La miel es una sustancia elaborada por las abejas a partir del néctar de las flores en las que liban.
Néctar que deshidratan para evitar fermentaciones y al que añaden enzimas.
Existe también miel como el de la encina, cuya procedencia no es el néctar de las flores sino las secreciones de algunas plantas. Las abejas la depositan en las celdillas de los panales que después sellan para su almacenamiento.
La miel es junto al polen el alimento cotidiano de toda la colonia.
¿Cuáles son las propiedades de la miel?
- La miel es un alimento ideal para niños, estudiantes, ancianos, convalecientes y deportistas.
- Problemas de hipertensión e hipotensión, problemas cardíacos, artritis, reuma, estreñimiento, dispepsia, acidez e insomnio.
- Descongestionar bronquios y pulmones y suavizar la garganta.
- Aftas bucales (en enjuagues)
- La miel para uso cosmético por sus propiedades suavizantes y antiinflamatorias.
- La inflamación de las hemorroides (en uso externo)
- Al ser una alimento alcalino no suele causar problemas de asimilación en personas con disfunciones digestivas, siendo de gran ayuda en la cicatrización de úlceras de estómago y duodeno.
- Su riqueza en potasio la convierte en bactericida, impidiendo el desarrollo de caldos de cultivo, por lo que se utiliza desde la antigüedad como conservante de alimentos y de platos cocinados, a los que enriquece con su sabor.
- La miel actúa como un eficaz desinfectante y cicatrizante de heridas.
- Su composición mayoritariamente de azúcares la convierten en un producto energético que permite la alimentación muscular inmediata, siendo por ello no solo de utilidad a deportistas, sino a personas aquejadas de una musculatura deficiente, incluido el miocardio, por lo que resulta ideal para personas mayores con problemas cardíacos y convalecientes.
Información nutricional de la miel
- Está compuesta de un 20% aproximado de agua.
- Un 80% de hidratos de carbono procedentes de sus azúcares: 38% de fructosa, 32% de glucosa, 5% de sacarosa, 7% de maltosa y el resto de isomaltosa, erlosa, rafinosa y otros (cada cucharita de 4 g. aproximados de miel contiene 1g. de glucosa)
- La miel proporciona unas 330 cal/100 g.
- Sales minerales de fácil asimilación ricas en: potasio, calcio, hierro, fósforo, magnesio, manganeso y cobre.
- Las vitaminas presentes en la miel, aunque en pequeñas dosis, a diferencia de las presentes en frutas y verduras, no se pierden de una forma rápida en su almacenamiento, sino que se conservan durante largo tiempo. Destacan la vitamina A, C, D, E, K, y el grupo B.
- Muy rica en Enzimas: diastasa, amilasa, invertasa, catalasa, peroxidasa y lipasa.
Ácidos orgánicos: málico, vínico, cítrico, láctico, oxálico, fosfórico, acético y fórmico. Este último le confiere sus propiedades antisépticas.
¿Sabías que la miel...?
Para que la miel conserve todos sus nutrientes y propiedades es primordial la forma de su extracción y manipulado. La miel debe ser extraída por prensado o centrifugado tras sus desoperculación y calentada a una temperatura inferior a 45º C para poder proceder a su filtrado con el que se eliminen sus impurezas. De esta forma la miel cristalizará al poco tiempo según sus azúcares de una forma más o menos irregular pudiendo ser granulada o pastosa.
Su color oscilará de un ámbar claro a un castaño oscuro dependiendo de su procedencia. Cuanto más oscura es la miel, más rica es en minerales y vitaminas B y C. Por ello son las más indicadas para personas anémicas y convalecientes, como reconstituyentes y para aumentar la hemoglobina, siendo elegidas por deportistas, niños y mujeres. Cuanto más clara es, más rica es en vitamina A.
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