Mitos y leyendas de la Yerba Mate

En la historia argentina, paraguaya y en la tradición cristiana se tejen varias versiones acerca de la aparición de la Yerba Mate en este mundo. ¿Querés conocer de qué tratan? ¡Acá!

Por el noroeste argentino se transmitió de boca en boca entre los guaraníes hasta llegar a todos los puntos más lejanos del país, la leyenda de Caá -Yari-i.

Ella era una mujer joven y hermosa quien vivía en las cercanías de la selva misionera. Cuentan los más ancianos que su padre, un viejo aborigen cansado de seguir a su tribu (nómadas), hizo un último pedido antes de abandonar a su gente, les pidió que se llevasen a su hija, ya que esta gozaba de juventud, vitalidad y belleza, pues merecía compartir la vida con gente de su edad. Pero ella se negó rotundamente y decidió quedarse al lado de su padre. Aprendió a cazar y a guisar. Así fue que una tarde, un hombre con apariencia de peregrino llegó hasta la humilde vivienda, era el mismísimo Tupá -divinidad guaraní- (a quién el anciano le había estado rezando para recompensara a su hermosa hija).

Yari-i lo recibió amablemente en su viejo rancho y ofreció una exquisita carne que había cazado y cocinado para él. Al día siguiente cuando el invitado se preparaba para partir quiso recompensarlos por las calidas demostraciones, y dijo,"haré brotar una nueva planta que llevará tu nombre y que tú protegerás" y así nació "La Caá -Yari inmortal". Les enseñó a "zapecar" sus ramas al fuego y a preparar la amarga y exquisita infusión. De esa manera el dios dio vida a la yerba mate, infusión que nos acompaña desde entonces.

La leyenda transmitida de generación en generación, allá por el Paraguay, comienza así... Un día que la luna y la nube aburridas de tanta rutina quisieron bajar a la tierra, lo hicieron transformadas en dos pequeñas niñas. Pero al concretar su cometido no tuvieron en cuenta que al pisar tierras humanas perderían sus poderes divinos. Recorrierdo los bosques en busca de disfrutar cada momento escucharon los rugidos de un yaguareté. La fiera desde la cima de un tronco se preparaba para dar muerte a las niñas. Ellas a causa del pánico cerraron los ojos resignadas con lo que pensaban era su destino. Al mismo tiempo que se entregaban a él escucharon un silbido y un golpe. Al abrir los ojos se encontraron con la sorpresa de ver a la fiera derrotada en el piso a causa de una flecha que atravesó su corazón a manos de un joven nativo que estaba parado a su lado.

Las jovenes agradecidas desaparecieron rápidamente, porque según cuenta la leyenda ellas no podían ser vistas por los seres humanos. Contento con su presa, el indio se durmió agotado, pero al cerrar los ojos entró en un maravilloso sueño donde una joven muy bella se acercaba a él y le daba un obsequio en agradecimiento por haber salvado a Yasí, la luna. En el sueño le comentó la utilización y los efectos medicinales de la misma. Así fue que al despertar descubrió a su lado una nueva planta. Con ella preparó la infusión y se la convidó a su tribu. La Yerba Mate nació en forma de agradecimiento al pueblo por haberle salvado la vida.

Existe una versión cristiana del nacimiento de la planta de esta infusión. Cuentan los más religiosos y amantes del mate, que una vez el hijo de Dios bajó a la tierra acompañado de San Pedro y San Juan. Después de recorrer los caminos llegaron a Misiones. En su trayecto se toparon con un viejo indio, padre de una hermosa joven... ¿Les suena familiar?

Fuente: viaresto.clarin.com