viernes, 27 de agosto de 2010

Beber alcohol con moderación: ¿es beneficioso o no?


Es el eterno debate. Mientras que la evidencia científica sobre los beneficios del consumo moderado de alcohol se agolpa, muchos expertos han alzado sus voces para alertar de que sus bondades se han sobreestimado.

Ahora, sin embargo, los datos de un nuevo estudio confirman que la ingesta de alcohol en pequeñas dosis reduce la mortalidad en personas mayores. Y el dato proviene de una investigación realizada tras 20 años de seguimiento en la que, además, se han tenido en cuenta factores que pueden alterar los resultados, como es el hecho de que el individuo haya tenido un problema previo con el alcohol.

Aunque el abuso de alcohol "está relacionado con muchas complicaciones médicas, existe evidencia epidemiológica suficiente que indica que su uso moderado reduce la mortalidad total", explica Charles Holahan, profesor en el departamento de Psicología en la Universidad de Texas en Austin (EEUU) y autor principal del nuevo ensayo.

En el estudio, publicado en el último 'Alcoholism: Clinical & Experimental Research' y uno de los más extensos llevados a cabo hasta la fecha, se analizaron los patrones de consumo y los problemas relacionados con el alcohol en 1.824 adultos de entre 55 y 65 años, a los que realizó un seguimiento de 20 años. El trabajo tuvo en cuenta además del uso diario de etanol, los factores sociales, económicos, de comportamiento y la salud de todos ellos. Los fallecimientos fueron confirmados a través del certificado de defunción.

Tras tener en cuenta "sólo la edad y el género, la mortalidad fue mayor entre los abstemios y los bebedores excesivos", aseguran los autores. "Cuando, se valoró a los que en el pasado tuvieron problemas con el alcohol, la existencia de trastornos de salud y los factores sociodemográficos y de comportamiento social, la mortalidad se redujo en mayor medida entre los abstemios en comparación con los bebedores moderados. Pero, sin embargo, tras ajustar todas las covariables, los abstemios y los bebedores siguieron teniendo un mayor riesgo de mortalidad (49% y 42%, respectivamente) en comparación con los bebedores moderados".

Nuestros hallazgos demuestran "que los abstemios fueron significativamente más propensos a haber tenido problemas antes con la bebida, ser obesos y fumar que los bebedores moderados y puntuaron significativamente más alto que los bebedores moderados en los problemas de salud y en síntomas depresivos", señala el autor principal de la investigación.

Además, "los que nunca tomaban alcohol tenían en mayor medida que los que sí lo consumían, aunque con moderación, un estatus socioeconómico más bajo, menor cantidad de amigos y apoyo social, realizaban menos actividad física y tendían a no estar casados. Por otra parte, todos estos factores que se asociaron con la abstención fueron relacionados significativamente con una mayor mortalidad".

Los investigadores reiteran que los beneficios de salud están vinculados a la moderación. "Las personas de edad que consumen deben recordar que más de dos bebidas al día excede las pautas recomendadas y se asocia con un aumento de las caídas, más probabilidades de sufrir problemas con la bebida y más riesgo de padecer interacciones adversas con medicamentos. Por otra parte, los que no ingieren no deben empezar a consumir para tratar de mejorar su salud, así como tampoco deben beber las personas que están o planean quedarse embarazadas, las que tienen problemas con el alcohol o determinadas patologías que podrían empeorar por el alcohol".

Fuente: elmundo.es

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