Si te gusta salir a tomar algo con amigos, ya tenés la excusa perfecta. Es que numerosos estudios están demostrando que la combinación entre cervezas y amigos -en su justa medida-, además de ser bueno para desconectar de la rutina, ofrece beneficios a nuestro organismo.
La cerveza es una bebida natural y con bajo contenido calórico. Tiene menos calorías que un vaso de leche o un refresco. Además, funciona como diurético porque es rica en potasio y baja en sodio, lo que ayuda a limpiar el organismo y favorece la buena digestión. Por otro lado, al tener poco calcio pero ser rica en magnesio, refuerza la prevención respecto a todo tipo de enfermedades del corazón y la formación de piedras en las vías urinarias.
Pero no sólo esto: tampoco contiene grasas ni azúcares y sí una cantidad importante de hidratos de carbono, vitaminas y proteínas, por lo que su consumo es recomendable para cualquier dieta equilibrada.
Pues porque la regla de oro para que todos estos beneficios sean efectivos es que el consumo sea con moderación. No sirve de nada salir a tomar cerveza y vaciar un barril entero.
Además, sus beneficios se ven acrecentados cuando seleccionamos la cerveza sin alcohol, señalada por muchos estudios como una bebida estupenda para la rehidratación después de hacer deporte. La ausencia de alcohol hace que sea más saludable puesto que uno de sus componentes, el lúpulo, reduce el colesterol y retrasa el envejecimiento
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