viernes, 15 de julio de 2011

"Puntaje perfecto" para la cosecha 2011

Dos reconocidos enólogos internacionales que trabajan en Argentina, Paul Hobbs y Alberto Antonini, coinciden en que la calidad del Malbec 2011 es igual o superior a la de las cosechas 2002 y 2006, hasta ahora las mejores de Argentina.

A mitad de camino de probar los vinos de todos sus clientes en Argentina, Paul Hobbs, detallista por naturaleza, es un hombre que suele evitar sentenciar pero que esta vez no puede evitar hacerlo. "Es una de las mejores cosechas que he visto en Argentina". Se entusiasma. No es poco. Este enólogo norteamericano comenzó en Argentina 18 años atrás con trabajo de consultoría de bodegas y en ese tiempo ha aprendido y presenciado muchos cambios.

"Estoy impresionado por el equilibrio de los vinos, la cantidad de fruta, la elegancia, la pureza y la claridad de la fruta", describe hablando de las tintas y particularmente del Malbec. "La lluvia y los días frescos hicieron que la uva llegara a su mejor punto de su madurez. Ahora debemos manejar de la mejor forma esa madurez", aclara.

Hobbs comparte el criterio de varios enólogos locales que no veían cosecha tan buena desde 2006. "La diferencia es que este año hicimos un mejor manejo del riego que en aquella cosecha, también lluviosa y fresca. Entonces elegimos no regar, directamente. Este año en cambio, se usó el agua de una manera adecuada y racional; la planta responde mejor a esto que al estrés hídrico. Estamos aprendiendo", comenta con humildad, una de sus características.

Alberto Antonini, enólogo y consultor de origen italiano, tampoco duda en colocar a la 2011 en lo más elevado del podio. "Es un poco temprano para decirlo -se excusa- pero creo que estos tintos (que por el frío invierno aún están en etapa de fermentación maloláctica) serán como los mejores la década pasada, 2002 y 2006".

"Lo que más me gusta es cuando hay eneros y febreros húmedos, frescos, porque eso permite al Malbec madurar de una forma más armónica. Cuando hace mucho calor, en esos meses, el azúcar crece muy rápido, hay que esperar mucho al tanino y los vinos terminan con taninos inmaduros y muy alcohólicos".

Antonini subraya que los Malbec que ha degustado muestran una fruta roja varietal muy expresiva, taninos jugosos bien armados y acidez natural exquisita. Son vinos que se prestan muy bien para guarda. "He cosechado vinos con muy buen alcohol y madurez tánica; soy muy optimista".

Cabernet Sauvignon: puntos de vista divergentes

El acuerdo no es total en cuanto a los Cabernet Sauvignon de este año. No lo es entre Hobbs y Antonini, ni entre los mismos enólogos argentinos. Mientras que Hobbs -cuyos trabajos con el Cabernet Sauvignon de Robert Mondavi y Opus 1 no pueden pasar desapercibidos- afirma que "Mendoza será conocida en el futuro como una de las mejores regiones del mundo para el Cabernet Sauvignon"; Antonini expone sus muchas dudas sobre el Cabernet Sauvignon de Mendoza. "Respeto mucho el punto de vista de Paul, él sabe mucho de Cabernet Sauvignon, pero no creo en lo personal que Mendoza que sea un gran terruño para esta variedad; como sí lo es para el Cabernet Franc al que le gustan más los climas secos y cálidos. Los Cabernet Sauvignon pueden ser potentes y musculosos, muy aromáticos, aún elegantes en nariz, pero siempre les llega un final de boca un poco rústico, los grandes Cabernet no casualmente se hacen en lugares más húmedos".

Recordemos que los mejores exponentes del mundo se encuentran en zonas de menor heliofanía y de menor altura y que además, tienen influencia del océano, como Napa y Burdeos (Francia). Sin embargo, Hobbs apuesta que "se pueden lograr excelentes Cabernet en esta región de altura y de clima puramente continental".

Para él no son sólo las condiciones del terroir las que determinan a esta variedad, el manejo de viñedo en cada estación es esencial. "Ésta es una variedad para fanáticos de los detalles, como yo o como los japoneses", ríe. "Necesita de muchos cuidados en cada época del año, en particular en manejo de canopia y distribución de la fruta. El Cabernet es como una pequeña orquesta, tiene un margen muy pequeño para admitir errores". Llegado el caso, piensa en traer selecciones masales y clones de los viñedos top de Napa a Argentina. "

"Es interesante escuchar opiniones diferentes -admite Antonini- pero a los grandes Cabernet siempre los he probado en Volgari, en Sassicaia, en Napa y en Burdeos, donde la luz es más filtrada, menos directa. Según mi experiencia de 16 años, en Mendoza no funcionan el Cabernet Sauvignon ni el Pinot Noir, con ellos es como forzar la naturaleza. Además, depende lo que uno busca con el Cabernet, a mí me gusta el aspecto elegante, el tanino suave, redondo, aterciopelado y eso en Mendoza no lo consigo".

Julio, el mes de los "enólogos voladores"

En estos días, los consultores internacionales andan por aquí. Rolland, Paggli, Antonini, Hobbs, son algunos de ellos. También vienen sus ayudantes. Ellos siguen subidos a un avión; están en Cafayate, en Patagonia, en San Juan o en Chile. Es que julio es un mes para probar los vinos de la cosecha del año, supervisar la poda, evaluar a través de la planta el año enológico anterior, ver el peso y elegir los brotes de año próximo. También para hacer los cortes finales de las cosecha 2009 y 2010, según sea el caso. "Los dientes se ponen muy negros en este viaje, porque probamos Malbec todo el día y también vemos cómo seguir adelante", bromea Antonini.

Varios de ellos son, además, empresarios locales, solos o con socios, como Antonini, que tiene parte en Altos Las Hormigas. ¿Cómo vio a Argentina este año?, es la pregunta obligada. "Las bodegas están todas muy preocupadas por el tema de los costos internos, esto es la palabra que más se escucha. Cuando se tiene que pagar la uva mucho más que en 2009, cuando todo sube y el valor del producto que se vende no se puede subir, la preocupación es muy grande", subraya.

Como asesor, su consejo a los clientes es terminante. "No se puede recortar el costo que te permite la calidad; bajar la calidad es suicidio, hay que apretar los dientes y seguir adelante".

También dice que siente "pena" por el enfrentamiento por los precios de la uva entre productores y elaboradores "Lo que me da pena es que no haya voluntad de que ambos se sienten a buscar una forma de entenderse y que el negocio sea para todos. Deberíamos sentarnos y decir, así no sigue; esto es malo para la industria y para el país; todos se están peleando, esto me da mucha tristeza".

Será interesante lo que Paul Hobbs y Alberto Antonini tengan para decir sobre el futuro del Malbec y de Argentina en el próximo Foro Internacional Vitivinícola que se realizará el 8 de setiembre en Mendoza, donde ambos serán panelistas a través de videoconferencias.

Fuente: Area del Vino

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