Se procurará capacitar e integrar al pequeño productor al negocio vitivinícola, a través de contratos formales con las bodegas. La pequeña y mediana vitivinicultura vivió la semana pasada un acontecimiento trascendente en el proceso que propone la Coviar y que desde su conformación procura capacitar e integrar al pequeño productor al negocio vitivinícola, a través de contratos formales con las bodegas.
El Secretario de Agricultura de la Nación, Lorenzo Basso y directivos de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), encabezados por el sanjuanino José "Catuco" Molina y el mendocino Eduardo Sancho, entregaron los primeros certificados para la adquisición de bienes y servicios, en el marco del proyecto "Integración de Pequeños Productores a la Cadena Vitivinícola". Se trata de los primeros 110 pequeños viñateros que ya firmaron el correspondiente contrato de asociación por 10 años con los directivos de las bodegas Guillermo Ronco y Reduar y las cooperativas Giagnoni y Guaymallén, respectivamente.
El total de los aportes de esta primera entrega suma 1,3 millones de dólares. Son los primeros grupos que inician la fase operativa concreta del proyecto (que prevé subsidios para el viñatero a fin de que transforme su viña y asistencia técnica y financiera para el bodeguero que nuclea a sus viñateros proveedores). Los directivos de la Coviar aseguraron que "a partir de ahora y semanalmente irán formalizándose contratos y entrega de certificados de compra (alambre, palos, sistemas de riego, tela antigranizo), en San Juan, La Rioja y Salta". En esta primera convocatoria del programa en la región vitivinícola se presentaron 95 grupos de viñateros para integrarse a otros tantos establecimientos bodegueros, envasadores de uva en fresco, pasas y elaboración de mosto. Por lo pronto, se dijo, ya hay 27 programas integrados que cuentan con la aprobación del comité ejecutivo de la unidad especial de la Coviar.
Se prevén 5 años de extensión para el programa, durante los cuales la Corporación espera integrar a unos 3.000 productores, asociados a alrededor de 150 establecimientos y para transformar unas 10.000 hectáreas, a lo largo de toda la región vitivinícola. En estos primeros programas aprobados, el 42% de la inversión diseñada se destinará a renovar la estructura de viejos viñedos (palos, alambres), un 32% a reposición de plantas, un 21% a instalación de tela antigranizo, 5% a nuevos sistemas de riego y 1% a "otros" rubros de renovación.
Fuente: Diario de Cuyo
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