hasta Groenlandia, desde el golfo de Vizcaya hasta el Canal de la Mancha, así como en el mar del Norte y el Báltico. Y las mayores concentraciones del mundo se encuentran en el mar de Barens, en el Norte de Europa, cerca del Ártico.


La temporada en la que se pesca desde finales de otoño hasta la primavera, aunque se puede disponer de bacalao durante el resto del año pero el salado, desecado, ahumado o congelado.


Las especies más conocidas son la Gadus morhua callaris, traído del mar Báltico; la Gadus morhua morhua, que se encuentra desde golfo de Vizcaya hasta el mar de Barens; la Gadus macrocephalus, también conocida por el nombre bacalao del Pacífico y la Gadus ogac, así se llama al bacalao de Groenlandia.


El bacalao es un pescado blanco y por lo tanto tiene un bajo contenido graso. Almacena sus reservas de grasa preferentemente en el hígado, el cual se emplea para la obtención de aceite de pescado. Su carne es rica en proteínas de alto valor biológico y además posee variedad de vitaminas (B1, B2, B6 y B9). Todas ellas poseen importantes funciones ya que permiten el aprovechamiento de los nutrientes energéticos, es decir, de hidratos de carbono, grasas y proteínas, y además intervienen en procesos de gran importancia en el organismo como la formación de glóbulos rojos, la síntesis de material genético y el funcionamiento del sistema nervioso. El bacalao también posee cantidades de vitaminas D, E y A.


La ‘magia’ del bacalao se encuentra en el omega3 que éste posee. Clarisa Reynoso, licenciada en nutrición, asegura que esa es la verdadera propiedad del pescado. “Es lo que lo diferencia de otras comidas”, asegura.


“Las vitaminas A y D son vitaminas que se encuentran en muchos alimentos, en cambio la omega3 es la que realmente importa, porque no está en muchas otras comidas, sólo en los pescados azules, como el salmón, lenguado, arenque, caballa”, explica la experta.


Esta propiedad –el omega3- tiene un tipo de acido graso que tiene características que demuestran, científicamente, que previene enfermedades cardiovasculares. Reynoso comentó que pasa lo mismo con la artritis, “pero los estudios todavía no son cien por ciento seguros”.


En relación con los minerales se destaca la presencia de potasio y fósforo. El primero es un mineral necesario para el buen funcionamiento del sistema nervioso y la actividad muscular e interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula, mientras que el segundo está presente en huesos y dientes, interviene en el sistema nervioso y en la actividad muscular, y participa en procesos de obtención de energía.


Por otra parte, el bacalao salado aporta al organismo increíbles cantidades de sodio, dado que se utiliza la sal como conservante. Por tanto, las personas con hipertensión o con problemas de retención de líquidos, pueden consumir bacalao fresco y conviene que no incluyan en su dieta, el salado.


Eso sí, en algunos casos, hay que tener cuidado. Las embarazadas no deberían comer en exceso este pescado ya que las vitaminas que tiene son liposolubles y cuando se acumulan en exceso en el hígado pueden causar toxicidad.


Por lo visto, sí es la comida ideal. Los aportes son muchísimos: vitaminas, nutrientes, sodio, potasio, fósforo, hidratos, energía. ¿Se puede pedir más?


Fuente: minutouno.com

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Cascada Inacayal - Villa La Angostura - Patagonia Argentina