El chocolate está elaborado a partir del cacao, y el cacao contiene altas cantidades de antioxidantes que se encargan de proteger nuestras células.
Pero a pesar de esto el chocolate es un alimento que si abusamos de él corremos el riesgo de engordar, por ello desde siempre se ha creído que comerlo amargo es mucho mejor que el que lleva leche, ya que contiene menos calorías.
Esto no es cierto, ya que ambos contienen similares cantidades de calorías. Se trata de un mito que queremos aclarar.
Cuando consumimos chocolate amargo es cierto que ingerimos más cantidad de antioxidantes, ya que el cacao está más puro y ha sido mucho menos tratado que si nos decantamos por una variedad con leche que ha sido manipulado y mezclado con otro tipo de alimento.
Por eso siempre se recomienda el consumo de chocolate puro para obtener los máximos beneficios de su ingesta. Pero esto no quiere decir que este tipo de chocolate engorde menos. Es más, ambos engordan prácticamente lo mismo.
Si nos paramos a contabilizar las calorías que contienen ambos tipos de chocolate, el amargo o puro tiene en torno a quinientas sesenta calorías por cada cien gramos de producto, mientras que el chocolate con leche tiene entorno a quinientas cuarenta calorías por cada cien gramos de producto. Estas cifras demuestran que ambos tipo de chocolate contienen casi la misma cantidad de calorías.
A pesar de esto tienen diferencias en lo que a nutrientes se refiere, ya que el aporte calórico en el chocolate amargo se debe a que tiene más cantidad de grasas, mientras que el chocolate con leche tiene más altas cantidades de azúcares, que es lo que le dota de estas cifras en lo referente a calorías.
Por ello es mentira la creencia que existe acerca de que el chocolate amargo engorda menos que el que lleva leche por tener menos calorías. Lo único que les diferencia son las concentraciones de caco en su composición, que es más alta en el amargo.
Por eso es necesario que elijamos lo que más nos conviene, ya que al ingerir chocolate amargo y consumir más cacao estamos consumiendo más antioxidantes, vitaminas y a la vez más sustancias estimulantes.
En cambio el chocolate con leche contiene menos concentración de cacao, lo que nos hace tener menos sustancias estimulantes, más proteínas de la leche, y menos antioxidantes que el amargo.
Por ello es importante que a la hora de elegir chocolate no nos dejemos llevar por las calorías que contiene, sino más bien por lo que queremos obtener con su ingesta.
Fuente: vitonica.com
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