Una cena copiosa puede interferir en nuestro descanso y suponer un lastre añadido a los depósitos de grasa, en cambio una cena ligera pero nutritiva acabará el día dándole al cuerpo justo lo que necesita. Un ejemplo de cena saludable puede ser la ensalada de pollo.
Una ensalada de por sí es un plato poco calórico, con alimentos de fácil asimilación y ricos en micronutrientes como vitaminas y minerales, dejando a un lado las pesadas grasas y proteínas difíciles de digerir. Sobre todo si hemos entrenado, nos harán falta algunas proteínas, y ahí es donde interviene la carne de pollo, una carne baja en grasa y que liga muy bien con la ensalada.
Estos pueden ser los ingredientes de la ensalada de pollo: lechuga, tomate, maíz, anana, aceite, vinagre, sal y pollo, que podemos cortarlo en pequeños trozos para que no tengamos que pararnos a masticarlo demasiado.
Si queremos más proteínas en nuestra ensalada siempre podemos añadir atún o un poco de queso. Y si hemos hecho un entrenamiento de resistencia, podemos añadir algo de pasta o arroz a la ensalada para rellenar los depósitos de glucógeno.
Fuente: vitonica.com
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