Que la gente busque en la etiqueta y, si lee grasa trans 0, que consuma el producto, dijo a Clarín la médica especializada en nutrición Marcela de la Plaza.
Es que la grasa vegetal, que hasta entrados los '90 fue la "buena" de la película, al final pasó a ser una villana más, dañina para confiados consumidores.
Y la manteca, ya se sabe, es tan deliciosa pero no tan buena para la salud. Por ser un producto lácteo genera ácidos grasos saturados que aumentan el colesterol.
Entonces, ¿la consigna es manteca no, margarina tampoco?". Bueno, tampoco es así, contestó la nutricionista de la Plaza, quien recordó que en la Argentina los industriales de la alimentación comenzaron a cambiar grasas hidrogenadas por otros productos.
De la Plaza, integrante de la Sociedad Argentina de Nutrición, dijo que "hasta los años '90 había un dogma en salud nutricional: todas las grasas de origen animal —salvo el pescado— eran malas; y todas las de origen vegetal eran buenas".
Tal premisa cayó como si fuera un viejo muro, porque se descubrió que los ácidos grasos parcialmente hidrogenados de la margarina y otros alimentos procesados, son perjudiciales. Según un estudio de la Agencia de Medicamentos y Alimentos (FDA) de EE.UU., ninguna es saludable.
La margarina en general figura entonces en esa lista negra de grasas trans, que surgen del proceso industrial de hidrogenación por el que deben pasar los aceites vegetales. La industria modifica su textura líquida para dejarlos más estables y espesos.
Para la FDA estadounidense las grasas trans son más perjudiciales para la salud que las grasas saturadas de origen animal. Según el estudio, con su consumo aumenta el colesterol "malo" o LDL, que se adhiere a las paredes de las arterias. Más grave aún: a diferencia de las grasas saturadas, también reducen el colesterol "bueno" o HDL.
Según De la Plaza, no hay que atacar al aceite vegetal porque "es lo más maravilloso sobre la Tierra; el problema es su manipulación industrial". Basta con leer la información nutricional de cada producto. "Pero hay grasas trans en todo, desde alfajores hasta galletitas de agua y rellenos de masitas: lo artesanal y de panadería es difícil de controlar".
Fuente: clarin.com
Es que la grasa vegetal, que hasta entrados los '90 fue la "buena" de la película, al final pasó a ser una villana más, dañina para confiados consumidores.
Y la manteca, ya se sabe, es tan deliciosa pero no tan buena para la salud. Por ser un producto lácteo genera ácidos grasos saturados que aumentan el colesterol.
Entonces, ¿la consigna es manteca no, margarina tampoco?". Bueno, tampoco es así, contestó la nutricionista de la Plaza, quien recordó que en la Argentina los industriales de la alimentación comenzaron a cambiar grasas hidrogenadas por otros productos.
De la Plaza, integrante de la Sociedad Argentina de Nutrición, dijo que "hasta los años '90 había un dogma en salud nutricional: todas las grasas de origen animal —salvo el pescado— eran malas; y todas las de origen vegetal eran buenas".
Tal premisa cayó como si fuera un viejo muro, porque se descubrió que los ácidos grasos parcialmente hidrogenados de la margarina y otros alimentos procesados, son perjudiciales. Según un estudio de la Agencia de Medicamentos y Alimentos (FDA) de EE.UU., ninguna es saludable.
La margarina en general figura entonces en esa lista negra de grasas trans, que surgen del proceso industrial de hidrogenación por el que deben pasar los aceites vegetales. La industria modifica su textura líquida para dejarlos más estables y espesos.
Para la FDA estadounidense las grasas trans son más perjudiciales para la salud que las grasas saturadas de origen animal. Según el estudio, con su consumo aumenta el colesterol "malo" o LDL, que se adhiere a las paredes de las arterias. Más grave aún: a diferencia de las grasas saturadas, también reducen el colesterol "bueno" o HDL.
Según De la Plaza, no hay que atacar al aceite vegetal porque "es lo más maravilloso sobre la Tierra; el problema es su manipulación industrial". Basta con leer la información nutricional de cada producto. "Pero hay grasas trans en todo, desde alfajores hasta galletitas de agua y rellenos de masitas: lo artesanal y de panadería es difícil de controlar".
Fuente: clarin.com
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