Como hemos comentado en infinidad de ocasiones las dietas restrictivas son uno de los principales enemigos a la hora de mantener un peso adecuado. Por ello es necesario que adquiramos una serie de hábitos comunes y habituales que debemos seguir a rajatabla para no ganar kilos de manera descontrolada. Simplemente se trata de una serie de normas básicas y sencillas que nos serán de gran ayuda y conseguirán activar nuestro metabolismo de manera adecuada.
Huir de las dietas restrictivas
En primer lugar debemos tener presente que ninguna dieta restrictiva es buena. Es más, estar a dieta es un error, ya que simplemente este hecho crea ansiedad en muchas personas haciendo que el hambre crezca y se consuma más alimento de manera descontrolada. Simplemente es necesario que nos llevemos a la boca cosas saludables, pero de todo tipo. Entre los alimentos que no deben faltar debe estar las frutas, las verduras, el pescado, la carne magra, los huevos, los cereales, los frutos secos…)
Cereales integrales
Los cereales deben ser siempre integrales. Es cierto que son la base de la pirámide alimenticia, pero es importante que los consumamos de acuerdo a la cantidad de actividad física que realicemos, ya que nos aportan energía. Eso sí, al consumirlos integrales su composición es compleja, por lo que el organismo tarda más en asimilarlos, lo que hará que la energía que nos aportan se reparta de mejor manera a lo largo de la jornada, aprovechándola al máximo y evitando así que se acumule en forma de grasa.
Un orden en las comidas
No eliminar ninguna de las comidas es fundamental, lo mismo que respetar los horarios. Es necesario que a lo largo de la jornada llevemos a cabo cinco comidas que nos permitirán evitar los episodios de hambre que hacen que comamos más y que el organismo guarde más reservas para futuros episodios de hambre. Lo ideal es nunca acudir con hambre a comer. Lo ideal no es repartir la comida que antes comíamos en tres veces en cinco para así consumir menos alimento cada vez y evitar el hambre.
No saltarse el desayuno
El desayuno es una parte fundamental de nuestra dieta. Nunca debemos saltarnos esta comida que debe contener todo tipo de nutrientes, sobre todo hidratos de carbono para cargar las pilas desde primera hora de la mañana. El desayuno hará que nuestro metabolismo se active desde que nos levantamos y funcione mucho más deprisa. Un buen desayuno nos hará aguantar también mucho mejor hasta la hora del almuerzo.
Practicar ejercicio
Realizar ejercicio a diario es algo que debemos tener presente. No es necesario que practiquemos ningún deporte de élite ni nada por el estilo, simplemente con caminar media hora al día y realizar diferentes acciones para estar activos como limpiar la casa, subir las escaleras, acudir a trabajar andando… Estas acciones aunque no lo parezca nos ayudarán bastante a la hora de mantener la línea sin darnos cuenta, además de mejorar nuestra salud.
Fuente: vitonica.com
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