Aunque su uso primario no fue en la cocina, esta especia estrella se encarga actualmente de aromatizar y dar un sabor peculiar al planeta gastronómico.
Variados platos dulces y salados de todas partes del mundo la incluyen, ya sea en rama o molida; su aroma penetrante y su inconfundible color dan más que una nota a cualquier preparación culinaria.
La canela es una especia "de corteza" (se utiliza la corteza seca de las ramificaciones), conocida desde tiempos remotos. Aunque su uso primario no fue culinario, se la cita en la Biblia en varias pasajes y también en manuscritos sánscritos. En el antiguo Egipto la usaban en embalsamamientos y hechizos.
La canela tuvo un gran éxito y un importante desarrollo en el mundo culinario del medioevo, después de que Europa tomó contacto con las tierras asiáticas y con sus sedas, papeles, perfumes y especias. En la época de las Cruzadas, Asia tenía mucho para ofrecer a Occidente con sus productos y riquezas. Venecia, Génova y Florencia fueron principalmente las grandes puertas de entrada en el "mapa" de las especias.
Este árbol, hoy cultivado como arbusto a fin de facilitar la recolección, es de la familia del laurel. Su nombre, cinnamomum zeylanicum, deriva del vocablo griego kinamon y de su origen cingalés (hoy en dia Sri Lanka).
Inclusive Marco Polo sabía que Ceilán era la mejor tierra del mundo en cuanto a la producción de canela, pero lo ocultó para que Venecia no perdiera su monopolio en la región. El secreto se develó cuando recién entró el año 1500: los portugueses tomaron Ceilán y durante 150 años mantuvieron el control y el monopolio del producto; estos fueron sucedidos por los holandeses y finalmente por los ingleses, quienes invadieron la isla en 1796.
Hoy día, la vainilla y la canela son las especias "estrella" de la pastelería.
Algunos binomios perfectos son manzana y canela o limón y canela. Acompaña bien naranjas, peras y membrillos, las compotas con frutas, los postres con chocolate, los postres con base láctea, con el flan o el arroz con leche y los helados.
Asimismo, la canela protagoniza panes especiados, galletitas y tortas negras.
Sus primeros usos en platos salados, especialmente con carnes, se relacionan con sus propiedades como conservante (antisépticas y antifúngicas). Se utiliza con cordero, carne de buey, aves, vegetales, arroz; en las cocinas árabes, chinas, tailandesa, libanesa, marroquí e hindú, entre otras.
La canela forma parte de los curry, del Gran Marsala hindú, del Quatre Épices francés, del polvo chino de cinco especias, del Ras al Hanout marroquí, entre otros aromatizantes, sobre todo la canela de Ceilán.
Perfuma vino y licores desde tiempos antiguos, y hoy también refrescos cola; da vida al café cappuccino, al chocolate caliente, y tiene también un uso extenso y milenarios en la preparación del té, especialmente el de Celián.
En bombonería lo utilizamos para perfumar un praliné (rellenos con frutas secas acarameladas, molidas y mezcladas con chocolate) o una ganache (crema de chocolate), realizar infusiones, unir su presencia a otras especias como la pimienta y el clavo, o a las frutas secas.
El chocolate amargo y el semiamargo están perfectamente a la altura del aroma y el sabor de un producto tan protagónico como es la canela.
Para deleitarse con su maravilloso perfume: arroz con leche
Ingredientes
- 1 litro de leche
- 150 gr de arroz "común"
- 200 gr de azúcar
- cáscara de 1 limón
- canela en rama
- canela en polvo
Preparación
- Remojar el arroz en leche, refrigerado, durante la noche
- Hacer una infusión con la rama de canela en la leche
- Luego cocinar a fuego muy bajo, hasta que la cocción del arroz en la leche esté completa
- Agregar el azúcar y el limón, dejar que retome hervor y retirar del fuego; debe resultar una preparación cremosa
- Dejar enfriar y refrigerar
- Servir espolvoreado con canela
Fuente: viaresto.clarin.com
Variados platos dulces y salados de todas partes del mundo la incluyen, ya sea en rama o molida; su aroma penetrante y su inconfundible color dan más que una nota a cualquier preparación culinaria.
La canela es una especia "de corteza" (se utiliza la corteza seca de las ramificaciones), conocida desde tiempos remotos. Aunque su uso primario no fue culinario, se la cita en la Biblia en varias pasajes y también en manuscritos sánscritos. En el antiguo Egipto la usaban en embalsamamientos y hechizos.
La canela tuvo un gran éxito y un importante desarrollo en el mundo culinario del medioevo, después de que Europa tomó contacto con las tierras asiáticas y con sus sedas, papeles, perfumes y especias. En la época de las Cruzadas, Asia tenía mucho para ofrecer a Occidente con sus productos y riquezas. Venecia, Génova y Florencia fueron principalmente las grandes puertas de entrada en el "mapa" de las especias.
Este árbol, hoy cultivado como arbusto a fin de facilitar la recolección, es de la familia del laurel. Su nombre, cinnamomum zeylanicum, deriva del vocablo griego kinamon y de su origen cingalés (hoy en dia Sri Lanka).
Inclusive Marco Polo sabía que Ceilán era la mejor tierra del mundo en cuanto a la producción de canela, pero lo ocultó para que Venecia no perdiera su monopolio en la región. El secreto se develó cuando recién entró el año 1500: los portugueses tomaron Ceilán y durante 150 años mantuvieron el control y el monopolio del producto; estos fueron sucedidos por los holandeses y finalmente por los ingleses, quienes invadieron la isla en 1796.
Hoy día, la vainilla y la canela son las especias "estrella" de la pastelería.
Algunos binomios perfectos son manzana y canela o limón y canela. Acompaña bien naranjas, peras y membrillos, las compotas con frutas, los postres con chocolate, los postres con base láctea, con el flan o el arroz con leche y los helados.
Asimismo, la canela protagoniza panes especiados, galletitas y tortas negras.
Sus primeros usos en platos salados, especialmente con carnes, se relacionan con sus propiedades como conservante (antisépticas y antifúngicas). Se utiliza con cordero, carne de buey, aves, vegetales, arroz; en las cocinas árabes, chinas, tailandesa, libanesa, marroquí e hindú, entre otras.
La canela forma parte de los curry, del Gran Marsala hindú, del Quatre Épices francés, del polvo chino de cinco especias, del Ras al Hanout marroquí, entre otros aromatizantes, sobre todo la canela de Ceilán.
Perfuma vino y licores desde tiempos antiguos, y hoy también refrescos cola; da vida al café cappuccino, al chocolate caliente, y tiene también un uso extenso y milenarios en la preparación del té, especialmente el de Celián.
En bombonería lo utilizamos para perfumar un praliné (rellenos con frutas secas acarameladas, molidas y mezcladas con chocolate) o una ganache (crema de chocolate), realizar infusiones, unir su presencia a otras especias como la pimienta y el clavo, o a las frutas secas.
El chocolate amargo y el semiamargo están perfectamente a la altura del aroma y el sabor de un producto tan protagónico como es la canela.
Para deleitarse con su maravilloso perfume: arroz con leche
Ingredientes
- 1 litro de leche
- 150 gr de arroz "común"
- 200 gr de azúcar
- cáscara de 1 limón
- canela en rama
- canela en polvo
Preparación
- Remojar el arroz en leche, refrigerado, durante la noche
- Hacer una infusión con la rama de canela en la leche
- Luego cocinar a fuego muy bajo, hasta que la cocción del arroz en la leche esté completa
- Agregar el azúcar y el limón, dejar que retome hervor y retirar del fuego; debe resultar una preparación cremosa
- Dejar enfriar y refrigerar
- Servir espolvoreado con canela
Fuente: viaresto.clarin.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario