lunes, 18 de julio de 2011

Bélgica: donde beber cerveza es un arte


No hay duda de que Bélgica es el destino cervecero por excelencia.

¿Qué otro país ofrece más de 450 variedades de cerveza de tan distintos gustos y sabores? Las nuevas tecnologías, junto con un gusto por lo tradicional, confieren a la cerveza belga un carácter único, que nunca defrauda al visitante.

El principal reclamo de la industria cervecera belga es doble: las clásicas cervezas pils, elaboradas en cervecerías cada vez más sofisticadas y que tienen una gran demanda; y una serie de cervezas más especiales, como las trapistas, Gueuze, Kriek, cervezas blancas…

Las cervezas en Bélgica son como los vinos en Francia. Utilizar la copa adecuada no es sólo una tradición, sino una obligación. De hecho, en los bares belgas con más de 300 tipos de cerveza es normal que haya también 300 tipos de copas distintas, una para cada variedad. En casa, los belgas también suelen tener varios tipos de cerveza en la nevera, y las copas correspondientes en el armario.

Las copas han sido diseñadas especialmente para cada tipo de cerveza con el objetivo de potenciar su sabor, aroma y color.

Las cervezas belgas pueden dividirse en tres tipos, según el método de fermentación:

1) Cerveza de baja fermentación: es la más reciente. El proceso data de 1840 y produce un tipo de cerveza conocido como pils o lager. Corresponde al 90% de toda la producción mundial. La pils es una cerveza ligera, clara y de aspecto dorado.

2) Cerveza de alta fermentación: es mucho más antigua y tradicional. Originalmente, este tipo de cerveza tenía la misma densidad y porcentaje de alcohol que la pils; ahora contiene más alcohol. Corresponden a este tipo las cervezas Amber y la “Special Belgian”, así como la cerveza blanca, las cervezas de abadía y las trapistas.

3) Cerveza de fermentación espontánea: típico de la región de Bruselas, este proceso se utiliza para elaborar la Lambic. Esta variedad se produce mediante la fermentación espontánea de las levaduras encontradas específicamente en el valle del río Sena (¡no confundir con el Sena francés!). Tiene algunas variantes. La Gueuze se obtiene de la fermentación producida al mezclar Lambic joven con Lambic viejo. Las cervezas afrutadas se elaboran mezclando distintas frutas con Lambic. En el caso de la conocida Kriek, ésta se elabora mezclando 50 Kilos de cerezas y unos 250 litros de Lambic. Esta mezcla se deja madurar 6 meses en un barril. El resultado es una cerveza afrutada y dulce, muy popular en Bélgica.

Fuente: losviajeros.com

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