En la costa atlántica existe una infinidad de peces y bivalvos. Meros, congrios, abadejos, merluzas, cholgas, mejillones y almejas. Entre los crustáceos las centollas, de un metro de largo es presentada en forma de crepes y con salsa de azafrán. Es uno de los mejores platos a probar en Ushuaia. También lo es la merluza negra preparada con salsa de limón y manteca.
En otros lugares como San Martín de los Andes, Junín de los Andes, Bariloche, Villa la Angostura y El Bolsón, se prepara el jabalí a la borgoña, como costeletas o en forma de medallones acompañados por chucrut.
El ciervo suele prepararse a la cazadora, al escabeche o en diversas formas de paté y las truchas se sirven enteras o en filete. Se pueden acompañar con salsa de hongos de pino o de ciprés (llamados morillas), salteados con manteca y cebolla de verdeo bien picada, con salsa de almendras y de limón con manteca negra, o con salsa de hierbas con papas noisette.
Existe también la variedad de ahumados de ciervos, ahumados de jabalíes, ahumados de truchas y ahumados de quesos. Se sirven en picadas acompañadas con cerveza o vino tinto.
Una comida tradicional de la región patagónica es el Curanto, una combinación de carnes y hortalizas, cocinada sobre piedras calientes en el fondo de un pozo cavado en la tierra tapado con hojas y tierra.
Entre la gran cantidad de platos de origen centroeuropeo están las fondues de queso y el spazle gulash, una carne (lomo o nalga) al estofado combinada con pequeños ñoquis. También los pasteles de carne elaborados con cerveza negra y los ñoquis alemanes rellenos con muzzarella y jamón.
La carne del cordero patagónico, ha logrado obtener un gran reconocimiento internacional. Es fibrosa pero muy tierna y escasa en grasa debido a su dieta de pastos secos.
Esta típica comida patagónica se cocina al asador, a fuego lento hasta que la carne esté casi crocante. Los lugareños comen esta carne sin sacarle el cuero y también puede presentarse con hierbas y otros condimentos.
En la región de los Andes las frutas finas y secas se prueban en dulces y mermeladas de frutilla, rosa mosqueta, guinda, grosella y moras.
Esta zona también se destaca por la elaboración de un riquísimo chocolate artesanal. La combinación de cacao, azúcar y eche de distintas maneras resulta en decenas de sabores de chocolates combinados con dulces y frutas finas.
En Gaiman, Chubut, los galeses y su descendientes guardan celosos las recetas de sus tortas negras, abundantes en chocolate, que se comen acompañadas por scones y otras tortas en el clásico té de las cuatro de la tarde.
Fuente: ituristicapatagonia.com.ar
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