Una de las principales novedades del reciente Salón de Vinos de La Plata fue la presentación en sociedad de una nueva bodega establecida en territorio bonaerense y del primer espumante elaborado en la provincia. Se trata de la Bodega Saldungaray, ubicada en plena Sierra de la Ventana (suroeste de la provincia), que desde hace muy pocos años se lanzó a producir vinos. En diálogo con lanacion.com, Manuela Parra, directora y miembro de la familia propietaria de la bodega, cuenta cómo ha sido esta experiencia. ¿Cómo empezó la bodega?
Nosotros llegamos a Saldungaray en el año 2000 con esta idea, pero teníamos que evaluar las condiciones. Estuvimos 3 años dando vueltas hasta que en 2003, luego de varios estudios de clima y suelo plantamos las primeras 9 hectáreas, es decir poca superficie en condición experimental, con una buena cantidad de cepas que vinificamos en 2007 por primera vez. Estamos trabajando con Malbec, Merlot, Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Chardonnay y Sauvignon Blanc. En la cosecha 2009 hicimos Pinot Noir y vino espumante 100% Pinot Noir. Es la primera vez que en Buenos Aires se elabora un espumante.
Creo que hay mucho por investigar todavía, hoy son vinos jóvenes, más simples, porque la viña tiene recién 7 años, es decir que estaremos haciendo crianza en roble a partir de la adultez de la viña. Nuestra idea es seguir trabajando con los varietales y conociendo más esta zona que tiene un clima bastante particular, totalmente diferente al resto de la Provincia de Buenos Aires. Aquí hay incidencia de clima oceánico, en una zona enmarcada por sierras. En el valle donde estamos hay muy buena amplitud térmica, más horas de frío que en las zonas tradicionales (me refiero de Cuyo hacia el Norte), porque estamos a la misma latitud que Neuquén.
¿Cómo es tu experiencia con el vino?
Si bien mis padres, que son ingenieros agrónomos, siempre estuvieron ligados a los cultivos intensivos, fueron ellos los que descubrieron esta zona para producir vino. Fue así que mis hermanos y yo nos empezamos a capacitar y a ahondar en el tema para hacer el desarrollo del proyecto.
¿A qué te dedicabas antes de empezar con el vino?
Mis hermanos son agrónomos como mis padres. En cambio yo estudié Sociología, es decir que tengo una formación muy diferente, pero la verdad es que me atrapó completamente el mundo del vino. De hecho, pasé de vivir en la Capital Federal a mudarme a Saldungaray.
¿A qué te dedicás en la bodega?
Hago de todo un poco; en realidad en la época de la vendimia estoy con mis hermanos elaborando el vino, pero después los roles se dividen: el que se ocupa de la bodega es Joaquín, de la viña se encarga Facundo y yo me ocupo de la promoción, comercialización y administración.
¿Cuál fue tu reacción y la de tus hermanos cuando tus padres les propusieron plantar vid?
Nos encantó la idea, a pesar de parecer una inconciencia absoluta. Yo en ese momento estaba estudiando Sociología y mis hermanos en el secundario, pero fui la primera en comenzar a trabajar en esto mientras seguía adelante con mis estudios.
¿Fue difícil empezar con el proyecto?
Sí, no es para nada fácil articular todo lo que estamos haciendo, como los manejos de la viña y decidir cuál es el vino que queremos hacer en estas condiciones. Hay mucho trabajo de investigación y de difusión permanente. Hasta ahora lo hemos resuelto con éxito. La bodega está abierta al público los fines de semana, tenemos un restaurante y la gente está llegando. Pero por supuesto hay que seguir puliendo el tema porque va a haber más volumen y queremos probar con la comercialización fuera de la bodega.
¿El caballito de batalla de la bodega es el espumante?
No, el espumante es la novedad. Nosotros lo presentamos hace dos meses y ya vendimos todo prácticamente. Hicimos 1300 botellas y para nosotros fue interesante encontrarnos con que obtuvimos algo que nos gustó y que además es el primer espumante de la provincia.
Fuente: Piano15
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