Originalmente, el incendio de hogueras, durante la época de la Pascua fue prohibido por la iglesia, por ser considerado como un símbolo pagano.
Sin embargo, en Irlanda, San Patricio introdujo esta práctica, con el fin de sustituir la costumbre de los druidas, de encender hogueras en honor a la primavera, por el símbolo del fuego religioso y cristiano, en honor a Cristo.
Este rito llegó a ser tan popular, que los Papas no tuvieron mas remedio que incorporarlo a la liturgia de la iglesia occidental, hacia las postrimerías del siglo noveno. (The Easter Book, de Francis Weiser, S.J.).
Tradiciones Pascuales alrededor del mundo.
La Pascua tiene distintas manifestaciones, en diversos lugares del planeta.
En Jerusalén (cuyo nombre significa "Doble Procesión de Paz"), la celebración comienza con una serie de procesiones. El Viernes Santo, miles de feligreses cristianos reconstruyen las últimas pisadas de Jesús. Más tarde, los peregrinos visitan el Santo Sepulcro; la tumba donde, según la tradición se colocó a Cristo. Mujeres vestidas de negro ungen la piedra sepulcral con aceite; lloran sobre ella y la besan.
En la Ciudad del Vaticano, el Papa celebra una misa especial. Para esta ocasión acude todo el cuerpo diplomático; centenares de cardenales, prelados y sacerdotes y monjas, además de miles de peregrinos,que llenan la Plaza de San Pedro.
Sin embargo, la Pascua no siempre es sinónimo de solemnidad, misa y peregrinación. Pues muchas de estas "nuevas formas" de celebración tienen raíces en costumbres autóctonas y supersticiosas.
Para algunos filipinos, por ejemplo, la Semana Santa -conocida como "Mahal na Araw''- es una época para infligirse castigo. Pese a que esta práctica ha sido condenada por la Iglesia, muchos, queriendo hacer expiación pública de sus pecados, siguen practicando la flagelación.
Algunas mujeres se dirigen a distintos santuarios y limpian las imágenes de Cristo con un pañuelo. Luego, se aplican la prenda sobre el cuerpo, creyendo que de ese modo curarán alguna afección.
En ciertas regiones de Guatemala, los indios quichés oran arrodillados ante mazorcas de maíz (alimento básico de este pueblo). Sucede que la celebración de estos ritos tradicionales, en honor a la fertilidad, coincide con la Semana Santa. Su esperanza es que la Pascua les traiga una cosecha abundante.
En otros países, los agüeros influyen notablemente en esta celebración.
Los finlandeses, en la noche anterior al inicio de Semana Santa están a la caza de los gnomos..., unas "criaturas parecidas a brujas" -según narra la tradición-, que cometen todo tipo de vandalismos, contra su ganado y sus propiedades. Se cree que estos supuestos gnomos, son en realidad mujeres ancianas, que llevadas por la envidia encuentran un malicioso placer causando infortunio a los vecinos más prósperos.
Sin embargo, en Irlanda, San Patricio introdujo esta práctica, con el fin de sustituir la costumbre de los druidas, de encender hogueras en honor a la primavera, por el símbolo del fuego religioso y cristiano, en honor a Cristo.
Este rito llegó a ser tan popular, que los Papas no tuvieron mas remedio que incorporarlo a la liturgia de la iglesia occidental, hacia las postrimerías del siglo noveno. (The Easter Book, de Francis Weiser, S.J.).
Tradiciones Pascuales alrededor del mundo.
La Pascua tiene distintas manifestaciones, en diversos lugares del planeta.
En Jerusalén (cuyo nombre significa "Doble Procesión de Paz"), la celebración comienza con una serie de procesiones. El Viernes Santo, miles de feligreses cristianos reconstruyen las últimas pisadas de Jesús. Más tarde, los peregrinos visitan el Santo Sepulcro; la tumba donde, según la tradición se colocó a Cristo. Mujeres vestidas de negro ungen la piedra sepulcral con aceite; lloran sobre ella y la besan.
En la Ciudad del Vaticano, el Papa celebra una misa especial. Para esta ocasión acude todo el cuerpo diplomático; centenares de cardenales, prelados y sacerdotes y monjas, además de miles de peregrinos,que llenan la Plaza de San Pedro.
Sin embargo, la Pascua no siempre es sinónimo de solemnidad, misa y peregrinación. Pues muchas de estas "nuevas formas" de celebración tienen raíces en costumbres autóctonas y supersticiosas.
Para algunos filipinos, por ejemplo, la Semana Santa -conocida como "Mahal na Araw''- es una época para infligirse castigo. Pese a que esta práctica ha sido condenada por la Iglesia, muchos, queriendo hacer expiación pública de sus pecados, siguen practicando la flagelación.
Algunas mujeres se dirigen a distintos santuarios y limpian las imágenes de Cristo con un pañuelo. Luego, se aplican la prenda sobre el cuerpo, creyendo que de ese modo curarán alguna afección.
En ciertas regiones de Guatemala, los indios quichés oran arrodillados ante mazorcas de maíz (alimento básico de este pueblo). Sucede que la celebración de estos ritos tradicionales, en honor a la fertilidad, coincide con la Semana Santa. Su esperanza es que la Pascua les traiga una cosecha abundante.
En otros países, los agüeros influyen notablemente en esta celebración.
Los finlandeses, en la noche anterior al inicio de Semana Santa están a la caza de los gnomos..., unas "criaturas parecidas a brujas" -según narra la tradición-, que cometen todo tipo de vandalismos, contra su ganado y sus propiedades. Se cree que estos supuestos gnomos, son en realidad mujeres ancianas, que llevadas por la envidia encuentran un malicioso placer causando infortunio a los vecinos más prósperos.
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