Combinar la práctica de ejercicio físico con una dieta mediterránea puede
ayudar a los pacientes con apnea del sueño a mejorar o mitigar algunos de sus
síntomas, según los resultados de un estudio desarrollado por investigadores de
la Universidad de Creta (Grecia) y publicado en la edición digital del "European
Respiratory Journal".
Bajo la dirección del profesor Christopher Papandreou, este trabajo trataba
de analizar el impacto que la dieta mediterránea puede tener en las personas
obesas con apnea del sueño, dado que la obesidad está presente en entre el 20% y
40% de los afectados por este síndrome, que afecta al 4% de la población adulta.
Para ello, incluyeron a 40 pacientes obesos de los que la mitad pasó a seguir
una dieta prudente y, los otros 20, se alimentaron según la tradicional dieta
mediterránea. Además, en ambos casos se les recomendó la práctica de ejercicio
físico, al menos 30 minutos diarios de paseo.
En ambos grupos, los pacientes también recibieron presión positiva continua
de las vías respiratorias, que consiste en usar una máscara que genera una
corriente de aire y mantiene abierta la vía aérea superior durante el sueño. Al
inicio del estudio y seis meses más tarde, los investigadores monitorizaron a
los pacientes mediante un estudio del sueño, conocido como polisomnografía, en
el que se midieron varios marcadores propios de la apnea del sueño, como la
actividad eléctrica en el cerebro, los movimientos oculares y los ronquidos.
Los resultados mostraron que las personas que siguieron la dieta mediterránea
tenían un menor número de alteraciones, conocidas como apneas, durante la etapa
del sueño REM, que normalmente representa en torno al 25% del total de sueño
durante la noche. También revelaron que las personas que siguieron la dieta
mediterránea también mostraron una mayor adherencia a la dieta restringida en
calorías, el aumento de la actividad física y una mayor disminución de la grasa
abdominal.
En el estudio se ha evidenciado una mejora durante una etapa de sueño para
las personas con apnea. Sin embargo, no ha mostrado una mejora global de la
severidad de la enfermedad. Por ello, los autores sugieren que son necesarios
otros estudios con una muestra más grande para comprender plenamente los
beneficios de esta dieta. "Este es el primer estudio que examina el impacto de
la dieta mediterránea en combinación con la actividad física en la apnea del
sueño", explica Papandreou, que recuerda como otros estudios han relacionado
recientemente un aumento de las perturbaciones durante el sueño REM con el
riesgo de desarrollar importantes consecuencias sistémicas, como la diabetes
tipo 2.
Fuente: consumer.es
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