El mercado mundial de maíz ha cambiado lenta pero sustancialmente, en los últimos años. El motor de esta transformación ha sido la incorporación de nuevos territorios a la Unión Europea (UE), especialmente los países del Este, que resultó en un fuerte crecimiento de la producción en esa zona. Ello ha sido posible en gran medida gracias al incremento de los rendimientos por una mayor tecnología aplicada y, en menor medida, por el aumento de la superficie sembrada. Como resultado, la UE está desapareciendo del mercado importador de maíz.
Los indicadores son muy precisos: en la campaña 07/08, la UE importó 14 millones de toneladas desde distintos orígenes, mientras que en 2010 sus compras no alcanzan las 3 millones de toneladas. Pero además, la mayoría de sus importaciones provienen de países europeos que aún no son miembros del bloque comercial.
Por otro lado, las proyecciones del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) indican que en los próximos años la producción europea continuaría su ritmo creciente, pero también prevé un incremento del consumo, especialmente para usos industriales como los biocombustibles (en Hungría, por ejemplo, se están construyendo tres plantas de etanol), ya que sus volúmenes de producción de carnes se mantendrían relativamente constantes. Por lo tanto, la UE no modificará sustancialmente su posición actual en el mercado internacional y seguirá importando o exportando pequeñas cantidades.
Sin embargo, el resto del mercado mundial está creciendo en alrededor de un millón de toneladas anuales y este año alcanzaría las 87 millones, principalmente gracias al crecimiento de las importaciones de algunos países del sudeste asiático, muchos de ellos clientes habituales de la Argentina como Malasia, Vietnam y Corea del Sur.
En los últimos años, Japón, primer importador mundial por lejos con 16 millones de toneladas anuales, está incrementando sus compras desde la Argentina, ofreciéndonos una gran oportunidad para transformarnos en uno de sus proveedores estables, dado que China está desapareciendo como proveedor y que Japón no quiere depender sólo de los Estados Unidos.
La Argentina mantiene desde hace varias décadas una fuerte posición en el mercado mundial de maíz ocupando el segundo lugar, pero a una considerable distancia del primer exportador mundial, los Estados Unidos, mientras que Brasil retiene el tercer puesto, aunque nos viene pisando los talones.
La Argentina provee maíz a unos 60 destinos diferentes, especialmente a América latina y Africa del Norte, si bien están creciendo mucho los envíos al Sudeste asiático. Asimismo, la participación de China como abastecedor de maíz está disminuyendo debido al continuo crecimiento de su consumo y a la reducción de los subsidios a la exportación por parte del gobierno con el objetivo de volcar su producción al mercado interno.
Es el volumen estimado para la producción mundial de maíz para la campaña 2010/11.
826 Millones de toneladas
Es el cálculo sobre el consumo mundial de maíz; Asia y América latina registran un aumento de la demanda para forraje.
120 Millones de toneladas
Es el volumen que Estados Unidos le dedicará a la producción de etanol derivado del de maíz; se registra un lento crecimiento.
Para la campaña 2010/11, la producción mundial de maíz se estima en una cifra récord de 822 millones de toneladas, un aumento de 15 millones de toneladas respecto de la campaña anterior. Cabe esperar que en los Estados Unidos la producción alcance un nuevo récord, por un aumento del área sembrada, la segunda más alta en su historia, con 36 millones de hectáreas.
Por su parte, el consumo mundial continúa creciendo y alcanzaría las 826 millones de toneladas. En Asia y América latina está aumentando la demanda de maíz para forraje por el aumento de la producción de carnes.
Sin embargo, la mayor demanda estaría dada por el uso industrial del maíz, aunque su aumento será el más bajo de los últimos 10 años, producto de un ritmo más lento en el crecimiento de la producción de etanol en los Estados Unidos, industria que este año demandará más de 120 millones de toneladas en ese país. Como puede observarse, producción y consumo vienen creciendo prácticamente a la par, por eso, si existiesen problemas con la producción, podría haber un efecto alcista sobre los precios.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), los derivados del maíz son los productos que más aumentarán su volumen comercializado en los próximos años. Pero para aumentar la participación de los productos de la cadena del maíz argentino en el mercado internacional, resulta clave lograr un acuerdo estratégico hacia políticas públicas claras, precisas y perdurables.
Fuente: especiales.lanacion.com.ar
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