Muchos teóricos de la comunicación sostienen que es imposible no comunicar. Que todo objeto está cargado de sentido, que siempre expresan algo. Eso se replica en todos los ámbitos de la vida y la gastronomía no escapa a ello. Por eso emprendimos un recorrido a través de las ideas de mujeres que conviven día a día con la tarea de la comunicación para desentrañar el trabajo que hay detrás de la tarea de difundir las ideas de emprendimientos gastronómicos o vitivinícolas.
Para ellas el mensaje está en los restaurantes, en las bodegas. También en la comida, el ambiente, los vinos y sus colores. Por ese motivo, a la hora de trasmitir una idea, el proceso de elaboración de la estrategia comprende muchas etapas y un complejo conjunto de elementos. "Cuando entablamos la relación con un cliente vamos al local, vemos todo: la cocina, el ambiente, como están puestas las mesas. Estamos en todos los detalles y asesoramos a los restaurantes para que puedan optimizar lo que tienen", cuenta Bernabela Sugasti, una de las dueñas de Gastronomique, una agencia que desde junio del año pasado se encarga de planificar comunicación para restaurantes.
Estar inmerso en el campo de la comunicación es una exigencia que demanda conocimientos y versatilidad para adaptarse a las transformaciones que surgen. Inés González se encarga de la comunicación corporativa de bodegas desde hace más de diez años y explica como los cambios en esta materia llevó a elaborar nuevas maneras de elaborar mensajes: "Hasta hace unos años, eran pocas las etiquetas en plaza. Hoy en el país coexisten 2.000 bodegas activas. La masiva oferta las llevó a crear y desarrollar marcas, a estudiar el comportamiento de los consumidores, y a utilizar las mejores herramientas para llegar a ellos".
En el ambiente gastronómico, la diversidad es muy amplia y los tipos de emprendimientos se multiplican constantemente. En este espacio, existe el nicho de los restaurantes de alta gama y es ahí en donde según María Laura Escobar -de Trade Comunicaciones- "no se pueden destacar sólo los aspectos gourmet, sino también los aspectos integrales del lugar: origen, identidad, cultura empresarial, descripción del espacio y características propias de su arquitectura".
La complejidad de transmitir un mensaje en estos ámbitos demanda reparar en todos los detalles. En el caso de las bodegas, es un trabajo que lleva mucho tiempo, años. Por ese motivo, Inés González expresa que se la identidad se construye "en base a lo que la bodega realmente es. Todas son diferentes y hacemos hincapié allí en sus fortalezas, atributos. Se toma en cuenta la solidez del negocio, la calidad de los productos que ofrece, su cultura y valores. Todo debe tener consistencia".
Emprender el desafío de comunicar es una gran responsabilidad para las agencias. Por ello, en «Gastronomique» apuntan a un trato individualizado: "Cada una tiene asignado un cliente y tenemos relación directa con ellos. Somos las dueñas y queremos que nuestros clientes sepan con quiénes hablan. Luego compartimos tareas, seguro, pero cada cuenta tiene una referencia a quien dirigirse cuando lo necesitan", revela Josefina McCrea Steele, dueña de la agencia que cuenta entre su portfolio de clientes con Astrid y Gastón, uno de los restaurantes del prestigioso chef peruano Gastón Acurio.
Las redes sociales viven hoy un momento de crecimiento y auge. En ese terreno también están inmersas las agencias, que conocen la importancia de este canal de comunicación. "Si los clientes no tienen página en Facebook, trabajamos con ellos para darles presencia en esa red", comenta Bernabela Sugasti. En la misma línea, María Laura Escobar expresa que "se han vuelto indispensables para el trabajo en comunicación" ya que son una verdadera "extensión de nuestros cuerpos".
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